31.12.06

Andrei, veinteañero de la inmortalidad (3)

Son interesantes las siguientes opiniones sobre Tarkovski porque ayudan a entender que no solo él caminaba en cierta dirección:

-La de Ingmar Bergman:

"Mi primer descubrimiento de Tarkovki fue como un milagro. De repente me hallaba junto a la puerta de acceso a un recinto en el que yo siempre había querido entrar, pero cuya llave jamás me había sido dada, y en el que Tarkovski se movía libre y confiadamente. Me sentí animado, estimulado: alguien había expresado aquello que yo siempre quise decir, sin saber cómo. Tarkovski es para mí el más importante. Ha creado un lenguaje nuevo, que se corresponde con la esencia del cine, porque presenta la vida como reflexión, la vida como un sueño".

Dossier de presentación de Sacrificio
Svenska Filminstitutet, Estocolmo 1986

-La de Akira Kurosawa:

"Me gustan todas las películas de Tarkovski. Para mí, es el director que mejor ha rodado escenas con agua, en albercas, charcos, etc. Sus obras son muy complejas, pero me parece un director extraordinario. Las películas de Tarkovski son diferentes a todas las demás. Su padre era un importante poeta y él heredó el talento de los poetas. Encierta ocasión, me comentó que le gustaba ver Los siete samuráis antes de rodar sus películas; pero yo hago lo mismo, antes de rodar las mías veo Andréi Rublev. [...] Tarkovski era un hombre muy simpático y agradable, con quien siempre tuve una relación muy buena. Él fue para mí... como un hermano"

«Mis cien películas favoritas», ed. por K. Kurosawa, Tokyo 1999

30.12.06

Poema para otro condenado

It’s not working

A Joseph Clark, ejecutado con dificultad en una prisión de Ohio.

En el saguán del silencio
algo impide tu marcha,
una oscura madeja de recuerdos,
una cadena hecha con dardos
se te enreda en los pies,
se atora en tu garganta.

Alguien dice: “No ha muerto aún”.
Otro agrega: “Pero ya no sufre”.

El tiempo pasa incontable.
Tus venas se convierten en ríos de fuego,
pero el telón de tu vida
aún no se inflama.

Una mano cierra la cortinilla
con gesto brutal.
La función se ha suspendido.
Los testigos no comprenden.

Menos comprendes tu,
invitado de honor,
personaje de un drama irrepetible.

No entiendes eso que te embarga
con más fuerza que la llamarada de la sangre,
y que lame tu corazón con triste dulzura.

No entiendes la nostalgia
de una vida que se te escapa por una aguja.
“It’s not working” alcanzas a decir… A repetir,
mientras alguien te inyecta de nuevo.

Luego otra mano
-segura esta vez-
abre la cortinilla
mientras el telón de tu vida cae
liviano y singular.

Andrei, veinteañero de la inmortalidad (2)


Segunda parte y final del prólogo de Victor Erice a un libro sobre Andrei Tarkovski :


"Los pobres y los enfermos, los niños y los locos -expresión todos ellos del hombre débil- fueron sus únicos héroes [de las películas de A. T.]. Reverso del héroe positivo, exponentes del naufragio de la idea del hombre nuevo acuñada por la Revolución, todos ellos, en mayor o menor grado, son conscientes de vivir en un mundo que hace del individuo un huérfano real o simbólico. A los modelos ideales del realismo socialista -verdaderos atletas del espíritu-, Tarkovski opuso siempre las cicatrices que llevaba en su cuerpo Iván. Para él constituían, sin duda, una muestra del horror de la guerra y, a la vez, los signos de un martirio, estigmas de la santidad.

Demiurgo hasta el fin, de la mirada cinematográfica de Tarkovski se desprendía una sola visión posible, la que se corresponde con un acto de fe. Su paradigma ideal es la mirada de la hija paralítica del stalker que, actuando sobre la materia como si fuera el viento del espíritu, hace vibrar los objetos a su alrededor. Se trata de una especie de milagro -sólo los inocentes son capaces de hacerlos-, un acontecimiento en todo caso fuera de lo normal, que trata de suscitar una catarsis en el espectador y que está presente en esos finales tan extraordinarios, que tantas ansias interpretativas suscitan en la inteligencia de espectador, en los que desembocan sus películas.

Planteados como alegorías de un posible renacimiento moral, casi todos ellos pasan por la mediación de las figuras de un loco o de un niño. En Nostalgia, durante cerca de siete minutos, ejecutando así la ceremonia inventada por el pobre Doménico, Gorchakov atraviesa la antigua piscina de aguas termales de Santa Catalina, protegiendo del aire la llama de una vela: un acto postrero que le llevará a la muerte, y quizá también a la redención. En Sacrificio, ante la amenaza de una guerra nuclear, y a cambio de la salvación de los suyos, en un acto que será interpretado por todo el mundo como puro desvarío, el profesor Alexander cumplirá la promesa de renunciar a lo que más quiere, quemar su casa y no volver a hablar nunca más. Ésta es la condición para que no sólo pueda hacerse realidad de nuevo la leyenda del viejo monje que regaba cada día un árbol muerto, alimentando la esperanza de ver renovadas sus raíces, sino también para que el hijo de Alexander -un niño- recupere por fin la voz, pronunciando las últimas palabras de la película: "En el principio era el Verbo. ¿Porqué, papá?".

Abandonado en medio de las ruinas de su inteligencia, el destino del personaje adulto tarkovskiano por excelencia conduce a la locura o a la infancia. Se trata de una experiencia límite -via crucis del alma para unos, simple autocastración para otros-, que trae consigo la renuncia al mundo y la asunción del silencio. Al igual que sus hermanos dostoievskianos, dichos personajes son en su mayoría seres marginados e incluso ridículos. Incomprendidos por la sociedad, también por familiares y amigos, hacen de su extrema fragilidad la fuente de su salvación. Mártires que no tienen conciencia de serlo,r ealizan así, de forma metafórica, su sueño y su deliriro, en la esperanza de hallar la plenitud espiritual gracias a la abolición de la Historia.[...]

Cineasta visionario, en cuyo estilo se percibe la dificultad, el esfuerzo de filmar: un rasgo que quizá se deriva de esa pugna -no siempre resuelta, en términos cinematográficos- entre pensamiento y acción, enunciado y expresión, presente en sus creaciones. A la postre, el problema para Tarkovski fue cómo hacer compatibles la exaltación del individuo y la idea de comunidad. Sus protagonistas, condenados a la soledad o la locura, no pueden llevar a cabo síntesis alguna; sus vidas son, sobre todo, el testimonio de un fracaso. De ahí que, en Tarkovski, la tradición comunitaria y la práctica social aparezcan dramáticamente separadas, y que sus personajes no puedan conciliar los dos principios más que abandonando la realidad, buscando amparo en el mito o recluyéndose en el silencio.

El completo deterioro de las relaciones con las autoridades de su país, el aislamiento y las difíciles vicisitudes del exilio, fueron empujando a Tarkovski hacia una creciente abstracción en su obra. Los argumentos de sus últimos filmes tienen lugar en una zona situada entre la vida y la ensoñación -que llega a adquirir el carácter de una pesadilla- y en las cuales el signo de la enfermedad se va haciendo cada vez más presente. Se trata de escenarios recorridos por un aire teatral (en Sacrificio se percibe la huella de Chéjov) y donde la ficción, a veces de marcado carácter alegórico, gira alrededor de una progresiva recuperación de algunos de los arquetipos de la Santa Rusia, congregados alrededor de la dacha patriarcal.

Una sociedad no es únicamente la leyenda de los ideales que figuran inscritos en sus monumentos representativos o en sus textos constitucionales; una sociedad vale lo que valen en ella las relaciones del hombre con el hombre, la vitalidad de su comunidad. En este sentido, toda discusión seria sobre el comunismo debe plantear el problema en el terreno de las relaciones más que en el de los principios.[...]

La consumada ruptura de la tradición abre hoy una época en la cual no parece existir socialmente un vínculo entre lo viejo y lo nuevo. Sólo el arte aparece como posibilidad de establecer un lazo capaz de unir a la humanidad con su pasado. Pero el hombre contemporáneo, desposeído de la tradición y la experiencia del tiempo cíclico -no cifrado- inherente a ella, se expropia y se anega en el tiempo lineal que corresponde a la Historia.

Giorgio Agamben, comentando las Tesis sobre la filosofía de la Historia de Walter Benjamin, ha confrontado el cuadro de Paul Klee titulado Angelus Novus, con el Ángel de la Melancolía, grabado por Durero. Si el primero representó para Benjamin al ángel de la Historia, el segundo es para Agamben la encarnación del ángel del Arte. «El ángel de la Historia -ha escrito Agamben-, cuyas alas se han enredado en la tempestad del progreso, y el ángel de la estética, que fija las ruinas del pasado en una dimensión intemporal, son inseparables. Y hasta que el hombre no encuentre otra forma de conciliar individual y colectivamente el conflicto entre lo viejo y lo nuevo, apropiándose así de su propia historicidad, parece poco probable que se produzca una superación de la estética que no se limite a llevar su desgarro hasta el límite»

La relación -y contradicción- entre Arte e Historia que estas palabras de Agamben definen, ¿no se corresponde acaso con el tema esencial que late en el fondo de la obra cinematográfica de Andréi Tarkovski?

Víctor Erice

29.12.06

Andrei, veinteañero de la inmortalidad (1)

Hace veinte años (existe la duda si fue un 28 un 29 o un 30 de diciembre) Andrei Tarkovski paradójicamente nació a la inmortalidad a través de su muerte. Pero si alcanzó aquella condición privilegiada es únicamente por su obra en vida: Siete películas de largometraje que son como siete cirios brillando en el oscurantismo de la época soviética que le tocó vivir y que se prolonga de algún modo en el materialismo de la nuestra: La Infancia de Iván, Andrei Rublev, Solaris, El Espejo, Stalker, Nostalghia y el Sacrificio (aunque las dos últimas se vió obligado a hacerlas en un doloroso exilio).

Tengo la certeza de que no ha habido en la historia del cine ningún otro director que haya alcanzado a la vez tal altura, profundidad y exigencia en el ejercicio de su arte. Creo además que su primera patria no fue su Rusia maternal, sino la espiritualidad que se nutrió de su seno y que quedó plasmada en el celuloide con un vigor sin par. Pero no solo ahí... también hay que leer a Tarkovski. Sus escritos contienen páginas luminosas que abarcan temas universales, especialmente "Esculpir en el Tiempo", donde explica su altísima concepción del cine y de la creación artística en general, libro que recomiendo vehementemente.

Como sin duda Tarkovski es el artista que más ha marcado mi vida, a modo de homenaje iré subiendo en estos días algunos textos que considero interesantes y que me han llegado desde un foro dedicado a su figura (gracias al amigo Danny y a www.andreitarkovski.org). Para comenzar transcribo el prefacio escrito por el cineasta español Víctor Erice (El Espíritu de La Colmena, El Sur, El Sol del Membrillo, etc) a un libro de Rafael Llano consagrado al maestro ruso (Andrei Tarkovski, vida y obra).

"Veinte años después de su muerte, al evocar la figura de Andréi Tarkovski, una pregunta me asalta: ¿qué queda en el cine contemporáneo-en la memoria de los espectadores, en la consideración de críticos y profesionales, en el interés de las nuevas generaciones- de todo aquello que sus siete largometrajes, paso a paso, con tanta intensidad, construyeron? La respuesta, probablemente, encierra más de un sentido, al que no es ajena la más reciente evolución política y social del mundo, y muy particularmente la del país al cual el cineasta perteneció. Más allá del carácter de dicha evolución (que ha producido, por un lado, la quiebra completa del llamado socialismo real; y por otro, la globalización que ha arrastrado consigo toda clase de mercados y soberanías nacionales), el paso de los días no ha hecho otra cosa que agudizar los síntomas de la enfermedad moral de nuestra civilización, la misma que Tarkovski denunció: de ahí la esencial vigencia de su obra.

Tarkovski continúa siendo un ejemplo del cineasta de culto por excelencia, cuyo recuerdo permanece fundamentalmente a través de sus películas, pero también gracias al esfuerzo de una minoría de fieles seguidores extendida por el mundo entero, entregados a la tarea demantener vivo su legado. Este libro -Andréi Tarkovski: el cine, icono de la revolución pendiente- de Rafael Llano, constituye una prueba elocuente de dicho empeño, que adquiere además un especial valor por el hecho de publicarse en España, donde los filmes de Tarkovski no lograron en general el reconocimiento que merecieron en otros países europeos (Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, etc.).[...]

Andréi Tarkovski sostuvo siempre una mirada crítica radical, a menudo intransigente, sobre el cine en particular y la cultura de su época engeneral. El cinematógrafo no fue para él, en primer término, una profesión, sino ante todo una vocación y una forma de arte. Como tallo vivió hasta el fin de sus días, con un acento de sinceridad y exigencia absolutas, haciendo de él una causa con resonancias religiosas. Habló del oficio de dirigir películas como de un acto de dignidad; del arte como una forma de plegaria. En un mundo tan desacralizado como el actual, se comprende que su figura haya fascinado e irritado a partes iguales.

Perteneciente a la generación de cineastas soviéticos que rodaron sus primeras obras al amparo de la reforma política suscitada, en febrero de 1956, por el XX Congreso de Partido Comunista de la URSS, las películas que logró hacer, producidas entre 1960 y 1984, surgieron de forma intermitente, en medio de largos periodos de obligado silencio, siendo estrenadas algunas de ellas lejos de la fecha de su realización. Todas permanecieron al margen no sólo de los cánones del realismo socialista, sino también de la vanguardia soviética de los años 20 del siglo pasado, en la que el cine desempeñó un papel protagonista, y que posteriormente sería aniquilada por la burocracia estalinista.

En la hora del deshielo ideológico y cultural, Tarkovski se distanció de sus compañeros de generación para llevar a cabo una reivindicación de la cultura anterior a la Revolución de 1917, encarnada sobre todo por la gran literatura del xix. Su elección tenía un sentido evidente si recordamos que fueron los escritores de ese periodo (Pushkin, Gógol, Dostoievski, Tolstói...), los que primero proporcionaron a la cultura rusa una dimensión universal, y que sus obras, en sus más célebres ejemplos, encontraron de forma heterodoxa una honda raíz espiritual en la ética cristiana.

Pese a encarnar en los comienzos de su carrera la modernización del cine soviético, Tarkovski apareció pronto como el heredero de esa tradición decimonónica. Más que una ruptura abierta con el presente, lo que en principio su elección pretendía era reestablecer unos lazos con el pasado, demostrando que la continuidad de la historia y la cultura rusa, al margen del eterno debate entre lo viejo y lo nuevo, nunca había dejado realmente de existir. Se comprenden los problemas que esta tentativa le ocasionó, su forcejeo con una burocracia estatal que, a partir de determinado momento, puso entre paréntesis su trabajo, sometiéndole a muy duras pruebas. Salvo excepciones, las películas que realizó en la URSS, clasificadas muchas de ellas por la Administración en la "categoría C" (sólo unas pocas copias, para un pequeño número de proyecciones casi confidenciales), fueron acusadas de formalismo -de elitismo también- por los celosos guardianes del discurso oficial. Un juicio -todo hay que decirlo- apenas distinto del que, con frecuencia, la sociedad capitalista les reservó.

No es extraño que, tanto en su vida como en su obra, Tarkovski haya dado vueltas una y otra vez a las distintas formas del exilio. El que vivió en Europa a partir de 1983 estuvo presidido por la gran nostalgia de su tierra natal, a la que se sumaba la dificultad para adoptar los modos de un cineasta cosmopolita -como los logrados, por ejemplo, por su compañero y amigo Andréi Konchalovski-, y que procedía de su falta de creencia en un arte internacional desligado de sus raíces originales. Esta es la razón que puede explicar tanto su resistencia a asumir el papel de disidente -él negaba que realmente lo fuera- como su reiterada confesión de ser, ante todo, un artistad eseoso de servir a su país.

La personalidad de Tarkovski no podía ser asimilada fácilmente a ninguna filosofía doctrinaria ni encerrado dentro de los estrechos límites de una ideología. En este sentido, se sintió tan alejado del comunismo soviético como de la sociedad de Mercado occidental: a ambos acusó de una falta grave de espiritualidad, de un culto al materialismo más ramplón".

Continuará...

21.12.06

16.12.06

Vaticinios

Sobre el futuro de los blogs y otras pulgas informáticas (está en francés, lo siento)

http://www.lemonde.fr/web/article/0,1-0@2-651865,36-845927@51-824668,0.html

14.12.06

Pinochet y su "obra"

Hoy escribí "Pinochet" en el buscador de youtube y me salieron 877 referencias.

Miré unos cuantos videos y de ellos me llamaron la atención cuatro. En el primero se observa la agresión de la que fue objeto una periodista española por parte de un grupo de enardecidos pinochetístas. Elocuente:

El segundo pretende ser una especie de homenaje al dictador al que solo le falta decir abiertamente: "gracias por los miles de muertos, de desaparecidos y de torturados". Si logra aguantarse los primeros minutos el revoltijo de estómago, se caerá de espaldas cuando oiga "Imagine" de John Lennon acompañando imágenes del finado:

Y por último estos dos para contrastar lo anterior:


Y uno de feria para meditar:

Sabiduría indígena

Había declarado cerrado este sitio, sin embargo tal vez todavía pueda cumplir una función importante: la de referir. Así que aún lo utilizaré para ello.

Mi amigo Julio me ha enviado la dirección de un refrescante sitio dedicado a la sabiduría indígena:

http://www.indigenouspeople.net/ipl_final.html

12.12.06

Deliciosa Trufa

Imposible no volver para compartir con algún eventual lector o lectora el hallazgo de esta trufa debida a Gus Van Sant y William Burroughs

http://www.youtube.com/watch?v=C7Z_08o108E

11.10.06

Devolver el silencio

Es como si tanta palabra intrascendente tratando de salvarse del olvido al que otros y yo mismo las habíamos condenado hubiera terminado por enfermarme. Es como si la palabra trascendente de otros me hubiera escrito la receta de la cura. Y ésta, como suele ocurrir con las indigestiones, la estoy alcanzando gracias a un gran vómito. No una amalgama de alimentos ingeridos y jugos gástricos, sino una devolución del silencio.

“Volver al silencio” podría ser un hermoso refrán para una campaña política. Pero también lo es “devolver el silencio”. En un tiempo de absoluta vulgaridad que se manifiesta de las formas más diversas e insidiosas, esa hoja de ruta me parece la única digna de ser seguida, en todo caso es la senda que me conviene personalmente. Por ello, estimado lector o lectora, está usted leyendo mis últimas palabras en este blog ya que he decidido volver al silencio, como se vuelve a la tierra a cultivar frutos.

El blog quedará como un puente hacia otros sitios que hasta el momento he frecuentado así como hacia mis otros dos blogs que seguirán funcionando a ritmo pausado: Cosas de Jota y Tinta y Luz. Sin embargo, este último será dedicado en lo sucesivo únicamente a la fotografía, será en estricto sentido un fotoblog. La imagen es muda y pienso que, contrariamente al conocido refrán, no es que ella tenga la capacidad de decir más que mil palabras. No, no dice una sola… Es puro silencio, un silencio que no es ni mejor ni peor que cualquier charanga, pero que, al igual que la muerte, no emite ni medio decibel.

Gracias a los que se acercaron, gracias a los que me leyeron, gracias a los que comentaron o me enlazaron, gracias en especial a Julia que me alentó en esto del blogueo… Perdón a los que se durmieron y no soñaron. Ciclos del Sueño termina aquí porque algún día hay que despertar.

1.10.06

Breves reportes

Leí por ahí que el concierto que dio Madona en Amsterdam el mes pasado estuvo a punto de ser anulado por una falsa alerta de bomba. Lo increible del caso no es que el autor de la alerta fuera descubierto porque llamó de su propio celular (lo cual es más bien risible), sino porque se trataba nada menos que de un cura de 63 años. Esto ilustra bastante bien que hay intolerantes de todas las religiones, edades, peligrosidades.... e IQs.

El pasado 20 de setiembre murió el gran maestro de la luz... Sven Nykvist, director de fotografía de parte importante de las películas de Ingmar Bergman. Su filmografía es realmente impresionante e incluye obras maestras tales como Persona, Gritos y Susurros, Sonata de Otoño (todas de Bergman), El Sacrificio (de Andrei Tarkovsky) y Crímenes y Delitos (de Woody Allen), entre muchas otras. Es sin duda una gran pérdida y la noticia de su muerte me ha realmente entristecido. Junto con Nestor Almendros y Henri Alekan era para mí un grande entre los grandes. Lamentablemente para los tres la luz de este mundo ya se ha extinguido.

En el último post incluí una toma para un video que dicho sea de paso terminé anteayer. Sin embargo, no podía saber que solamente cuatro días después de que lo pusiera aquí, la cámara con que la filmé iba a ser sustraida sin efracción de las instalaciones de la productora para la cual suelo trabajar como “free lance”. Aunque no era mi cámara personal, sino la de la empresa, me perturbó mucho ese evento porque los delincuentes se metieron en mi oficina solamente unos minutos antes de que yo llegara y se la llevaron junto con aditamentos tales como lentes, baterías y micrófonos. Fueron miles de dólares en pérdida, pero dichosamente el equipo estaba asegurado. A pesar de ello eso nos ha traido inconvenientes y atrasos diversos. Además, me horroriza imaginar la forma chambona en que su ilegítimo dueño subsiguiente pueda manipular un instrumento de tanta fineza y precisión. Moraleja terrible que no quisiera nunca aprender: Desconfiar mucho de los visitantes desconocidos que encuentran mil y un ardides para hacer de las suyas. En nuestro caso entraron a la empresa sin problema alguno haciéndose pasar por técnicos en telefonía. A nadie se le ocurrió sospechar nada porque casualmente sí había una línea de teléfono que había que arreglar... justamente en mi oficina. Además, se conjugaron factores absurdos como el hecho de que no había papel higiénico en el baño y la jefa mandó al guarda a ponerlo justamente cuando estaba vigilando a los visitantes. Fue durante los cinco minutos que no les puso el ojo que audazmente se llevaron la cámara.

El miércoles pasado fue mi cumpleaños (43). Google me felicitó antes que mi propia madre porque cuando abri el buscador temprano por la mañana vi que una de las O tenía forma de pastel de cumpleaños. No negaré que el robot googliano que hizo esa trasformación especialmente para mí me sacó una sonrisa... ¡Qué patético!

19.9.06

Chepito Jerez o la picardía del bajureño

La siguiente es una simple toma para un video que estoy haciendo. Como se trata de un video institucional y lamentablemente habrá muy poco espacio para incluirla en su totalidad, he decido subirla aquí para compartirla, ya que retrata a un personaje con mucho sabor y picardía. Con ustedes Chepito Jerez:

17.9.06

Teléfono chocho

Sobre el polémico discurso papal en la Universidad de Ratisbona

¿De qué se indignan los musulmanes? Hasta donde veo el Papa sencillamente estaba hilvanando un discurso muy teológico sobre la relación entre fe y razón. Como punto de partida citó un viejo escrito del emperador bizantino Manuel II Paleólogo en el que relataba sus discusiones con un erudito persa. El emperador le hizo al erudito una pregunta que el mismo Papa califica de sorprendentemente brusca: “Muéstrame lo que Mahoma a aportado de novedoso, no encontrarás más que cosas malas e inhumanas, como el derecho a defender por la espada la fe predicada”. La frase sacada de su contexto puede parecer tendenciosa y gratuita, pero dentro del texto papal no es más que la estación inicial para desarrollar un discurso mucho más basto y rico que ni siquiera está destinado a tomar una posición particular con respecto al islam.

Encuentro mucha precipitación y hasta mala fe de parte de los musulmanes que han salido a hacer tanta alaraca con este asunto. Además, los que han acudido a la violencia no han hecho más que hacer un poquito realidad la prejuiciada concepción expresada por el emperador bizantino (y no es porque el Papa la haya citado que necesariamente la está avalando, sobre todo en el contexto de un discurso académico). Pero aquí hay que tener mucho cuidado con las amalgamas: el islam no es el islamismo, así como el catolicismo actual no es el de los cruzados ni el de la inquisición. Y hay que cuidarse también de no caer en el juego de los “cabezas calientes” que por un motivo u otro quieren sacar provecho político y religioso del malentendido.

El asunto me recuerda sobre todo aquel juego infantil del “teléfono roto”: un grupo de niños sentados en círculo se pasan de boca en boca un mensaje. Cuando el mensaje llega al emisor ha cambiado radicalmente en su forma y hasta en su contenido. Ese juego en francés se llama curiosamente “teléfono árabe”. Aplicado a este caso cabría llamarlo con irónica propiedad “teléfono musulmán”.

Lo mejor para aplacar estos malentendidos es siempre ir a la fuente y la fuente está en el sitio internet del Vaticano donde se puede leer el discurso papal. Quedarse con lo que la prensa ha dicho es ampliamente insuficiente porque la misma prensa ha sido víctima de la adulteración del mensaje y con ello el problema no ha hecho más que agravarse, a pesar de las disculpas papales sobre un asunto acerca del cual, en el fondo, no tendría por qué disculparse.

15.9.06

Desfile de Faroles

Nunca les presté mucha atención porque siempre los vi como uno más de esos ritos institucionales impuestos desde la oscura sapiencia que igual pretende que vayamos una vez por semana a misa o bien que nos paremos firmes en todo momento y lugar si por casualidad llegan a nuestros oídos las notas del himno nacional. Un imperativo que surge más de la autoridad del entorno social que de la naturalidad de la convicción propia, aunque reconozca el sentido y la importancia de una independencia que nos cayó del cielo. Pero claro está: a diferencia de otros ritos patrioteros, el desfile de faroles tiene algo de poético con sus lucesitas tricolores... lo que les da un toque japonés o chino que los hace un poco más potables a mi sentido estético.

Sin embargo, ayer me sentí algo nostálgico pensando en todos esos niños desfilando con sus faroles, sin siquiera suponer que muy probablemente sea el último desfile que guarde un poco de sentido antes de que la cortina de hierro del TLC se abata sobre la poca soberanía real que aún nos queda. Si las cosas siguen su curso actual, el próximo año a estas alturas el TLC habrá sido aprobado y habrá entrado en vigor. Entonces, a pesar de las libertades que muchos comerciantes y empresarios encontrarán para ejercer su negocio y de los beneficios que algunos trabajadores y ciertos consumidores puedan lograr, el país, como un todo, habrá perdido mucha de su libertad. En esas condiciones la celebración ritual de la independencia será aún más vacío... tan vacío y hueco como un farol sin luz.

24.8.06

Sin pelos en la lengua

Ampliamente documentado, el informe de Amnesty International (todo lo contrario de la típica amnesia internacional) sobre el reciente conflicto en Oriente Medio califica muchas de las acciones militares de ambos bandos como "crímenes de guerra" que requieren la acción de la jurisdicción internacional contra los individuos responsables. Pero el informe cuestiona particularmente al ejercito israelí por el uso desproporcionado e indiscriminado de la fuerza en territorio libanés. Ojalá se le de a este informe la difusión que merece y se escuchen sus recomendaciones.

20.8.06

Las Peras del Olmo


Quisiera aprovechar este espacio para recomendar la visita de la exposición virtual "Las Peras del Olmo", que retoma la exposición que hicieran las artistas nacionales Carolina Córdoba y Sila Chanto hace ya varios meses en el Museo de Arte Costarricense. En esa oportunidad ellas presentaron al público el producto de una detallada investigación sobre la obra de la grabadora Emilia Prieto y obtuvieron por ello un Premio Nacional en artes plásticas. Ahora, gracias al sitio de Red Cultura, tenemos la oportunidad de repasar virtualmente dicha exposición. Especial mención requiere el hermoso trabajo de diseño y adaptación para la Web de Carlos Zegarra.

15.8.06

Requiem por mi disco duro

Los ciclos de vida tanto para ciertas especies animales como para algunos componentes digitales es corto. Cinco años en la existencia de un disco duro signifícan la tercera edad... seis años la muerte. Esta semana he pasado por el dolor de darle sepultura al corazón de mi computadora Nº1 (La Nº2, mi "chuzo" de trabajo, está en plena adolescencia y sigue carburando a todo dar).

Dichosamente la clonación en el mundo digital, más que una realidad moralmente deseable, es un asunto vital, así que desde que percibí las primeras señales de fatiga hace unos meses, hice un amplísimo "back up" de todos los documentos que con el tiempo había ido acumulando o produciendo. Así que no fue mucho lo que se perdió. Parte importante de lo que se salvó fueron los 6 o 7 gigas de MP3 "adquiridos" en la mejor época de Napster. Aún no he comprado un nuevo corazón-memoria para mi número 1, pero tengo ganas de aprovechar el momento para hacerle un serio "up grade" a su procesador (que ya es un viejito que camina lento) y para dotarla también de mucha más memoria.

Esto no es más que un hasta luego fiel camarada. Tu reencarnación está programada.

Formas de parcializar el entorno

Llama la atención cómo en nuestro país se proponen ideas y se realizan actos que responden a una visión parcial y hasta oportunista de la realidad, y esto se hace sin ningún rubor. Dos ejemplos recientes:

1- El presidente Arias le solicitó a Chile que vinieran expertos del gobierno de ese país a contarnos su maravillosa experiencia con el TLC. ¿Porqué no hacer venir también a representantes de los campesinos mexicanos que han tenido que dejar sus cultivos y sus tierras luego de la entrada en vigor del tratado de libre comercio entre Mexico y Estados Unidos para que nos cuenten su amarga experiencia?

2- Estos días que se desató la violencia en Oriente Medio, la cadena de televisión Amnet está proponiendo un nuevo canal de pago, pero por el momento se puede ver libremente. Se trata de un canal israelí y las veces que he tenido ocasión de sintonizarlo solo he visto reporteros en zonas de guerra. Todo lo que dicen lo dicen en hebreo y no hay ningún tipo de subtítulo. A parte de la comunidad judía no veo a quién pueda interesar ese canal. Pero por otro lado ¿No hay acaso en nuestro país una comunidad libanesa posiblemente tan grande como la judía? ¿Porqué no un canal de esas tierras, o bien Al-jazeera (la CNN árabe según algunos)?

10.8.06

Wafa Sultan


wafa sultan
Vídeo enviado por phatt

Me pareció interesante este video de la televisión árabe Al-Jazeera, donde Wafa Sultan, psicóloga árabe-norteamericana, mantiene un discurso sumamente fuerte contra el Islam. No creo que en muchas televisoras de los países occidentales, un discurso semejante contra la Iglesia Católica sea posible.

Sin embargo, por haber hablado como habló, Wafa Sultan vive actualmente bajo amenaza de muerte.

Nota: Si el video se entrecorta, recomiendo ponerlo en pausa mientras se carga y luego dejarlo correr.

9.8.06

Esperanzas en ruinas en el campo de los moderados

Siguiendo con la serie de traducciones de artícuos que me he propuesto, hoy dejo éste de Amos Gitai, mi cineasta israelí preferido. Aclaro que busco presentar puntos de vista planteados desde perspectivas y modos narrativos que no son los de los fríos analistas geopolíticos. Si bien leo también ese tipo de artículos, siempre me dejan una impresión de inhumanidad porque sus autores pareciera que estuvieran analizando las tácticas de un encuentro de fútbol o una partida de ajedrez y no un conflicto donde mueren gentes y se destruyen países. Más me interesan aquellos textos escritos desde una perspectiva humana y personal. Tal es mi línea editorial por decirlo así, aunque con ello no quiero expresar que necesariamente esté de acuerdo con todo lo que escriben estos autores.

Estar en Haifa, mi ciudad natal, estos días, escuchar las sirenas de alarma, y los misiles que caen, es una experiencia que no tiene nada de intelectual. Es, al contrario, sentir físicamente cuánto ser un ciudadano de Oriente Medio significa también ser parte de un gran ritual de esta región, que consiste en derramar la sangre de su pueblo a intervalos regulares.

La única pregunta que se puede plantear es ¿Porqué? ¿Cuántas de esas víctimas todavía, y cuántas destrucciones serán necesarias para que aquí se comprenda que esta danza de muerte no rima con nada?

El conflicto actual demuestra al menos una cosa: que el Oriente Medio estaba estos últimos tiempos en el camino de la calma y la reconciliación. De forma trágicamente repetitiva y previsible, los extremistas intervienen cada vez que algún progreso se logra hacia la paz y lo destruyen por la fuerza.

Basta devolverse algunos años en el tiempo para darse cuenta de eso: Desde el momento en que Itzhak Rabin dio orden al Tsahal de retirarse de Jenine y Naplusa hubo una ola de atentados en los buses de Tel Aviv. Del lado de los terroristas, cada avance hacia la paz es interpretado como un signo de debilidad, la ocasión de demostrar su potencia atacando a Israel.

Es así que han minado el campo de los moderados israelíes. Durante este tiempo, ni los israelíes ni los palestinos han tenido tiempo de resolver sus problemas cotidianos, humanos, que existen aquí como en cualquier otra parte del mundo, los problemas de pensiones o de salarios mínimos. El conflicto impide todo avance social. Hay que cuidarse de no hacer la amalgama entre el conflicto principal entre israelíes y palestinos y los enfrentamientos entre Israel y los países árabes. El primero es el conflicto esencial, porque la tierra pertenece a los dos pueblos y hay que encontrar un medio de vivir juntos.

Para nosotros, los israelíes de izquierda, la guerra que vivimos en este momento es particularmente compleja sobre el plano político. Desde hace años por medio de artículos, libros y películas, hemos buscado demostrar que la solución es el retiro de los territorios ocupados. Sin embargo, cuando Israel se retiró de Gaza y del Líbano, fue exactamente cuando el Hezbollá atacó. En cambio, en la parte del Golán que se mantiene ocupada todo está en calma.

Ya sabemos lo que la derecha israelí va a decir: retirarse no es la solución. Por mi parte, creo que Israel debería continuar su retirada, e incluso que la coexistencia pacífica no es solamente una esperanza lejana: ella ocurrirá finalmente. Pero esperando ese momento, la lucha contra el Hezbollá no tiene una solución “políticamente correcta”.

¿Se puede verdaderamente calmar una organización religiosa feroz, que se apoya en una ideología perfectamente irracional, por la moderación y la diplomacia?

La particularidad del conflicto de Medio Oriente es que está íntegramente filmado. Es el conflicto más mediatizado del planeta, es la serie preferida del mundo entero. Una serie sin fin, donde los buenos y los malos intercambian con regularidad sus papeles.

Hacer cine en este contexto es un verdadero desafío: constantemente se deben poner las cosas en perspectiva, hay que mantenerse racional, a pesar de la tormenta, a pesar de las inquietudes personales.

Ser a la vez ciudadano y cineasta en este contexto es un asunto de esquizofrenia, pero yo creo profundamente que el cine no debe ser el noticiero de la noche, que él tiene por función desmantelar la simplificación de la mediatización.

A fin de cuentas, no debe nutrir el odio, sino la comprensión.

Amos Gitai

8.8.06

Esos amigos que empujan a Israel al abismo

Como en nuestro país noto una ausencia casi total de análisis y colaboraciones sobre el conflicto en Oriente Medio tanto en la prensa escrita como en blogs, he decidido comenzar a traducir yo mismo artículos de la prensa francesa, principalmente de "Le Monde", que tanta atención le presta al problema. Hoy les dejo éste texto del afamado escritor marroquí Tajar Ben Jalloun.

Puede ser que la amenaza más seria que pesa sobre Israel sea la paz, incluso una paz justa y durable, una paz hecha de reconocimiento mutuo entre dos Estados vecinos, una paz que sería la aceptación de la realidad, no del fantasma, sin mitos. Ahora bien, la realidad es compleja, es difícilmente controlable en su totalidad, rehúsa plegarse a los deseos de dominación e incluso de humillación, por el momento ella está acaparada por furores impacientes, crueles y extremos. Es una realidad marcada por lo trágico, por el odio, por el racismo y por el engranaje de la venganza.

Hay que decir las cosas fríamente, pero como ellas son, por lo menos de la forma como son vividas por el mundo árabe: Los israelíes en su mayoría no tienen ningún deseo de vivir al lado de los Palestinos porque las heridas graves y los rencores se han acumulado, porque los malentendidos históricos no han sido jamás aclarados, porque las guerras han castigado a todo el mundo. Los Palestinos, en razón de ocupaciones feroces y de destrucciones brutales, no tienen el más mínimo deseo de compartir el pan y de creer que vivirán en paz con un enemigo que ha construido un muro de concreto, un muro de odio, y que jamás a cesado de perseguirlos y de impedirles existir en el sentido banal y vital del término.

Existir, es poder disponer de un Estado con fronteras continuas y seguras, es poder ir a la escuela y luego a la universidad, es poder hacer proyectos para el futuro, es tener un pasaporte, es viajar, tener una policía, un ejército, es construir rutas, hospitales, parques, guarderías infantiles, casas... sin pensar que un día ellas serán barridas por los tractores que se ensañan con sus habitantes porque se sospecha que forman parte de la resistencia a la ocupación.

Existir, para Israel, es tener fronteras seguras y reconocidas, tener garantías para la seguridad de sus ciudadanos, es no ver más kamikazes explotar en un restaurante o dentro de un bus, matando inocentes, es no temer ser blanco de misiles lanzados desde el otro lado de la frontera, es arreglar de una vez por todas este problema de vecindad restituyendo los territorios ocupados a cambio de la paz, liberando los prisioneros, haciendo un gran esfuerzo por renunciar a la leyenda del Gran Israel, es cesar de endosarle a los pueblos árabes el crimen contra la humanidad que fue el Holocausto, por memoria perpetrado en nombre de una ideología europea, es finalmente aceptar ser un Estado cuya normalidad no es una enfermedad.

Lo que ocurre desde hace tres semanas en el Líbano y también en Gaza no es una guerra, es simplemente un grave error político y militar. No se mata gente inocente porque se sospecha que protegen elementos del Hezbollá. No se rechazan un cese del fuego y las negociaciones bajo patrocinio de una instancia neutra, las Naciones Unidas.

Esta intransigencia hace que Israel caiga en la trampa del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad que quisiera verlo desaparecer. Esta locura desgraciadamente ha encontrado un eco ensordecedor en poblaciones dispuestas a batirse contra el sionismo. El discurso de este iraní no parece ser un desliz.

La política de ocupación israelí a hecho nacer y desarrollarse un antisemitismo en una parte significativa de la población árabe. Hay que recordarle a los dirigentes de los países árabes que el racismo jamás hizo disminuir una injusticia, que el problema israelí-palestino es un problema colonial y no una cuestión religiosa que opone judíos a musulmanes. El mundo árabe debería luchar contra todos los racismos si quiere ser digno de crédito y escuchado. Judíos y musulmanes han vivido en una bella simbiosis social y cultural, en Marruecos principalmente, como bien lo ha descrito el historiador Haïm Zafrani.

Israel cae también, pero voluntariamente, en el engranaje político desastroso de G.W. Bush. Es conocido que desde siempre Estados Unidos a respaldado sin falla al Estado de Israel, pero a veces hay que saber escoger sus amigos. Bush no puede ser algo positivo para esta región. Contrariamente a Jimmy Carter y a Bill Clinton, él no tiene ningún deseo de ver concretarse un proyecto de paz. Bush está poseido por el odio hacia el mundo árabe-musulmán porque es incapaz de comprenderlo y menos aún de respetarlo. Es necesario que algún día la justicia se interese en los crímenes cometidos en nombre de la política de ese presidente; su arrogancia y su fanatismo han causado centenas de miles de víctimas en Irak y, hoy, por su apoyo sistemático a la política de Sharon y actualmente de su sucesor, él es también responsable de centenas de civiles muertos por las bombas que le hace llegar a Israel.

En este sentido, es tiempo de detener las matanzas. Es tiempo de despedir a la muerte que sorprende en su sueño familias que no han hecho nada ni contra los Israelíes ni contra los Palestinos. Es tiempo de salvar a Israel de sí mismo, de sus amigos que lo empujan al abismo. Si continúa su aventura con la misma saña y cometiendo los mismos errores, una cosa es segura: jamás conocerá la paz, aquella que reclaman la mayoría de sus ciudadanos, aquella defendida valientemente por una minoría de intelectuales judíos en el mundo, aquella que necesita Palestina para renacer y existir.

Ahora bien, para salvar a Israel, es necesario que acepte transformarse en un Estado como los otros, viviendo finalmente en una normalidad hecha de cotidianeidad e incluso de banalidad, lo que posiblemente sea la base de las cosas esenciales, las cosas de la vida. Es esta normalidad que reclama Palestina. El extremismo que está en el poder hoy ha sido posible porque la política israelí a cerrado las puertas, todas las puertas de la coexistencia.

Con una verdadera paz, este extremismo se consumirá por sí mismo cuando no tenga ninguna razón de existir.

Tajar Ben Jalloun

7.8.06

Sobre el conflicto en Medio Oriente

Comienzo a sentirme muy distante de aquellas personas que dicen que "no se trata de apoyar los bandos en lucha" y que todo se arregla con una oración por la paz. Quienes así piensan encuentran una forma fácil y barata de comprarse una buena conciencia y de descargarse de la responsabilidad de abrir los ojos sobre lo que sucede, sin percatarse que de ese modo le hacen el juego al bando más fuerte e injusto. Además, estas personas generalmente no concretan ninguna iniciativa propia y todo lo hacen en reacción a quienes escriben o se manifiestan denunciado actos criminales. No recuerdo tampoco que ellas pidieran ninguna oración por la paz cuando el conflicto se circunscribía a los territorios palestinos y no desbordaba al Líbano como ocurre actualmente. En esa medida sus posición me parece bien inconsistente. También me pregunto: ¿Habrían dicho lo mismo estas personas frente a Hitler o cuando en Sudáfrica se luchaba de otro modo contra el apartheid? Aunque la guerra a menudo sea una completa estupidez, a veces lamentablemente sí se justifica porque lo que está en juego es enorme y en esa lucha un bando lleva más razón que otro aunque no sea de nuestra total simpatía. En otras ocasiones algunos, en su obsesión patológica por la neutralidad, olvidan la existencia de un tercer bando que es el más afectado: el de los civiles inocentes. En el caso de medio oriente la protección de ese bando merecería la amplia intervención de una fuerza internacional que imponga la paz aunque sea por la fuerza tal como lo hizo en los balcanes. En 1947 la ONU, con buenas intenciones pero con poca visión ejecutiva, dividió de forma antojadiza la Palestina permitiendo la creación del estado de Israel, estado que ha irrespetado a través de los años más de 45 resoluciones de aquel mismo organismo. Hoy, la ONU debería asumir las consecuencias de su acto y frenar de una buena vez la política avasalladora y guerrerista de Israel, que si bien en el pasado se vió repetidas veces atacado, actualmente hace la guerra de la forma más irresponsable.

Hay quienes justifican la barbarie israelí (como Gutiérrez Góngora el otro día en las páginas de la Nación) diciendo que la lucha de Israel es la de civilización occidental contra la "amenaza global" representada por el fundamentalismo islámico de los persas. De propaganda anti-iraní ya tenemos suficiente por boca de Bush, como para que sus acólitos locales vengan a escribirnos tonterías con bilis en vez de tinta. Uno de sus argumentos preferidos es que tenemos más que ver con la forma de vida en Israel que con la que tienen en Irán. Si hemos de pasarnos de ayatolás, no por ello deberíamos identificarnos con el sionismo pendenciero; ni con la pseudo democracia de un país donde si usted es "árabe israelí", a pesar de que pueda ser elegible se le niegan otro montón de derechos y ayudas sociales; ni con su historia contemporánea que permitió la desaparición de 450 poblados palestinos dentro de sus fronteras; ni con su “justicia” que permite la tortura; ni con su legislación descarada para apropiarse en pocos meses de todas las tierras y propiedades dejadas por los palestinos (la llamada "ley de ausencia"); ni con el fenómeno de los poblados palestinos “no reconocidos” que por esa causa viven en condiciones medievales ya que el estado israelí, a pesar de tenerlos dentro de sus fronteras, no se ocupa de brindarles ningún tipo de infraestructura. En definitiva, no veo qué tiene que ver esta otra forma de oscurantismo con las pretendidas “luces” de occidente. En cambio, el modo como los israelíes tratan a los palestinos se me parece más al que tenían los nazis con respecto a los propios judíos en el ghetto de Varsovia por ejemplo.

Ciertamente los iraníes, supuestamente implicados actualmente en el conflicto a través de hezbollá, no son santos a pesar de su teocracia. Así lo demuestran cuando dicen que la solución está en rayar a Israel del mapa. Tal idea nos repugna, sin embargo reconocemos que al menos no son tan hipócritas como los israelíes que no dicen que quieren rayar a los palestinos del mapa, pero que sí hacen todo para cumplir con ese propósito: Desde hace más de medio siglo lo estamos viendo... ¿Hasta cuándo vamos a abrir los ojos a la realidad de ésta política que solo ha logrado radicalizar el conflicto hasta la locura? Es necesario ver que el carburante para el actual conflicto en el Líbano no surge tanto de lo que hace el hezbollá (aunque tengan una cuota de responsabilidad), sino principalmente de décadas de inequidades cometidas por los israelíes en contra de los palestinos.

Le pediré a todos los Budas por la paz, pero también por la verdad y por la justicia y no por ello olvidaré denunciar el terrorismo en todas sus formas, especialmente cuando asume la forma de terrorismo de estado por ser la más peligrosa. Creo que si todos hicieramos eso, la paz tendría aún más oportunidades porque manifestarse y denunciar las atrocidades cometidas y defendidas por quienes tienen nombre y apellido quizás sea una forma más eficaz de hacer circular energías positivas.

27.7.06

En defensa del pueblo palestino

Trascribo aquí íntegra (en todas las aplicaciones de la palabra) la carta que han suscrito y publicado en diferentes medios y en días recientes cuatro grandes intelectuales de nuestro tiempo (dos de ellos premios nobel de literatura... y por lo visto mucho más consecuentes con la paz que nuestro propio nobel, el presidente Arias). Es necesario comenzar a decir las cosas como son y estos señores lo están haciendo.

John Berger, Noam Chomsky, Harold Pinter y José Saramago

"El último capítulo del conflicto entre Israel y Palestina comenzó cuando las tropas israelíes cogieron a dos civiles, un médico y su hermano, en Gaza. Un incidente escasamente contado, excepto en la prensa turca. Al día siguiente, los palestinos cogieron prisionero a un soldado israelí -y propusieron negociar un intercambio con prisioneros tomados por los israelíes: hay aproximadamente 10.000 en cárceles israelíes.

Que este secuestro sea considerado un ultraje, mientras que la ocupación militar ilegal de Cisjordania y la apropiación sistemática de sus recursos naturales -principalmente, el agua- por las Fuerzas de Defensa (!) israelíes sea considerado como un hecho lamentable pero real, es típico del doble baremo que emplea repetidamente Occidente en cuanto a lo que acontece a los palestinos en los territorios que les fueron asignados por acuerdos internacionales durante los últimos 70 años.

Hoy un ultraje se sucede a otro; misiles improvisados se cruzan con otros sofisticados. Estos últimos, generalmente encuentran su objetivo situado donde los pobres viven desheredados y abarrotados, esperando lo que en un tiempo se llamó Justicia. Los dos tipos de misiles desgarran cuerpos horriblemente, ¿cómo pueden los jefes militares olvidar esto por un solo momento?

Cada provocación y contra-provocación es contestada y aireada. Pero las discusiones subsiguientes, las acusaciones y las promesas, todas ellas, sirven como una perturbación para distraer la atención mundial de una larga práctica militar, económica y geográfica cuya intención política es nada menos que la liquidación de la nación palestina.

Hay que decir esto alto y claro ya que esta práctica, declarada a medias y a medias encubierta, avanza rápidamente estos días, y, en nuestra opinión, hay que resistirse y reconocerlo constantemente y en todo momento".

16.7.06

La catarsis de Zidane

Hace días quería escribir algo sobre Zidane porque no me puedo borrar de la cabeza la suya arremetiendo contra Materazzi. Sin embargo, después de haber estado por tercera semana consecutiva editando un video un promedio de once horas por día, la verdad me resulta poco atractivo sentarme en la compu a escribir ya sean mails o cosas para este blog, bitácora que dicho sea de paso nunca despegó y más bien ha sufrido una notable baja en su índice de frecuentación (de por sí ya raquítico). Supongo que este lugar no resulta atractivo para quienes buscan postmodernismo y que deben ser la mayoría de los lectores de blogs.

Pero ese otro tema que algún día abordaré con más detalle. Hoy solo quiero hablar sobre Zidane para ofrecer mi interpretación interesada y autoconsoladora de su gesto:

Sabiendo que Francia perdería frente al gran Buffon si llegaban a tiros desde el punto de penal, Zisou aprovechó la magnífica ocasión que le ofreció Materazzi y se autosacrificó para poner en segundo plano y fuera de foco la inminente derrota de los galos. De ese modo su tragedia personal opacaba el triste destino de "les bleus". Por ello no nos dolió tanto que perdiera Francia, como que Zizou saliera en las deplorables condiciones de todos conocidas. De paso él se aseguró la inmortalidad, pero no la inmortalidad del santo deportista al estilo del ciclista Armstrong o del tenista Borg, sino una inmortalidad de tipo trágico y de un gusto muy mediterráneo, no tanto algerino como griego. Solo un grande entre los grandes podría haber introducido ese punto de giro en el guión de su vida y de una copa del mundo. Zidane es por tanto el genio incontestable del fútbol de todos los tiempos y un héroe mayor del mundo globalizado contemporáneo. Pero aquí debo corregirme: no es héroe con minúscula sino con mayúscula… lo aclaro para distanciar aún más mi adjetivo del calificativo de “antihéroe” que algunos le endilgan. Algo le hacía falta a su figura de hombre demasiado bueno y ese algo se lo agregó del modo conocido. Fue volviendo del Olimpo donde se le había querido pensionar y aterrizando de nuevo entre los mortales del modo más espectacular e inesperado, que Zidane será por siempre recordado. Por ello ahora mi admiración hacia su genio y figura es total.

Enfin, esa es mi catártica interpretación de lo ocurrido el domingo pasado, para quitarme el amargo sabor de la derrota sufrida por Zidane en particular y por los franceses general... Lo que también se podría interpretar como una cabezonada mía producida por exceso de trabajo.

5.7.06

Allez les bleus, allez

No lo voy a negar porque sería una gran mentira: Estoy profundamente contento de que el equipo francés haya llegado a la final de la copa del mundo. Francia es mi segunda patria, literalmente, puesto que tengo también nacionalidad francesa y hoy, a pesar de que no pude ver el partido por una filmación muy mal atravesada, al conocer el resultado me emocioné tanto como si nuestra sele tica hubiera alcanzado su pase a Berlín. La verdad, cuando empezó el campeonato, no daba un cinco por "les bleus". Para mí su gran momento había sido entre el 98 y el 2002. Pero hoy me sentí muy satisfecho de que me haya castigado la lengua, porque ese equipo de viejos ha demostrado ser un gran equipo con una tremenda garra. Eso me gusta. Con ello quiero decir que también los veo como el equipo de mi generación, aunque yo le lleve unos ocho años a Zidane por ejemplo y sea todavía más viejo.

Mucho se ha dicho que este equipo ha logrado lo que ha logrado para darle un bonito recuerdo de jubilación a Zizou. Si bien esa puede ser una razón, no me parece la principal. Creo que más bien sus jugadores han luchado por algo mucho más profundo: Han luchado para devolverle el optimismo a una juventud desesperada, la misma que le metió fuego a los suburbios de Paris hace unos meses. Para ellos los azules son sus únicos y grandes héroes, son el único medio indirecto, por procuración, que les queda para ser reconocidos a parte entera por una sociedad que de otro modo los ha marginalizado. Por ello el equipo responde. ¿Cuántas caras en él recuerdan esa idea de francesito que nos hacemos a menudo por cliché? Muy pocas. Hasta un tipo como Rivéry, el jugador más joven y uno de los raros que cuentan con un apellido francés tradicional, parece más bien un minero del norte avejentado por la mala vida y por ello es más fácil que el "pueblo-pueblo" pueda identificarse con él.

Hace ocho años cuando se jugó el mundial en Francia yo vivía allá y me tocó seguirlo muy de cerca. Cada vez que los azules escalaban un peldaño hacia la final los hijos de inmigrantes eran los primeros en salir a la calle a celebrarlo. Sin embargo, para el último partido no estuve en aquellas tierras porque había programado desde muchos meses antes un viaje a México, sin embargo eso me permitió una experiencia surrealista: la de haber subido a la pirámide del Sol en Teotihuacán justo al día siguiente de que los franceses ganaran la copa. Fue muy impresionante encontrarme allá arriba una multitud de galos gritando: "on a gagné, on a gagné" (ganamos, ganamos) al tiempo que agitaban la bandera tricolor, contentísimos de que su equipo de "blacks" y "beurs" (árabes) haya puesto en órbita el nombre de Francia.

Para este domingo cuando se juegue el partido entre la "squadra azzurra" y "les bleus" tengo una gran certeza: los azules van a ser los seguros ganadores, pero cuáles azules no sé... que gane el mejor.

2.7.06

Yahoo y Google

Imposible fiarse de estos grandes. Ambos se han visto comprometidos en acciones moral y políticamente cuestionables. Google ejerciendo la censura en China y Yahoo colaborando de modo aún más activo con las autoridades de esa potencia represiva al brindar información que permite localizar a los oponentes.

En el caso de Yahoo el sindicato de periodistas británicos a hecho un llamado a sus 40 000 miembros para que boicoteen todos los servicios de aquella empresa puesto que ha reconocido haber brindado a las autoridades chinas información que ha posibilitado el encarcelamiento de disidentes tales como el periodista Shi Tao, condenado a diez años de prisión.

Sin ser periodista británico ni mucho menos, sino un simple ciudadano del orbe comprometido con el respeto a los derechos humanos, renunciaré a usar el Yahoo Messenger. Igualmente insto a quienes me lean a abstenerse de acudir a los servicios de esta empresa.

Más información
aquí.

25.6.06

Gastando Suela


Hoy Inés me envió esta foto de su periplo europeo y me hizo mucha gracia.

24.6.06

Definición de egoista

Según mi lejano amigo Jean Nöel:

"Un egoísta es alguien que no piensa en mí".

De mi cuaderno de notas 2

"El asunto está en cómo sobrevivir a la vida"

La frase quedó anotada en mi cuaderno de ese modo, pero hoy se me ocurre que una reformulación con mejor estilo podría ser la siguiente:

"El problema de la vida está en cómo sobrevivir a ella"

21.6.06

La Bohème

No suelo sentir nostalgia de Paris, la ciudad donde viví trece años; la ciudad donde me casé y me divorcié; donde hice entrañables amistades y enemistades también; donde me enfiesté con galones de vino hasta no reconocer más si Paris era una fiesta o si la fiesta era Paris. ¿Cosas provechosas? Bueno sí… esas... más algunas otras: Tres años de estudios en cinematografía; largas tardes de invierno sentado en las viejas butacas de la cinemateca “analizando” todo tipo de películas en "noir et blanc", formato 1.33; el café de las 5 -ese si negro- en algún cafetín, invariablemente acompañado de mi gran amigo “Le Monde” (que nunca me abandonó, puesto que desde hace cuatro años me manda sus noticias cada día); y finalmente mis primeros pasos en el mundo profesional, con sus alegrías y derrotas. Pero esas son cosas que nunca me pongo a recordar. Sencillamente son como otro poco de agua que fluyó bajo el "Pont des Arts".

Pero esta noche sí sentí la cucarachita de la nostalgia roerme el miocardio por dos razones: Primero porque precisamente hoy se celebraba la fiesta de la música, y si hay un recuerdo gozoso que me queda de Paris es el de esos días locos cuando debajo de cada adoquín salía un músico. De buena mañana me iba a recorrer los cuadrantes en busca de la perla inesperada: Una soprano cantando un aria de ópera bajo las arcadas de la “Place des Vosges”; un grupo de jazz en algún bar “retro” o bien una orquesta sinfónica donde cada integrante llevaba sombrero de paja y chancletas, además de su respectivo instrumento. La segunda razón es que Inés está allá... se fue sin llevarme en el estuche de cosméticos, la coqueta. Y hoy me escribió para decirme que me extrañaba y que era cierto lo que yo le había contado: Que por todo lado había gente y músicos… como si en algún momento lo hubiera dudado. Sentí envidia y nostalgia de no poder acompañarla y para poner a bailar esos sentimientos a paso lento, me busqué entonces esa vieja maravilla de Charles Aznavour que es “La Bohème” y me senté a escucharla: Je vous parle d’un temps que le moins de vingt ans ne peuvent pas connaître… Montmartre en ce temps là…




(Si se le comienza a cortar déjela cargar un poco y luego láncela)

20.6.06

Del buen manejo de la pelota

En nuestro país éste sigue siendo el único ejemplo de un dominio de la bola digno de aplauso y de admiración internacional.

Dos anécdotas médicas verídicas

Mi madre, quien siempre tiene muchos cuentos en cartelera, me contó ayer la siguiente anécdota : Una mujer de la alta sociedad de nuestro país, desconfiando de la calidad de nuestra medicina, se va Estados Unidos a hacerse una cirugía plástica de corte estético. Cuando llega ante el médico, él le habla en un español que le suena muy conocido, un español de erres arrastradas y de giros coloquiales con sabor a gallo pinto. ¡Claro, el médico es tico! Lo triste del caso (para la señora solamente) es que fue a pagar 8000 dólares por una cirugía que el mismo médico le hacía aquí por tan solo 1500, porque al galeno lo contrataban los gringos con frecuencia para ir a operar allá.

Esta me recuerda otra: Se va un tico a Suiza a consultar a un gran especialista en optometría. Cuando llega al consultorio del médico él le dice: "Pero señor, usted que hizo tan largo viaje hasta acá para verme ¿No sabe que en su país ejerce uno de los más grandes especialistas en la materia, una eminencia mundial?".

19.6.06

La giganta, la enana y el niño

La giganta, la enana y el niño
(La tomé en las calles de Nicaragua)


18.6.06

De acciones y reacciones

El siguiente es el comentario a un post aparecido en un blog de reciente creación. Si lo he puesto aquí es porque me parece que dicho post merece un tratamiento detallado que rebasa en mucho los estrechos límites de espacio y tono que se acostumbran para los comentarios. En todo caso, he dejado allá el enlace para que cualquier persona interesada en consultarlo lo pueda leer aquí.

Éticamente, en efecto, me parece muy coherente
Reaccionar frente a aquello que nos molesta

A. Fernández
.

Se ha creado en días recientes un blog llamado “Aló reaccionario”, cuyos administradores son Andrés Fernández, Paul Franco, Ignacio Alfaro y Eduardo Brenes, señores a quienes no tengo el gusto de conocer personalmente. Ese sitio prometía ser, al menos en teoría, una interesante experiencia de pensamiento independiente. En su post inaugural el señor Fernández, arquitecto de renombre, conferencista y escritor, explicaba: “libertinaje y pensamiento fláccido es todo lo que parece importar, el relativismo universal y un folclórico multiculturalismo se apoderaron de la escena intelectual tiempo ha, para –parece- no querer salir jamás, ahora que lo “políticamente correcto” casi no permite que los seres pensantes llamemos las cosas por su nombres, entre otras cosas porque ya nada es una cosa y ahora todo es una persona o en su defecto un objeto de dignidad

Leyendo esas líneas, yo me preguntaba cómo entendería el señor Fernández lo que enunciaba de modo tan general. Ahora, que nos ha ofrecido un ejemplo concreto de su visión con un nuevo post titulado “Ticos y Nicas ¿Somos qué? ”, su orientación me parece clara. En ese texto el señor Fernández sostiene que no hay legítimas razones para considerar que haya hermandad entre ambos pueblos (es una “hermandad figurada” dice) y más bien se dedica a desvirtuar una iniciativa que se ha hecho para intentar contrarrestar el nefasto círculo vicioso de la incomprensión mutua. Me refiero al concierto realizado hace poco llamado “El canto nos hermana”, propuesta que él califica como “el colmo de lo políticamente correcto y de la hipocresía urbana, académica y progresista”. Pero como las razones que esgrime para sustentar tal opinión se desmoronan como terrones de azúcar en una taza de café ante el menor análisis (sin siquiera endulzarlo), concluyo que, al menos en este caso, su iniciativa ha sido tan infructuosa como un autogol que se ignora como tal, ya que más bien nos ha brindado un bello ejemplo de “pensamiento fláccido”, exactamente contrario de aquel al cual él aspira.

Voy a los ejemplos a partir de las razones que él mismo expone:

1-Las múltiples desavenencias fronterizas. Es cierto, ellas no se pueden negar, pero no hay que confundir esas actuaciones -en parte promovidas por diferentes gobiernos nicaragüenses- con una actitud generalizada de los ciudadanos nicaragüenses (cosa no probada), a menos que se quiera caer en una falacia de lo más burda. Lo curioso es que el mismo señor Fernández dice más adelante: “Y aunque esas diferencias no deben llevar a tensiones ni a agresiones, lo cierto del caso es que llevan años explotándose así por parte de los distintos desgobiernos nicaragüenses para desviar la atención de sus problemas internos, reales o latentes, en contra nuestra: de nuestros gobiernos, de nuestro suelo, de nuestro pueblo y de nuestros intereses”. Entonces, puesto que él mismo lo ve así: ¿Cuál sería el pecado de una iniciativa que precisamente pretende contrarrestar esa sucia campaña de descrédito y sus nefastos efectos en nuestro país mediante un mejor entendimiento entre los ciudadanos de ambas naciones? ¿Es un crimen querer pasar de una “hermandad figurada” a una más efectiva mediante algún tipo de manifestación artística? Sin duda es un mero gesto simbólico, pero los símbolos también cuentan en los terrenos de la fraternidad y la amistad. Para nadie son un secreto las barbaridades de corte xenófobo y racista que se dicen en la calle con relación a los nicaragüenses (y en Nicaragua con respecto a nosotros también, es cierto)… Yo las he oído y me atrevo a suponer que el señor Fernández también. Pero precisamente, esas enormidades merecen más bien una campaña aún más enérgica que lime asperezas de ambos lados de la frontera y nos acerquen, sino como hermanos, sí por lo menos como gentes civilizadas capaces de amistad y de tolerancia reciproca. ¿Por qué en vez de hacerle el juego a aquellas formas de reacción visceral y de atizar el fuego de las pasiones con un discurso reductor, no utiliza el señor Fernández su intelecto y sus conocimientos para iluminarnos con una posición más ponderada, sabia y propositiva? Misterio. Más exacciones seguirán viviendo los pobladores de las zonas fronterizas de nuestro país y más sufrirán los nicaragüenses en Costa Rica si no se pone un alto ya, por todos los medios que se puedan: diplomáticos, mediáticos, simbólicos, etc. a ese creciente malestar que nos corroe y nos separa. Es dentro de ese contexto que yo entiendo la campaña pro-hermandad que se está haciendo.

2-“La historia nos separa (…) Costa Rica y Nicaragua son muy diferentes” dice el Sr. Fernández. Sí claro. Obviamente cada país tiene su historia particular, del mismo modo que los hermanos viven sus propias vidas de forma independiente. Pero esa constatación no califica como justificación para desacreditar los esfuerzos que se realizan para construir puentes entre las poblaciones de ambos países, más allá de las actuaciones (acertadas o no) de sus respectivos gobiernos y de las vicisitudes históricas. Y tampoco puede hacer olvidar que ambas naciones han compartido muchísimas cosas -buenas algunas y otras no tanto- y que ese sólo hecho podría servir de base a un mayor acercamiento y diálogo, tanto más necesarios cuanto profundos sean los problemas.

3-Dice el señor Fernández: “Qué fácil cantar desconociendo el canto de la realidad, de la pasada y de la presente ‘hermandad’, donde un hermano es el que gana y otro el que pierde siempre”. Dentro de esta perspectiva él ve al costarricense como el hermano perdedor y al nicaragüense como el ganador, en la medida en que éste disfruta de nuestras conquistas. Pero esa frase retórica, que algunos ingredientes ciertos podría tener (casos de abusos de nuestra seguridad social por ejemplo.), no debe hacer olvidar el tenebroso canto de la trágica realidad que han vivido los nicaragüenses desde hace por lo menos 75 años. Pueblo que lo ha perdido casi todo mientras que nosotros, dichosamente, hemos ganado muchas cosas gracias a la sabiduría de algunos gobernantes y al fruto de nuestro trabajo realizado en condiciones más propicias, pero no siempre gloriosas. Esa posición ventajosa que por momentos es la nuestra, debería más bien servir de trampolín para propulsar iniciativas que tiendan a mejorar las cosas allende nuestras fronteras, porque lo queramos o no, los nicaragüenses seguirán siempre estando ahí y nos conviene tener con ellos las mejores relaciones posibles. Nuestro bienestar estará, ad aeternam, en mucho condicionado por el de ellos.

¿O será que el frío racionalismo del señor Fernández se riñe con la calidez de la solidaridad? En su post inicial él escribe: “Si me eliminan las escalas, los parámetros, las valoraciones y los juicios de valor que han regido históricamente a las sociedades cohesionadas, para imponerme la relativización disgregadora y a-social del “todo se puede”, tengo que reaccionar y reacciono restableciéndolos en mi vivir y en mi discurso frente a los demás, estimulado a hacerlo por la estupidez circundante y circunstante del mundo presente, donde lo que parece que fue abolido es la racionalidad”. Lástima que en ningún momento parezca ver en el mundo que lo rodea algo más que una supuesta estupidez que le estaría engullendo SU mundo como una planta carnívora de film de serie B de los años 50, y sobre todo es de lamentar que no llegue a preocuparse por la progresiva desaparición de ese ingrediente clave para comprender la hermandad fuera del racionalismo: la solidaridad. ¿Qué será del mundo si esa virtud, de por sí hoy deficitaria, queda también abolida?

Entiendo que lo que le pueda disgustar al señor Fernández de esa campaña, no sea tanto la campaña en sí, sino la actitud hipócrita que eventualmente algunos podrían tener (no sé cuáles ni él los menciona) al tender su mano a los nicaragüenses pero desde largo, sin vivir a su lado las asperezas de su vida cotidiana, que son muchas y aprovechándose de ellos cuando conviene. Si es eso, puedo incluso suscribir esa parte de su discurso; pero jamás avalaré aquella que en vez de acercar, distancia y vitupera; aquella que en vez de accionar prepositivamente, reacciona con un repliegue nacionalista, tal como una tortuga dentro de su caparazón; aquella que no imagina la solidaridad posible entre vecinos y se cantona en la defensa bravucona de una cierta idea apolillada de Costa Rica de "mirame y no me toqués", más propia de la colección de cristalería de la abuela.

Un poco al margen, pero no tanto:

Aunque no formo parte de la organización de ninguna campaña ni evento, ni asistí al concierto, sí respaldo la intención y comparto la meta que se quiere alcanzar. Por ello, y porque creo que todo ser humano merece respeto, expreso aquí mi simpatía hacia sus organizadores y promotores, en especial hacia aquellos que han sido atacados mediante anónimos en el blog de “Aló reaccionario”. Sin duda ganaría altura y propósito esa bitácora, si los comentaristas se abstuvieran de esos bajos recursos porque no hay “libertinaje” mayor ni mejor muestra de “pensamiento fláccido” (precisamente cosas contra las cuales sus administradores pretenden reaccionar) que agredir mediante insultos proferidos tras la careta del anonimato, como si fuesen equivalentes internáuticos de los maleantes enmascarados que asolan nuestras calles. Visiblemente lejos estamos de la época cuando existía la ética cibernética. Es curioso que el señor Fernández que muestra sensibilidad hacia nuestros valores tradicionales y que considera ético reaccionar frente a lo que le molesta, no haya puesto en su lugar a esos individuos y más bien se haya dedicado a bromear (?) acerca de una venta de camisetas como respuesta a los comentarios, muchos reprobadores, que ha recibido. ¿Será acaso que la actitud descortés de esas personas lo tiene sin cuidado? ¿Será que los toma como su banda personal de "guardias republicanos"? Espero que no. Sería ya no solo incoherente con las reglas que él mismo ha planteado para su blog, sino también poco "estético", para no decir indecente.

Algo más y muy pequeño aquí.

17.6.06

Al pueblo lo que no es del César

¿Alguien me puede explicar, para decirlo en lenguaje popular, "qué pitos toca" el Vaticano en un asunto como el de la aprobación del TLC? ¿Por qué tendría la Iglesia que enviar a los obispos costarricenses una "carta de apoyo al libre comercio"? Exigir tal libertad y coartar al mismo tiempo su libertad de pensamiento y de acción mediante ese tipo de presiones es incongruente. Porque no me van a decir que estas no son grandísimas presiones, emanadas de los oscuros nubarrones donde se especula que habita el creador universal.

Es como si Costa Rica mandara cartas al Pontífice abogando por un tratado de unificación con la iglesia ortodoxa. ¿No se supone que Costa Rica y el Vaticano son Estados soberanos que no deben permitirse esas promiscuidades? Alguien podrá argumentar que en este caso es válida puesto que el mismo Arias la fue a buscar, pero aún así yo sostengo que en esa política exterior aparentemente normal hay algo suelto, una pieza desajustada, como cuando las bombillas se queman: Por fuera se ven bien, pero si las agitamos un poco hacen clic clic. Señal de que un nuevo oscurantismo se insinúa. El apoyo para el TLC no es algo que Arias deba buscar afuera, sino entre los ciudadanos de este país y sin manipular sus creencias religiosas para fines políticos. Por las mismas razones y por principio de coherencia la Iglesia local debería también abstenerse de hacer declaraciones en contra del TLC.

Pero a pesar de ese "triunfo", Arias (y todos nosotros con él) salimos doblemente goleados (nuestra suerte de estos días), ya que el poquito de dignidad que se pudo haber esperado de su entrevista papal y que se concentraba en un pedido de tolerancia hacia los métodos anticonceptivos, fue simple y llanamente ignorado.

Es urgente que en nuestro país se haga una enmienda constitucional para eliminar ese absurdo principio de que el Estado tiene religión y que es la católica, porque eso solo produce un país arrodillado.

16.6.06

¿Qué come que adivina?

¡Hoy más que nunca es facilísimo ganar con el pronóstico acertado! No se pierdan esta excelente oportunidad de ejercer sus dotes gitanas.

15.6.06

Ironía

Me la contó mi buen amigo Humberto:

Dicen que durante un viaje a Europa, los recordados Chuchú Martínez y el general Omar Torrijos iban sobrevolando Suiza. Entonces Chuchú, asomándose por la ventanilla, comenta: Mirá Omar, la Costa Rica europea.

14.6.06

De mi cuaderno de notas

"La fe traicionada conduce al cinismo"

Pero ahora que lo pienso... ¿Se podrá traicionar la verdadera fe? No hablo de la religiosa, sino de la fe en algo, en alguien... Fe en algún valor, en un ideal. Tal vez la fe sea un misterioso objeto espiritual que solo se define como tal si es inexpugnable, a prueba de toda eventualidad...Idéntica a la que ha animado a los más grandes personajes de la humanidad. ¿Cómo se obtiene una fe de ese tipo? ¿Se cultiva o sencillamente se nace con ella? Y si se cultiva ¿Cuáles son los mecanismos más adecuados para hacerlo? ¿Dónde están las semillas? ¿Se puede enseñar a alguien a tener fe? ¿Se puede transmitir? ¿Es contagiosa?

13.6.06

Mi hermano Andrés

Esta es una pruebita con audio. La canción que incluyo a continuación fue compuesta e interpretada por mí en honor de mi hermano Andrés... Un hermano muy especial. A ver que les parece. La grabación es completamente casera así que me disculpan por el sonido que no es top... además, es 100% unplugged.


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: Reportes de sintonía llegados a nuestra dirección por el correo de las brujas señalan algunos problemas de audición. Es posible que eso se deba a un incidente en el sitio de Castpost (donde está alojada la canción) o bien a una conexión de ancho de banda insuficiente en su propia computadora. El link "Do, re, mi..." (zona "Mi archipiélago" a su derecha) lo llevará directamente a otro sitio donde tal vez cuente con mejor suerte. Ahí también podrá encontrar, además de la canción incluida en este post, otras canciones de mi autoría (todas al estado de "maqueta" al igual que la presente). Aclaro que lo que me interesa es oír opiniones, observaciones, señalamientos de cualquier tipo, porque me servirán para corregir lo que se pueda en un futuro.

11.6.06

Una cita de Gabriela Mistral

Hoy me encontré, en folios perdidos del Repertorio Americano del año 1925, un artículo de la poetisa chilena Gabriela Mistral de donde extraigo la siguiente cita que me parece provechoso meditar:
"La cólera es una cosa plebeya por fácil, plebeya como la glotonería, espontanea e inferior como el miedo. No hay en ella, aunque la tuvieran los profetas, una gota de espíritu. Es puro hervor de la sangre. Una es la indignación, levantamiento interior contra el mal , y otra es la ira, que echa a rodar el denuesto como piedras por una pendiente, incesantemente".
El artículo de Gabriela Mistral es interesante porque trata del trágico caso ocurrido en Lima el 31 de octubre de 1925, cuando el poeta peruano José Santos Chocano asesina de un disparo al escritor Edwin Elmore, todo por una polémica periodística mal encausada. La misma Mistral recoge más adelante una cita de Oscar Wilde encontrada en su Balada de la Cárcel y que para mí contrasta el anterior extracto con un vértigo al que todos estamos expuestos:
"Porque nadie sabe hasta qué rojo infierno puede bajar su alma en un solo instante".

8.6.06

Bella Flor

Hoy me tocó entrar en "tierra de nadie". Hay sitios así en los alrededores de San José y ni siquiera imaginamos su existencia, o si los imaginamos es para olvidarlos o ignorarlos enseguida. Del que les hablo se llama "Las Tablas" y es un precario camino a Alajuelita. Ahí no entra ni la policía, ni las ambulancias, ni mucho menos los recolectores de basura. Así que todos los desechos van a parar a un río que pasa por el lugar. Es algo de lo más triste que se puedan imaginar. Por su puesto que ahí la droga es la reina y se ve mucha juventud esclavizada por ella. En las callejuelas a veces huele a marihuana hasta el mareo y se nota que algunos muchachos andan armados con cuchillos o armas de fuego. El asunto tiene trascendencia, especialmente cuando uno entra con una cámara y empieza a notar miradas recelosas o francamente hostiles. Así me pasó hoy cuando fui a filmar ciertas escenas para un video contratado por la Fundación Omar Dengo a una productora con la que estoy conectado.

El propósito del video es el de documentar un hermoso proyecto educativo que dicha Fundación tiene con niños y cuyo objetivo es el de enseñarlos a involucrarse en actividades comunales y sobre todo a sensibilizarlos al problema de la basura. Mientras los filmaba caminando por una vereda a la orilla del río, noté la presencia de un grupo de muchachos sentados en unas grandes rocas. De pronto el más desgarbado de ellos se me acercó con gesto amenazante y comenzó a decirme señalando la cámara: "hey, me baja esa bichaaa o la tira pa'rribaaa". Obviamente rehusaba ser filmado (¡yo ni siquiera lo estaba encuadrando!), pero seguramente no en razón de su apariencia. Por suerte yo iba acompañado y protegido por Bella Flor, una mujer pastora de un templo evangélico quien es la única persona que goza del respeto de esta gente. Ella, con tono firme pero cordial, le dijo al joven: "usted tranquilo, ellos vienen conmigo y están trabajando en uno de mis proyectos". El muchacho entonces se alejó y pudimos seguir filmando. Y es que ella, con once años de laborar ahí al servicio de la comunidad, ha sabido ganarse su aprecio y respeto. Definitivamente la constancia, el tesón y el amor son la clave para establecer el diálogo social y luchar por resolver los más árduos problemas sociales. El ejemplo y la lección de Bella Flor me hacen pensar que lo que necesitamos en este país son legiones de gente como ella, entregada, generosa y desinteresada... ¡Qué bien porta su nombre esta dama plantada en "tierra de nadie"! (que obviamente no es que sea de nadie, sino de una población olvidada y marginalizada).

21.5.06

PLEIX

El trabajo de esta gente me tiene obsesionado desde que lo descubrí. A continuación las creaciones que más me impactan (son videos) con enlaces a la página principal de PLEIX. Para verlos basta ir allá y hacer click.

Futureshock:

Basement Jaxx: Birds:

Beauty Kit:

Plaid:

Sometimes:

20.5.06

2046 y Las Bordadoras

Esta semana vi dos películas que merecen ser comentadas. Una es 2046, del cineasta chino Won Kar Wai, actual presidente del jurado en el festival de Cannes. Esa cinta había sido presentada el año pasado en ese festival y había dado mucho de qué hablar. Por mi parte, lo que puedo decir es que me decepcionó bastante. Me esperaba algo tan hermoso como In the Mood for Love, película del mismo realizador que he visto varias veces, pero en lugar de ello me encuentro con una especie de remake estilístico de dicho film, pero carente de la gracia y la magia que aquel destilaba.

En 2046 la sofisticación estética alcanza elevadas cumbres, pero al mismo tiempo ahoga la sutilidad de las emociones retratadas, escollo del que había sabido librarse In the Mood for Love. Es como si la película fuera víctima de un exceso de rigor artístico que en vez de darle alas la amortajara en una coraza de preciosismo. El resultado es que se me hizo lenta y aburrida. Además, me pareció que el autor pecó de falta de inventiva al utilizar ideas argumentales ya expresadas en In the Mood for Love (por ejemplo lo del secreto susurrado en un hoyo). Ojalá Won Kar Wai sepa volver por la senda de un cine más fresco y sorprendente como el que nos había brindado en Happy Together o en Chungking Express y no vuelva a caer en el despeñadero de los artificios, como lamentablemente lo ha hecho esta vez.

La segunda película que me interesa comentar es Les Brodeuses (las Bordadoras), primer largometraje de la realizadora francesa Eleonore Faucher, estrenado en Francia en el 2004. Todo lo que le falta a 2046 lo tiene esta joyita rebozante de gracia y delicadeza. Cierto que a veces la dirección de actores es un poco deficiente o que hay algunas irregularidades en la línea narrativa, pero esos errores se compensan ampliamente con la generosidad y belleza de ciertas escenas donde la fotografía merece una especial mención, ya que logra ser elegante y trabajada sin caer en excesos.