25.6.06

Gastando Suela


Hoy Inés me envió esta foto de su periplo europeo y me hizo mucha gracia.

24.6.06

Definición de egoista

Según mi lejano amigo Jean Nöel:

"Un egoísta es alguien que no piensa en mí".

De mi cuaderno de notas 2

"El asunto está en cómo sobrevivir a la vida"

La frase quedó anotada en mi cuaderno de ese modo, pero hoy se me ocurre que una reformulación con mejor estilo podría ser la siguiente:

"El problema de la vida está en cómo sobrevivir a ella"

21.6.06

La Bohème

No suelo sentir nostalgia de Paris, la ciudad donde viví trece años; la ciudad donde me casé y me divorcié; donde hice entrañables amistades y enemistades también; donde me enfiesté con galones de vino hasta no reconocer más si Paris era una fiesta o si la fiesta era Paris. ¿Cosas provechosas? Bueno sí… esas... más algunas otras: Tres años de estudios en cinematografía; largas tardes de invierno sentado en las viejas butacas de la cinemateca “analizando” todo tipo de películas en "noir et blanc", formato 1.33; el café de las 5 -ese si negro- en algún cafetín, invariablemente acompañado de mi gran amigo “Le Monde” (que nunca me abandonó, puesto que desde hace cuatro años me manda sus noticias cada día); y finalmente mis primeros pasos en el mundo profesional, con sus alegrías y derrotas. Pero esas son cosas que nunca me pongo a recordar. Sencillamente son como otro poco de agua que fluyó bajo el "Pont des Arts".

Pero esta noche sí sentí la cucarachita de la nostalgia roerme el miocardio por dos razones: Primero porque precisamente hoy se celebraba la fiesta de la música, y si hay un recuerdo gozoso que me queda de Paris es el de esos días locos cuando debajo de cada adoquín salía un músico. De buena mañana me iba a recorrer los cuadrantes en busca de la perla inesperada: Una soprano cantando un aria de ópera bajo las arcadas de la “Place des Vosges”; un grupo de jazz en algún bar “retro” o bien una orquesta sinfónica donde cada integrante llevaba sombrero de paja y chancletas, además de su respectivo instrumento. La segunda razón es que Inés está allá... se fue sin llevarme en el estuche de cosméticos, la coqueta. Y hoy me escribió para decirme que me extrañaba y que era cierto lo que yo le había contado: Que por todo lado había gente y músicos… como si en algún momento lo hubiera dudado. Sentí envidia y nostalgia de no poder acompañarla y para poner a bailar esos sentimientos a paso lento, me busqué entonces esa vieja maravilla de Charles Aznavour que es “La Bohème” y me senté a escucharla: Je vous parle d’un temps que le moins de vingt ans ne peuvent pas connaître… Montmartre en ce temps là…




(Si se le comienza a cortar déjela cargar un poco y luego láncela)

20.6.06

Del buen manejo de la pelota

En nuestro país éste sigue siendo el único ejemplo de un dominio de la bola digno de aplauso y de admiración internacional.

Dos anécdotas médicas verídicas

Mi madre, quien siempre tiene muchos cuentos en cartelera, me contó ayer la siguiente anécdota : Una mujer de la alta sociedad de nuestro país, desconfiando de la calidad de nuestra medicina, se va Estados Unidos a hacerse una cirugía plástica de corte estético. Cuando llega ante el médico, él le habla en un español que le suena muy conocido, un español de erres arrastradas y de giros coloquiales con sabor a gallo pinto. ¡Claro, el médico es tico! Lo triste del caso (para la señora solamente) es que fue a pagar 8000 dólares por una cirugía que el mismo médico le hacía aquí por tan solo 1500, porque al galeno lo contrataban los gringos con frecuencia para ir a operar allá.

Esta me recuerda otra: Se va un tico a Suiza a consultar a un gran especialista en optometría. Cuando llega al consultorio del médico él le dice: "Pero señor, usted que hizo tan largo viaje hasta acá para verme ¿No sabe que en su país ejerce uno de los más grandes especialistas en la materia, una eminencia mundial?".

19.6.06

La giganta, la enana y el niño

La giganta, la enana y el niño
(La tomé en las calles de Nicaragua)


18.6.06

De acciones y reacciones

El siguiente es el comentario a un post aparecido en un blog de reciente creación. Si lo he puesto aquí es porque me parece que dicho post merece un tratamiento detallado que rebasa en mucho los estrechos límites de espacio y tono que se acostumbran para los comentarios. En todo caso, he dejado allá el enlace para que cualquier persona interesada en consultarlo lo pueda leer aquí.

Éticamente, en efecto, me parece muy coherente
Reaccionar frente a aquello que nos molesta

A. Fernández
.

Se ha creado en días recientes un blog llamado “Aló reaccionario”, cuyos administradores son Andrés Fernández, Paul Franco, Ignacio Alfaro y Eduardo Brenes, señores a quienes no tengo el gusto de conocer personalmente. Ese sitio prometía ser, al menos en teoría, una interesante experiencia de pensamiento independiente. En su post inaugural el señor Fernández, arquitecto de renombre, conferencista y escritor, explicaba: “libertinaje y pensamiento fláccido es todo lo que parece importar, el relativismo universal y un folclórico multiculturalismo se apoderaron de la escena intelectual tiempo ha, para –parece- no querer salir jamás, ahora que lo “políticamente correcto” casi no permite que los seres pensantes llamemos las cosas por su nombres, entre otras cosas porque ya nada es una cosa y ahora todo es una persona o en su defecto un objeto de dignidad

Leyendo esas líneas, yo me preguntaba cómo entendería el señor Fernández lo que enunciaba de modo tan general. Ahora, que nos ha ofrecido un ejemplo concreto de su visión con un nuevo post titulado “Ticos y Nicas ¿Somos qué? ”, su orientación me parece clara. En ese texto el señor Fernández sostiene que no hay legítimas razones para considerar que haya hermandad entre ambos pueblos (es una “hermandad figurada” dice) y más bien se dedica a desvirtuar una iniciativa que se ha hecho para intentar contrarrestar el nefasto círculo vicioso de la incomprensión mutua. Me refiero al concierto realizado hace poco llamado “El canto nos hermana”, propuesta que él califica como “el colmo de lo políticamente correcto y de la hipocresía urbana, académica y progresista”. Pero como las razones que esgrime para sustentar tal opinión se desmoronan como terrones de azúcar en una taza de café ante el menor análisis (sin siquiera endulzarlo), concluyo que, al menos en este caso, su iniciativa ha sido tan infructuosa como un autogol que se ignora como tal, ya que más bien nos ha brindado un bello ejemplo de “pensamiento fláccido”, exactamente contrario de aquel al cual él aspira.

Voy a los ejemplos a partir de las razones que él mismo expone:

1-Las múltiples desavenencias fronterizas. Es cierto, ellas no se pueden negar, pero no hay que confundir esas actuaciones -en parte promovidas por diferentes gobiernos nicaragüenses- con una actitud generalizada de los ciudadanos nicaragüenses (cosa no probada), a menos que se quiera caer en una falacia de lo más burda. Lo curioso es que el mismo señor Fernández dice más adelante: “Y aunque esas diferencias no deben llevar a tensiones ni a agresiones, lo cierto del caso es que llevan años explotándose así por parte de los distintos desgobiernos nicaragüenses para desviar la atención de sus problemas internos, reales o latentes, en contra nuestra: de nuestros gobiernos, de nuestro suelo, de nuestro pueblo y de nuestros intereses”. Entonces, puesto que él mismo lo ve así: ¿Cuál sería el pecado de una iniciativa que precisamente pretende contrarrestar esa sucia campaña de descrédito y sus nefastos efectos en nuestro país mediante un mejor entendimiento entre los ciudadanos de ambas naciones? ¿Es un crimen querer pasar de una “hermandad figurada” a una más efectiva mediante algún tipo de manifestación artística? Sin duda es un mero gesto simbólico, pero los símbolos también cuentan en los terrenos de la fraternidad y la amistad. Para nadie son un secreto las barbaridades de corte xenófobo y racista que se dicen en la calle con relación a los nicaragüenses (y en Nicaragua con respecto a nosotros también, es cierto)… Yo las he oído y me atrevo a suponer que el señor Fernández también. Pero precisamente, esas enormidades merecen más bien una campaña aún más enérgica que lime asperezas de ambos lados de la frontera y nos acerquen, sino como hermanos, sí por lo menos como gentes civilizadas capaces de amistad y de tolerancia reciproca. ¿Por qué en vez de hacerle el juego a aquellas formas de reacción visceral y de atizar el fuego de las pasiones con un discurso reductor, no utiliza el señor Fernández su intelecto y sus conocimientos para iluminarnos con una posición más ponderada, sabia y propositiva? Misterio. Más exacciones seguirán viviendo los pobladores de las zonas fronterizas de nuestro país y más sufrirán los nicaragüenses en Costa Rica si no se pone un alto ya, por todos los medios que se puedan: diplomáticos, mediáticos, simbólicos, etc. a ese creciente malestar que nos corroe y nos separa. Es dentro de ese contexto que yo entiendo la campaña pro-hermandad que se está haciendo.

2-“La historia nos separa (…) Costa Rica y Nicaragua son muy diferentes” dice el Sr. Fernández. Sí claro. Obviamente cada país tiene su historia particular, del mismo modo que los hermanos viven sus propias vidas de forma independiente. Pero esa constatación no califica como justificación para desacreditar los esfuerzos que se realizan para construir puentes entre las poblaciones de ambos países, más allá de las actuaciones (acertadas o no) de sus respectivos gobiernos y de las vicisitudes históricas. Y tampoco puede hacer olvidar que ambas naciones han compartido muchísimas cosas -buenas algunas y otras no tanto- y que ese sólo hecho podría servir de base a un mayor acercamiento y diálogo, tanto más necesarios cuanto profundos sean los problemas.

3-Dice el señor Fernández: “Qué fácil cantar desconociendo el canto de la realidad, de la pasada y de la presente ‘hermandad’, donde un hermano es el que gana y otro el que pierde siempre”. Dentro de esta perspectiva él ve al costarricense como el hermano perdedor y al nicaragüense como el ganador, en la medida en que éste disfruta de nuestras conquistas. Pero esa frase retórica, que algunos ingredientes ciertos podría tener (casos de abusos de nuestra seguridad social por ejemplo.), no debe hacer olvidar el tenebroso canto de la trágica realidad que han vivido los nicaragüenses desde hace por lo menos 75 años. Pueblo que lo ha perdido casi todo mientras que nosotros, dichosamente, hemos ganado muchas cosas gracias a la sabiduría de algunos gobernantes y al fruto de nuestro trabajo realizado en condiciones más propicias, pero no siempre gloriosas. Esa posición ventajosa que por momentos es la nuestra, debería más bien servir de trampolín para propulsar iniciativas que tiendan a mejorar las cosas allende nuestras fronteras, porque lo queramos o no, los nicaragüenses seguirán siempre estando ahí y nos conviene tener con ellos las mejores relaciones posibles. Nuestro bienestar estará, ad aeternam, en mucho condicionado por el de ellos.

¿O será que el frío racionalismo del señor Fernández se riñe con la calidez de la solidaridad? En su post inicial él escribe: “Si me eliminan las escalas, los parámetros, las valoraciones y los juicios de valor que han regido históricamente a las sociedades cohesionadas, para imponerme la relativización disgregadora y a-social del “todo se puede”, tengo que reaccionar y reacciono restableciéndolos en mi vivir y en mi discurso frente a los demás, estimulado a hacerlo por la estupidez circundante y circunstante del mundo presente, donde lo que parece que fue abolido es la racionalidad”. Lástima que en ningún momento parezca ver en el mundo que lo rodea algo más que una supuesta estupidez que le estaría engullendo SU mundo como una planta carnívora de film de serie B de los años 50, y sobre todo es de lamentar que no llegue a preocuparse por la progresiva desaparición de ese ingrediente clave para comprender la hermandad fuera del racionalismo: la solidaridad. ¿Qué será del mundo si esa virtud, de por sí hoy deficitaria, queda también abolida?

Entiendo que lo que le pueda disgustar al señor Fernández de esa campaña, no sea tanto la campaña en sí, sino la actitud hipócrita que eventualmente algunos podrían tener (no sé cuáles ni él los menciona) al tender su mano a los nicaragüenses pero desde largo, sin vivir a su lado las asperezas de su vida cotidiana, que son muchas y aprovechándose de ellos cuando conviene. Si es eso, puedo incluso suscribir esa parte de su discurso; pero jamás avalaré aquella que en vez de acercar, distancia y vitupera; aquella que en vez de accionar prepositivamente, reacciona con un repliegue nacionalista, tal como una tortuga dentro de su caparazón; aquella que no imagina la solidaridad posible entre vecinos y se cantona en la defensa bravucona de una cierta idea apolillada de Costa Rica de "mirame y no me toqués", más propia de la colección de cristalería de la abuela.

Un poco al margen, pero no tanto:

Aunque no formo parte de la organización de ninguna campaña ni evento, ni asistí al concierto, sí respaldo la intención y comparto la meta que se quiere alcanzar. Por ello, y porque creo que todo ser humano merece respeto, expreso aquí mi simpatía hacia sus organizadores y promotores, en especial hacia aquellos que han sido atacados mediante anónimos en el blog de “Aló reaccionario”. Sin duda ganaría altura y propósito esa bitácora, si los comentaristas se abstuvieran de esos bajos recursos porque no hay “libertinaje” mayor ni mejor muestra de “pensamiento fláccido” (precisamente cosas contra las cuales sus administradores pretenden reaccionar) que agredir mediante insultos proferidos tras la careta del anonimato, como si fuesen equivalentes internáuticos de los maleantes enmascarados que asolan nuestras calles. Visiblemente lejos estamos de la época cuando existía la ética cibernética. Es curioso que el señor Fernández que muestra sensibilidad hacia nuestros valores tradicionales y que considera ético reaccionar frente a lo que le molesta, no haya puesto en su lugar a esos individuos y más bien se haya dedicado a bromear (?) acerca de una venta de camisetas como respuesta a los comentarios, muchos reprobadores, que ha recibido. ¿Será acaso que la actitud descortés de esas personas lo tiene sin cuidado? ¿Será que los toma como su banda personal de "guardias republicanos"? Espero que no. Sería ya no solo incoherente con las reglas que él mismo ha planteado para su blog, sino también poco "estético", para no decir indecente.

Algo más y muy pequeño aquí.

17.6.06

Al pueblo lo que no es del César

¿Alguien me puede explicar, para decirlo en lenguaje popular, "qué pitos toca" el Vaticano en un asunto como el de la aprobación del TLC? ¿Por qué tendría la Iglesia que enviar a los obispos costarricenses una "carta de apoyo al libre comercio"? Exigir tal libertad y coartar al mismo tiempo su libertad de pensamiento y de acción mediante ese tipo de presiones es incongruente. Porque no me van a decir que estas no son grandísimas presiones, emanadas de los oscuros nubarrones donde se especula que habita el creador universal.

Es como si Costa Rica mandara cartas al Pontífice abogando por un tratado de unificación con la iglesia ortodoxa. ¿No se supone que Costa Rica y el Vaticano son Estados soberanos que no deben permitirse esas promiscuidades? Alguien podrá argumentar que en este caso es válida puesto que el mismo Arias la fue a buscar, pero aún así yo sostengo que en esa política exterior aparentemente normal hay algo suelto, una pieza desajustada, como cuando las bombillas se queman: Por fuera se ven bien, pero si las agitamos un poco hacen clic clic. Señal de que un nuevo oscurantismo se insinúa. El apoyo para el TLC no es algo que Arias deba buscar afuera, sino entre los ciudadanos de este país y sin manipular sus creencias religiosas para fines políticos. Por las mismas razones y por principio de coherencia la Iglesia local debería también abstenerse de hacer declaraciones en contra del TLC.

Pero a pesar de ese "triunfo", Arias (y todos nosotros con él) salimos doblemente goleados (nuestra suerte de estos días), ya que el poquito de dignidad que se pudo haber esperado de su entrevista papal y que se concentraba en un pedido de tolerancia hacia los métodos anticonceptivos, fue simple y llanamente ignorado.

Es urgente que en nuestro país se haga una enmienda constitucional para eliminar ese absurdo principio de que el Estado tiene religión y que es la católica, porque eso solo produce un país arrodillado.

16.6.06

¿Qué come que adivina?

¡Hoy más que nunca es facilísimo ganar con el pronóstico acertado! No se pierdan esta excelente oportunidad de ejercer sus dotes gitanas.

15.6.06

Ironía

Me la contó mi buen amigo Humberto:

Dicen que durante un viaje a Europa, los recordados Chuchú Martínez y el general Omar Torrijos iban sobrevolando Suiza. Entonces Chuchú, asomándose por la ventanilla, comenta: Mirá Omar, la Costa Rica europea.

14.6.06

De mi cuaderno de notas

"La fe traicionada conduce al cinismo"

Pero ahora que lo pienso... ¿Se podrá traicionar la verdadera fe? No hablo de la religiosa, sino de la fe en algo, en alguien... Fe en algún valor, en un ideal. Tal vez la fe sea un misterioso objeto espiritual que solo se define como tal si es inexpugnable, a prueba de toda eventualidad...Idéntica a la que ha animado a los más grandes personajes de la humanidad. ¿Cómo se obtiene una fe de ese tipo? ¿Se cultiva o sencillamente se nace con ella? Y si se cultiva ¿Cuáles son los mecanismos más adecuados para hacerlo? ¿Dónde están las semillas? ¿Se puede enseñar a alguien a tener fe? ¿Se puede transmitir? ¿Es contagiosa?

13.6.06

Mi hermano Andrés

Esta es una pruebita con audio. La canción que incluyo a continuación fue compuesta e interpretada por mí en honor de mi hermano Andrés... Un hermano muy especial. A ver que les parece. La grabación es completamente casera así que me disculpan por el sonido que no es top... además, es 100% unplugged.


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Última hora
: Reportes de sintonía llegados a nuestra dirección por el correo de las brujas señalan algunos problemas de audición. Es posible que eso se deba a un incidente en el sitio de Castpost (donde está alojada la canción) o bien a una conexión de ancho de banda insuficiente en su propia computadora. El link "Do, re, mi..." (zona "Mi archipiélago" a su derecha) lo llevará directamente a otro sitio donde tal vez cuente con mejor suerte. Ahí también podrá encontrar, además de la canción incluida en este post, otras canciones de mi autoría (todas al estado de "maqueta" al igual que la presente). Aclaro que lo que me interesa es oír opiniones, observaciones, señalamientos de cualquier tipo, porque me servirán para corregir lo que se pueda en un futuro.

11.6.06

Una cita de Gabriela Mistral

Hoy me encontré, en folios perdidos del Repertorio Americano del año 1925, un artículo de la poetisa chilena Gabriela Mistral de donde extraigo la siguiente cita que me parece provechoso meditar:
"La cólera es una cosa plebeya por fácil, plebeya como la glotonería, espontanea e inferior como el miedo. No hay en ella, aunque la tuvieran los profetas, una gota de espíritu. Es puro hervor de la sangre. Una es la indignación, levantamiento interior contra el mal , y otra es la ira, que echa a rodar el denuesto como piedras por una pendiente, incesantemente".
El artículo de Gabriela Mistral es interesante porque trata del trágico caso ocurrido en Lima el 31 de octubre de 1925, cuando el poeta peruano José Santos Chocano asesina de un disparo al escritor Edwin Elmore, todo por una polémica periodística mal encausada. La misma Mistral recoge más adelante una cita de Oscar Wilde encontrada en su Balada de la Cárcel y que para mí contrasta el anterior extracto con un vértigo al que todos estamos expuestos:
"Porque nadie sabe hasta qué rojo infierno puede bajar su alma en un solo instante".

8.6.06

Bella Flor

Hoy me tocó entrar en "tierra de nadie". Hay sitios así en los alrededores de San José y ni siquiera imaginamos su existencia, o si los imaginamos es para olvidarlos o ignorarlos enseguida. Del que les hablo se llama "Las Tablas" y es un precario camino a Alajuelita. Ahí no entra ni la policía, ni las ambulancias, ni mucho menos los recolectores de basura. Así que todos los desechos van a parar a un río que pasa por el lugar. Es algo de lo más triste que se puedan imaginar. Por su puesto que ahí la droga es la reina y se ve mucha juventud esclavizada por ella. En las callejuelas a veces huele a marihuana hasta el mareo y se nota que algunos muchachos andan armados con cuchillos o armas de fuego. El asunto tiene trascendencia, especialmente cuando uno entra con una cámara y empieza a notar miradas recelosas o francamente hostiles. Así me pasó hoy cuando fui a filmar ciertas escenas para un video contratado por la Fundación Omar Dengo a una productora con la que estoy conectado.

El propósito del video es el de documentar un hermoso proyecto educativo que dicha Fundación tiene con niños y cuyo objetivo es el de enseñarlos a involucrarse en actividades comunales y sobre todo a sensibilizarlos al problema de la basura. Mientras los filmaba caminando por una vereda a la orilla del río, noté la presencia de un grupo de muchachos sentados en unas grandes rocas. De pronto el más desgarbado de ellos se me acercó con gesto amenazante y comenzó a decirme señalando la cámara: "hey, me baja esa bichaaa o la tira pa'rribaaa". Obviamente rehusaba ser filmado (¡yo ni siquiera lo estaba encuadrando!), pero seguramente no en razón de su apariencia. Por suerte yo iba acompañado y protegido por Bella Flor, una mujer pastora de un templo evangélico quien es la única persona que goza del respeto de esta gente. Ella, con tono firme pero cordial, le dijo al joven: "usted tranquilo, ellos vienen conmigo y están trabajando en uno de mis proyectos". El muchacho entonces se alejó y pudimos seguir filmando. Y es que ella, con once años de laborar ahí al servicio de la comunidad, ha sabido ganarse su aprecio y respeto. Definitivamente la constancia, el tesón y el amor son la clave para establecer el diálogo social y luchar por resolver los más árduos problemas sociales. El ejemplo y la lección de Bella Flor me hacen pensar que lo que necesitamos en este país son legiones de gente como ella, entregada, generosa y desinteresada... ¡Qué bien porta su nombre esta dama plantada en "tierra de nadie"! (que obviamente no es que sea de nadie, sino de una población olvidada y marginalizada).