7.8.06

Sobre el conflicto en Medio Oriente

Comienzo a sentirme muy distante de aquellas personas que dicen que "no se trata de apoyar los bandos en lucha" y que todo se arregla con una oración por la paz. Quienes así piensan encuentran una forma fácil y barata de comprarse una buena conciencia y de descargarse de la responsabilidad de abrir los ojos sobre lo que sucede, sin percatarse que de ese modo le hacen el juego al bando más fuerte e injusto. Además, estas personas generalmente no concretan ninguna iniciativa propia y todo lo hacen en reacción a quienes escriben o se manifiestan denunciado actos criminales. No recuerdo tampoco que ellas pidieran ninguna oración por la paz cuando el conflicto se circunscribía a los territorios palestinos y no desbordaba al Líbano como ocurre actualmente. En esa medida sus posición me parece bien inconsistente. También me pregunto: ¿Habrían dicho lo mismo estas personas frente a Hitler o cuando en Sudáfrica se luchaba de otro modo contra el apartheid? Aunque la guerra a menudo sea una completa estupidez, a veces lamentablemente sí se justifica porque lo que está en juego es enorme y en esa lucha un bando lleva más razón que otro aunque no sea de nuestra total simpatía. En otras ocasiones algunos, en su obsesión patológica por la neutralidad, olvidan la existencia de un tercer bando que es el más afectado: el de los civiles inocentes. En el caso de medio oriente la protección de ese bando merecería la amplia intervención de una fuerza internacional que imponga la paz aunque sea por la fuerza tal como lo hizo en los balcanes. En 1947 la ONU, con buenas intenciones pero con poca visión ejecutiva, dividió de forma antojadiza la Palestina permitiendo la creación del estado de Israel, estado que ha irrespetado a través de los años más de 45 resoluciones de aquel mismo organismo. Hoy, la ONU debería asumir las consecuencias de su acto y frenar de una buena vez la política avasalladora y guerrerista de Israel, que si bien en el pasado se vió repetidas veces atacado, actualmente hace la guerra de la forma más irresponsable.

Hay quienes justifican la barbarie israelí (como Gutiérrez Góngora el otro día en las páginas de la Nación) diciendo que la lucha de Israel es la de civilización occidental contra la "amenaza global" representada por el fundamentalismo islámico de los persas. De propaganda anti-iraní ya tenemos suficiente por boca de Bush, como para que sus acólitos locales vengan a escribirnos tonterías con bilis en vez de tinta. Uno de sus argumentos preferidos es que tenemos más que ver con la forma de vida en Israel que con la que tienen en Irán. Si hemos de pasarnos de ayatolás, no por ello deberíamos identificarnos con el sionismo pendenciero; ni con la pseudo democracia de un país donde si usted es "árabe israelí", a pesar de que pueda ser elegible se le niegan otro montón de derechos y ayudas sociales; ni con su historia contemporánea que permitió la desaparición de 450 poblados palestinos dentro de sus fronteras; ni con su “justicia” que permite la tortura; ni con su legislación descarada para apropiarse en pocos meses de todas las tierras y propiedades dejadas por los palestinos (la llamada "ley de ausencia"); ni con el fenómeno de los poblados palestinos “no reconocidos” que por esa causa viven en condiciones medievales ya que el estado israelí, a pesar de tenerlos dentro de sus fronteras, no se ocupa de brindarles ningún tipo de infraestructura. En definitiva, no veo qué tiene que ver esta otra forma de oscurantismo con las pretendidas “luces” de occidente. En cambio, el modo como los israelíes tratan a los palestinos se me parece más al que tenían los nazis con respecto a los propios judíos en el ghetto de Varsovia por ejemplo.

Ciertamente los iraníes, supuestamente implicados actualmente en el conflicto a través de hezbollá, no son santos a pesar de su teocracia. Así lo demuestran cuando dicen que la solución está en rayar a Israel del mapa. Tal idea nos repugna, sin embargo reconocemos que al menos no son tan hipócritas como los israelíes que no dicen que quieren rayar a los palestinos del mapa, pero que sí hacen todo para cumplir con ese propósito: Desde hace más de medio siglo lo estamos viendo... ¿Hasta cuándo vamos a abrir los ojos a la realidad de ésta política que solo ha logrado radicalizar el conflicto hasta la locura? Es necesario ver que el carburante para el actual conflicto en el Líbano no surge tanto de lo que hace el hezbollá (aunque tengan una cuota de responsabilidad), sino principalmente de décadas de inequidades cometidas por los israelíes en contra de los palestinos.

Le pediré a todos los Budas por la paz, pero también por la verdad y por la justicia y no por ello olvidaré denunciar el terrorismo en todas sus formas, especialmente cuando asume la forma de terrorismo de estado por ser la más peligrosa. Creo que si todos hicieramos eso, la paz tendría aún más oportunidades porque manifestarse y denunciar las atrocidades cometidas y defendidas por quienes tienen nombre y apellido quizás sea una forma más eficaz de hacer circular energías positivas.

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