21.5.06

PLEIX

El trabajo de esta gente me tiene obsesionado desde que lo descubrí. A continuación las creaciones que más me impactan (son videos) con enlaces a la página principal de PLEIX. Para verlos basta ir allá y hacer click.

Futureshock:

Basement Jaxx: Birds:

Beauty Kit:

Plaid:

Sometimes:

20.5.06

2046 y Las Bordadoras

Esta semana vi dos películas que merecen ser comentadas. Una es 2046, del cineasta chino Won Kar Wai, actual presidente del jurado en el festival de Cannes. Esa cinta había sido presentada el año pasado en ese festival y había dado mucho de qué hablar. Por mi parte, lo que puedo decir es que me decepcionó bastante. Me esperaba algo tan hermoso como In the Mood for Love, película del mismo realizador que he visto varias veces, pero en lugar de ello me encuentro con una especie de remake estilístico de dicho film, pero carente de la gracia y la magia que aquel destilaba.

En 2046 la sofisticación estética alcanza elevadas cumbres, pero al mismo tiempo ahoga la sutilidad de las emociones retratadas, escollo del que había sabido librarse In the Mood for Love. Es como si la película fuera víctima de un exceso de rigor artístico que en vez de darle alas la amortajara en una coraza de preciosismo. El resultado es que se me hizo lenta y aburrida. Además, me pareció que el autor pecó de falta de inventiva al utilizar ideas argumentales ya expresadas en In the Mood for Love (por ejemplo lo del secreto susurrado en un hoyo). Ojalá Won Kar Wai sepa volver por la senda de un cine más fresco y sorprendente como el que nos había brindado en Happy Together o en Chungking Express y no vuelva a caer en el despeñadero de los artificios, como lamentablemente lo ha hecho esta vez.

La segunda película que me interesa comentar es Les Brodeuses (las Bordadoras), primer largometraje de la realizadora francesa Eleonore Faucher, estrenado en Francia en el 2004. Todo lo que le falta a 2046 lo tiene esta joyita rebozante de gracia y delicadeza. Cierto que a veces la dirección de actores es un poco deficiente o que hay algunas irregularidades en la línea narrativa, pero esos errores se compensan ampliamente con la generosidad y belleza de ciertas escenas donde la fotografía merece una especial mención, ya que logra ser elegante y trabajada sin caer en excesos.

19.5.06

Si fallor, sum

A continuación publico aquí una colaboración escrita especialmente para el sitio "Por la boca vive el pez", de la incansable Julia Ardón, amazona acuática de las buenas causas.

Permítanme una corta disquisición pseudo-filosófica inducida por los escritos de don Jacques Sagot y don Enrique Obregón, recientemente publicados en las páginas de La Nación primero y aquí después; será una lucubración libre y juguetona como la “pez-master” de estas aguas quiere que naden sus pececillos, tiburones, pulpos, peces voladores y ballenas… más algunos torpedos:

Don Enrique Obregón dice "ver y hablar", don Jacques Sagot "pensar antes de actuar", por su parte Monsieur Descartes formulaba antiguamente "pienso luego existo". Los tres articulan sus enunciados como una suerte de binomio donde un término sirve de sustento a un fenómeno que puede ser hablar, actuar o existir. En Sagot y en Descartes el actuar y el existir se relacionan con el pensar (aunque en Descartes ese pensar era sumamente amplio y comprendía todo acto verificable por el espíritu: sentir, imaginar, desear, etc.). En Obregón el hablar se debe fundamentar en el ver.

Pero a diferencia del cogito cartesiano que busca la prueba directa de la existencia del sujeto pensante a través de un acto intuitivo de conciencia reflexiva libre de toda valoración, los enunciados “sagotiano” y “obregiano” no se interesan en dicho problema sino, en primera instancia, en la calidad del acto subsiguiente: para actuar o hablar bien antes se debe pensar o ver correctamente. Sabio consejo que sin embargo, visto el contexto, revela en esos autores un juicio subyacente que los lleva no solo a distanciarse, sino incluso a desautorizar a individuos y movimientos cuando no se han pronunciado desde el púlpito de una lucidez y de una lógica que no son las suyas. Así, "muchos" (¿Cuántos? ¿La mayoría?) de quienes han hablado y actuado defendiendo el CENAC serían miopes, ciegos, imprudentes, cabezones, o bien individuos de criterio deficiente e incluso ausente. De ese modo llegan a descalificar, de un solo sablazo, cantidad de aportes sensatos.

Yo, por mi parte, digo que se existe (socialmente) a través del actuar, el hablar, el escribir y que el hecho de existir es el que permite pensar, o en todo caso ir profundizando el pensamiento como grupo en constante articulación debido a ese proceso. Me explico: Si queremos que se nos tome en cuenta, si los actores culturales desean materializarse frente al cuerpo social, antes deben hacerse oír a través de la palabra (escrita o pronunciada) y dejarse ver a través del actuar. Esa existencia es la que nos permite irnos pensando más y mejor como sector, como movimiento, como grupo de individuos ligados por al menos un fin común. Quienes nos aconsejan callar y esperar contrapropuestas, en realidad obstaculizan con esas mieles nuestra existencia como estructura social y sectorial capaz de estrategias defensivas y “propositivas” también. Frente a ellos podríamos asumir como divisa: “si fallor, sum” (si me equivoco, existo) tal como había dicho San Agustín siglos antes de Descartes, con lo cual no estoy sugiriendo que debamos vivir en el error, sino más bien rescatando que se pueda ser a pesar de él. Pero ese desacierto no está aún demostrado.

14.5.06

It's not working

Uno de los blogs más singulares y terribles que he tenido la ocasión de visitar es el llamado “dead man eating weblog”, dedicado a dar cuenta de las últimas comidas de los condenados a muerte en Estados Unidos. El él además se pueden leer detalles sobre los delitos cometidos por los sentenciados, así como estadísticas sobre ejecuciones e incluso las últimas palabras pronunciadas por los desafortunados prisioneros.

La entrada del 3 de mayo corresponde a la de Joseph Clark, doble asesino confeso de 57 años de edad, ejecutado en el Estado de Ohio. Ahí se puede leer que el 2 de mayo él ingirió: camarones, un bistec, alitas de pollo, papas tostadas, arrollados con mantequilla, pastel de cereza y una bebida ligera.

No se consigna nada sobre sus últimas palabras, pero seguramente no hubo necesidad de publicarlas en el blog ya que la prensa se encargó de difundirlas: “It’s not working, it’s not working” (no está funcionando) repitió el hombre al darse cuenta que la inyección de barbitúricos que debía dormirlo antes de la inyección letal no estaba haciendo efecto pues su vena, seguramente fragilizada por la edad, se había reventado y el químico se estaba derramando. De no haber pronunciado esas palabras tal vez se hubieran apuntado las que originalmente había dicho luego de pedir perdón a las familias de sus víctimas: “hoy mi vida está siendo arrebatada por causa de las drogas, si usted vive por la espada, usted muere por la espada”.

El hecho de que la vena de Clark haya colapsado significó que la inyección letal comenzó a hacer efecto sin que él se hubiera dormido lo que, suponemos, le provocó terribles sufrimientos ya que las inyecciones letales en Estados Unidos están siendo cuestionadas como método de ejecución en razón del dolor indebido que causan. Con Joseph Clark los problemas con las inyecciones en realidad comenzaron antes, porque los técnicos pasaron 90 minutos tratando de encontrar, en su brazo, el sitio adecuado para colocarle las agujas. Al comenzar el hombre a quejarse de que el método no funcionaba los oficiales cerraron la cortinilla para que los testigos no miraran y los técnicos vinieron a colocarle una nueva inyección en el otro brazo. No se dice cuánto tiempo duraron haciendo eso, sólo se explica que después volvieron a abrir la cortinilla para que los testigos terminaran de verlo morir.

Joseph Clark fue el prisionero número 21 en ser ejecutado en el Estado de Ohio desde la instauración de la pena de muerte en 1999 y el número 1021 en todos los Estados Unidos desde el año 1976, año en el que recomenzaron las ejecuciones. El hecho de que tal cantidad de gente muera por la pena capital y que en pleno siglo 21 esta goce de excelente salud en la primera potencia planetaria, no deja de ser curiosamente significativo y me lleva a pensar que las últimas palabras de Joseph Clark tienen también el insospechado sentido de que algo anda muy mal en esa sociedad... it’s not working.

Nota adicional:

Con respecto al tema del "distanciamiento moral" de los encargados de ejecuciones en las prisiones se puede ver el siguiente artículo:

Y aquí un poema mío dedicado a este hombre.

El hombre de la foto fue Joseph Clark

13.5.06

Batalla en el cielo

La esperaba desde hace tiempo pero no fue sino hasta ayer que finalmente pude verla, me refiero a Batalla en el Cielo, la segunda película del joven cineasta y abogado mexicano Carlos Reygadas. Ya hace mucho tiempo que una cinta no me impactaba tanto y mi reacción se resume en tres palabras: entusiasmo, entusiasmo, entusiamo. Sí, mucho entusiasmo ante la que considero desde ya una obra maestra no solo del cine mexicano sino del latinoamericano en general. Una película de primer orden frente a la que sólo se pueden tener dos actitudes: o se adora o se detesta. No ignoro que muchos críticos han desmontado esta película y que durante el pasado festival de Cannes (edición 2005) hubo una gran polémica entre pro y contra Reygadistas. Valga ese hecho para señalar que la indiferencia frente a ella no cabe. Eso es algo que habla muy bien de la fuerza de su propuesta.

De ese film el Diario del Festival de la Habana del año pasado decía: “Es una recia bofetada a la mojigatería, a lo sensiblero, a los amantes de rosadas linduras, a quienes conciben el cine como un cuento cuyos personajes deben favorecer la identificación... se cuenta entre lo más desmesurado y fuera de códigos que ha producido el cine latinoamericano en los veinte años recientes". Concuerdo perfectamente con ese comentario, con la salvedad de que yo no hablaría de veinte años sino de cuarenta. Habría que remontar al Glauber Rocha de los años sesenta para comparar el impacto que Reygadas, con su cine, puede causar. Pero por supuesto que no se trata de lo mismo, aunque hay resonacias. Reygadas se nutre visiblemente de Tarkovsky (en su primera película Japón, eso es muy claro), pero también de Dreyer, de Antonioni, de Rossellini (en Batalla en el Cielo hay un hermosísimo paralelismo con la escena culminante de Stromboli), de Bresson (por el tipo de dirección de actores) y probablemente de un cineasta contemporáneo como el francés Bruno Dumont. Por otra parte, los maestros del cine documental como Wiseman o Depardon no están ausentes de su paleta y si no los conocía sin duda Reygadas los reinventó dentro del formato de una película de ficción. Sin embargo, más que hacer una especie de milk-shake de estilos, de Japón a Batalla en el Cielo Reygadas ha sabido irse forjando un lenguaje propio que le imprime un sello muy particular a sus películas y que lo ubica, desde ahora, entre los cineastas más importantes de su generación a nivel mundial.

No recuerdo quien decía que desde el primer plano uno ya podía apreciar la calidad de una película. Sin embargo, he podido comprobar en más de una ocasión la justeza de esa afirmación. Batalla en el Cielo no es la excepción: la película se inicia nada menos que con una felación que le hace una hermosa joven a un hombre muy pasado de kilos. Pero no hay ahí la más mínima gota de pornografía. De la impresión de repulsión inicial aquello se vuelca, al final de la escena, hacia una forma de poesía pura. Una inyección de carburante que lanza la cinta hacia delante en un movimiento ascendente cada vez más difícil de contener. Aunque podría decir mucho, no adelantaré nada sobre el desarrollo de la película ni haré ninguna exégesis de contenido o estilo. Sencillamente diré que me produjo verdaderas y profundas emociones y por ello quiero recomendarla como una de las películas más importantes que yo haya visto de la cinematografía latinoamericana. Eso sí, prepárese porque lo que verá será muy diferente de la bazofia a la que nos tiene acostumbrados el cine hollywoodense y que lamentablemente muchos cineastas latinoamericanos han comenzado a copiar con peores resultados.

12.5.06

Comentario al "polómetro"

El siguiente texto es un comentario a un artículo publicado en un sitio que recomiendo: Por la boca vive el pez

Si he puesto aquí mi opinión, y no allá, es porque resultó un poco más extensa de lo que normalmente toma como espacio un comentario.

Habría mucho que decir sobre esta magistral antología de prejuicios y chabacanerías que es el "polómetro", donde el racismo, la xenofobia, el clasismo, el sexismo, la insensibilidad hacia diversas criaturas (el caso de la perra Camila por ejemplo), la intoleracia hacia otras religiones (usted es “polo” si tiene un Buda en su sala... ¿Y porqué no un crucifijo?) y modos culturales (expresados en ciertos gustos músicales por ejemplo o en determinados modos de hablar), desfilan en un carrusel interminable pero repetitivo de ocurrencias y banalidades, unas más tristes y cansonas que las otras. Es interesante constatar que algunas categorías son completamente contradictorias: Por ejemplo si usted piensa que la gente de las provincias es inferior usted es “polo”, pero si usted vive en Cartago también lo es, así el atisbo inicial de una posición medianamente inteligente se desvirtúa inmediatamente con la enunciación de su opuesto. Otro ejemplo: punto 73... usted obtiene puntos de “polada” si piensa que “los chinos, negros o nicas” son inferiores, sin embargo, con estos últimos sí puede darse el gusto de convertirlos en hazmerreir y de insultarlos... ejemplo: el punto 77 dice que usted es “polo” automáticamente si es nica o colombiano... para luego categorizarlos como “la misma mierda”, desdoblando de ese modo la injuria hacia pueblos hermanos que merecen todo nuestro respeto.

Me llamó especialmente la atención el punto 106: si usted no está de acuerdo con algún punto del "polómetro" automáticamente está incurriendo en una "polada". Este es un interesante mecanismo de estructuración del "pensamiento único", el mismo que lleva a la intolerancia y a toda forma de acriticidad. Vale la pena señalar cómo este mecanismo se artícula a la perfección con la típica “serruchada de piso”, que en el “polómetro” también cumple una función cuando se dice: "en este país nadie puede jugar de educado". Los engranajes de esta relojería alcanzan su punto culminante cuando el o los autores del documento manifiestan que nadie debe "enojarse" con el mismo "por alguna polada que comete. Por que no crea, yo también soy bien politico". Es decir, ellos mismos admiten incurrir en lo que ahí absurdamente se trata de medir y por esa vía se complacen en su propia mediocridad buscando arrastrar al lector a la misma. Ni por un instante imaginan que éste más bien pueda "enojarse" no por el hecho de que el "polómetro" le revele que es un "polo", sino por su contenido o por la idea misma de establecer tan torpe medidor. Menos imaginan aún que uno pueda cuestionarlo sin necesidad de caer en el enojo.

Otro punto interesante es el 52, el cual se mete hasta con los problemas físicos y de salud de las personas: usted sería “pola” (si, en femenino porque está dedicado a la mujer) si usa frenillos. En fin, prácticamente de cada punto se podría hacer la “exégesis”, lo cual sería interminable, como interminable es la letanía del “polómetro”, así que hasta aquí llego.

No voy a decir a los "polos" (en plural porque es casi seguro que hubo “colaboraciones”), sino a los que tuvieron el mal gusto de tomarse el tiempo de recoger, categorizar, escribir y fundar en Internet un sitio para publicar al mundo las pocas luces de su magna obra, habría sin embargo que agradecerles que hayan hecho (sin proponérselo evidentemente) un retrato inédito (y autoretrato también) de una cierta forma de pensar que desgraciadamente, en muchas ocasiones, nos caracteríza como pueblo. Tal vez su lectura y estudio al menos sirvan para profundizar en el conocimiento de este tipo de pobre mentalidad y nos ayuden a desenmascararla allí donde se presente, digna labor que ha asumido Sary Montero. Qué lástima que bajo la pluma de estos individuos, hermosas ideas como la que ponen en su conclusión (“Recuerde que la clase está en el ser y no el poseer”... aunque visto el contexto no me gusta eso de “clase”) se desvirtúan completamente con la demostración, en 115 argumentos irrefutables, de lo que ellos son. Sería difícil imaginar una medición más idónea y exacta.

Alguno dirá por ahí que no hay que tomarse estas cosas muy en serio, que después de todo no es más que un poco de humor sin consecuencias... porque a fin de cuentas, como dice el autor o los autores del listado, “es para que se desestrese un rato”. No habría que olvidar que en la historia de muchas naciones este tipo de humor cínico, epidérmico, ya no de mal gusto sino de uno pésimo, ha sido antesala de grandes tragedias.

11.5.06

Cuatro Nobeles en citas

Confieso que casi todos los días leo La Nación. Y no lo hago para tomarme como santa palabra lo que ahí se escribe, sino para analizar y estudiar los mecanismos de formación (y deformación) de opinión, ya que no se puede negar el papel que juega (¡y gasta!) ese periódico en nuestro medio y a ese respecto. Ayer, recorriendo sus páginas, me llamó la atención que se citaran las declaraciones de cuatro premios Nobel de la Paz, tres de ellos nada menos que en nuestro país. El primero, Lech Walesa, habló frente a los estudiantes de la Universidad Nacional de la necesidad de una tercera vía que no sea el comunismo ni el capitalismo y pidió una “revolución” para fomentar valores (¡buena Lech-e!). Específicamente dijo: “si no creamos un hombre con alma y conciencia, no vamos a crear un sistema mejor al actual”. Todo mi apoyo a condición de interpretar esto como una revolución espiritual, porque siempre he creído que la verdadera revolución viene de adentro, que la tercera vía no es primero hacia fuera de sí, sino hacia el interior y de ahí nuevamente hacia fuera en un constante ir y venir muy dialéctico. Proceso que además no tendría que ver necesariamente con ninguna religión, aunque la budista sea de toda mi simpatía.


El segundo Nobel, o más bien la segunda, es Rigoberta Menchú. Ella dice que los Nobeles afrontan problemas de censura y dificultades para expresar sus opiniones. Mmm, no creo que ese problema lo tenga mucho Oscar Arias. Luego se refiere a las causas de la poca participación de los indígenas en el poder en Guatemala: “Donde todavía no logramos permear es en los partidos políticos, porque para tener un partido casi hay que comprarlo” Ah sí, ¿Comprarlo? y ¿Dónde los venden? / Noo, sáquese esa idea, no se trata de eso, no hay supermercados de partidos y tampoco vienen en cajita, lo que ocurre es que “antes los partidos eran la viabilidad de la organización para acceder al poder pero ahora son negocios de empresarios muy ricos y eso nos deja sin participación. Lo mismo sucede en el resto de América”. Ah ya, por algo decía yo que veía cierta similud con algunas cosas que se dan en nuestro país. Termina Rigoberta Menchú expresando su deseo de que en Costa Rica deje de negarse la diversidad diciendo que los indígenas ya no existen o se incorporaron (a la forma de vida del resto de la ciudadanía supongo): “tiene que acabar esa forma de presentar a los pueblos indígenas y mucho menos presentarlos de una manera folclórica”. “Es necesario que ellos no sean más un objeto de exhibición de diversidad natural como si fueran loros o una especie de animal y que tengan plenos derechos”. Perfectamente de acuerdo. Espero no haber caído en eso a la hora de filmar los rituales que un grupo de indígenas bribris vinieron a realizar al Parque Nacional con motivo del equinoccio el 20 de marzo pasado. Sin embargo, tampoco se debe caer en una especie de sobre-proteccionismo y paternalismo que los concibe como si fueran animalitos en vías de extinción o poblaciones que no deben ni siquiera interactuar con otras comunidades para no contaminarse de no sé qué plagas contemporáneas, por lo que se les tiene esterilizados y confinados en reservas indígenas.


La tercera cita es de Shimon Peres, viceprimer ministro israelí. Desde Jerusalén él amenazó con “aniquilar” a Irán en caso de ataque militar. Como sus declaraciones tuvieron gran impacto puntualizó: “dije que todos los que amenazaban con aniquilar corren el riesgo de verse aniquilados”. Caray, no sabía que los Nobeles de la Paz se enfrascaban en escaladas verbales haciendo uso de semejantes términos. Evidentemente este señor no tiene problemas ni siquiera con la autocensura (como tampoco los tiene el mandatario de Irán). Estas cosas dan miedo. Para quitarme el mal sabor de boca prefiero devolverme unas páginas y releer algo que había dicho Rigoberta Menchú: “El tesoro más grande que tengo en la vida es la capacidad de soñar. En los momentos más difíciles y en las situaciones más duras he sido capaz de soñar con un futuro más hermoso”.


El cuarto Nobel, es nuestro Oscar Arias. Su cita se refiere a la casa presidencial. Simplemente dijo “no me gusta mucho”, pero “ciertamente muy pronto (nos) vamos a pasar a Zapote”. Ah, qué bien, al menos no es de entrada al CENAC. Pero ahora que lo pienso, tal vez no le gusta aquel lugar para que después no le puedan decir, como seguramente se está diciendo Abel Pacheco, que “hasta a la mona más mona se le cae el zapote”.


Bueno, pero qué podría yo concluir de todo este “citatorio”. Tal vez sencillamente que los Nobeles después de todo son humanos y no semi-dioses olímpicos y que lo que dicen o piensan puede ser tan elevado o pedestre como lo que los no-Nobeles y no-nobles podemos llegar a cogitar y manifestar en un determinado momento.

10.5.06

Viva recomendación

No se pierdan por nada del mundo esta magistral farsa

9.5.06

El presidente

Yo no fui de los que votaron por Oscar Arias, pero quisiera creer que va a hacer un buen gobierno, al menos uno mejor que el de los cuatro gobernantes que se relevaron en el poder luego de su primer mandato. Y lo quiero creer porque siento que de no ser así se le estaría dando un tiro de gracia a este país. Tengo la edad suficiente para haber vivido y percibido el deterioro institucional, cívico y social en el que nos hemos ido hundiendo. No voy a decir que todo pasado fue mejor, pero sí puedo decir que al menos hace 30 años fue muy interesante. En aquella época yo tenía 12 años y había grandes expectativas sobre el futuro. Durante mi adolescencia ese sentimiento fue en aumento hasta que vino el segundo choc petrolero en el 79. Pero igualmente ese año los sandinistas tomaban el poder en Nicaragua y el idealismo nos ganaba. Y claro, aquello era una bomba porque la mezcla de una adolescencia de por sí rebelde con un ambiente revolucionario no podía dejar de ser explosiva. Sin embargo, todo fue como un espejismo, ya que en realidad lo que comenzaba era el descalabro.

Un buen gobierno para mí se inscribe dentro de la óptica de aquello que decía Lincoln sobre la democracia: “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Un buen gobierno debe ser un gobierno profundamente democrático, no solo en su forma de acceder al poder, sino también en aquella de ejercitarlo... debe ser eficaz. Arias accedió al gobierno siendo electo por uno de cada cuatro adultos. Mucha gente usa ese argumento para deslegitimarlo, pero eso me parece una tontería. Arias ganó y ganó democráticamente. Cuando la mayoría se abstuvo lo hacía sabiendo que al no ir a votar estaban tácitamente aceptando lo que viniera. Y vino Arias. Así que él es el legítimo presidente. Además, al elegirlo el pueblo refrendó en las urnas la controvertida sentencia de la sala IV que interpretó que podía haber reelección. Discutir ahora si Arias tenía o no legitimidad para postularse ya no tiene sentido. Otros argumentarán que Arias no es del pueblo, que lo puso una oligarquía con un enorme capital a su disposición para comprar conciencias, manipular encuestas y atontarnos con propaganda. Es cierto, Arias surge de una clase aristocrática y ha contado con el apoyo de los grandes capitalistas de nuestro país. Pero esa no me parece una razón para decir que es un presidente ilegítimo, porque a pesar de todo tuvimos la libertad de votar o no por él.

Pero como la mayoría de los que depositaron su voto en las urnas el pasado 5 de febrero le dió su apoyo y lo hizo ganar, vuelvo a lo que iba: A mi esperanza de que ojalá Arias y su equipo hagan un buen gobierno, uno que le devuelva al país la esperanza y la confianza en sus instituciones, la fe en su futuro. Eso es muy importante porque de lo contrario el abismo que se abre a nuestros pies sería mucho más inquietante de lo que ya es.

Hace unos doce años tuve la oportunidad de trabajar en la producción de un documental para la televisión francesa. En esa época yo vivía en Francia y fui contratado para formar parte de un equipo que vendría a Costa Rica a investigar sobre el tema de la paz. “Costa Rica o el deseo de Paz” se llamaba el documental (que dicho sea de paso nunca fue proyectado aquí a pesar de que el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica fue coproductor y obtuvo su copia). Obviamente un encuentro con Arias era una cosa sumamente importante y deseable. Después de algunas negociaciones logramos la cita. Como yo era el asistente de dirección y la directora no hablaba muy bien español a mí me tocó hacer muchas entrevistas, entre ellas la de Arias. Me acuerdo que ese día filmamos como cuarenta minutos con él y que tuve la ocasión de interrogarlo sobre muchos aspectos. Después de cada pregunta Arias se tomaba varios segundos para contestar. Parecía reflexionar mucho lo que iba a decir y al final estructuraba unas respuestas que nos parecieron ricas y útiles para el documental. Sin embargo, salí con la impresión de haber hablado con un tipo muy circunspecto, distante y frío... un ególatra que vivía de sus glorias pasadas. Yo no creía que fuera a hacer algo más, lo veía como alguien que había cumplido con lo suyo. Obviamente me equivocaba y desde entonces él ha logrado muchas cosas más y ahora es el presidente. Esperemos que su energía le aguante para cuatro rudos años de gobierno y que sepa conducir esta barcaza del mejor modo hacia costas más ricas para todos. A pesar de su mal paso con lo del CENAC, confío que en lo futuro, antes de cada acción, él meditará bien su proceder. Por lo demás, no olvidemos que como ciudadanos nos toca fortalecer la verdadera democracia mediante la participación, la entrega, la vigilancia, y el respeto por los otros y por el entorno. Si hemos de exigirle cuentas al presidente Arias al cabo de cuatro años, también hemos de exigírnoslas, ante todo, a nosotros mismos.

Reflexiones suplementarias:

-Viéndolo bien sí hay algo en lo que le podría pedir cuentas desde ya a Arias (aparte de su "salida" con lo del CENAC) y es que no intentara convencer a Ana Belén de cantar para todos. ¡Egoísta! No sólo él tiene derecho a convertirla en su cantante platónica.

-En nuestro país ya se está volviendo costumbre hacer un extraño tipo de poesía donde presidente rima por delante con presidiario.... ojalá que a esto no tengamos que añadir dentro de unos años presidiarias.

7.5.06

La blogosfera y el homo-informaticus


Me encontré el siguiente texto y me pareció interesante reproducirlo y comentarlo más abajo:

"Hace unos meses el resúmen del estado de la blogosfera en Technorati mostraba algunos números de crecimiento en todos los sentidos y los datos iban mostrando cosas como:

-Technorati monitoriza 35.3 millones de blogs.
-El tamaño de la blogosfera se dobla cada 6 meses.
-La blogosfera es ahora 60 veces más grande que hace 3 años.
-Cada día, se crea un nuevo blog por segundo.
-19.4 millones de bloggers (55%) todavía están posteando 3 meses después de crear sus blogs.

Technorati monitoriza alrededor de 1.2 millones de nuevos posts cada día (unos 50.000 por hora). Hace unos días aparecieron los
datos de la segunda parte de su informe y hay algunos datos un poco más interesantes a nivel blogs internacionales que Blogpocket resume bastante bien:

La blogosfera es multilingue y profundamente internacional. Hay dos datos a destacar: mientras que los posts en chino han disminuido de un 25% a un 15%, desde noviembre de 2005 a marzo de 2006, seguramente por las restricciones de censura que sufren; los posts en español han decaído de un 4% a un 3%, lo cual es un tanto preocupante pues podría indicar que la blogosfera hispana no goza de tan buena salud como creíamos. Sin embargo, los japoneses sí que postean de lo lindo. El primer idioma, por número de posts, es el japonés, por encima incluso del inglés. Respecto al tagging (categorizar los posts con simples palabras o frases) continúa en crecimiento: el número de posts con tags o categorías ha aumentado 100 millones desde que Technorati comenzó a monitorizar tags en Enero de 2005. Sería interesante comparar estas tasas de crecimiento y publicación con las tasas de brecha digital y acceso a internet de cada uno de esos países para poder hacer una comparación porcentual más que total."

Bueno, ¿Pero quién va a leer tanto blog? Porque la población lectora no creo que aumente en la misma proporción. Tal vez la respuesta es que en esto de bitacorizar (¿Me aceptarían este neologismo en vez de bloggear?) el mejor lector es uno mismo (salvo algunas notables excepciones). Pero no tanto de lo que escribe, sino de lo que interpreta de sí mismo y de su entorno. Uno tiende a leer en su mente sus propias emociones y conceptualizaciones y en su entorno uno cree aprender a descifrar mejor los jeroglíficos que le presenta la (su) realidad para trascribirla, recodificada, en un número de textos virtualmente infinito. Así, si revisamos al azar el universo de los blogs, nos damos cuenta de la innumerable cantidad de temas y formas de tratamiento que existen. Toda esta masa de datos tan variopinta refleja el mundo en expansión de sus autores y evidencia lo que podría ser una especie de mutación dentro de la atmósfera hipercondensada de la blogosfera: la mutación que estaría acelerando nuestro proceso de conversión en "homo-informaticus", pero paradójicamente volviéndonos individuos cada vez más aislados e ignorantes (ignorancia y aislamiento definidos con relación a la creciente masa de información y de participantes). Y esto estaría sucediendo, no a pesar de los extraordinarios medios de comunicación e información puestos a nuestro alcance, sino precisamente como consecuencia de su uso extensivo. Por otro lado, esta podría ser una hipótesis de trabajo para explicar la disminución de “posts” referida más arriba, como respuesta natural a lo que podría ser una intoxicación informativa en el ambiente enrareciedo de la blogosfera.

Sobre el concepto de homo-informaticus se pueden ver las siguientes referencias:

5.5.06

Comilona Vanguardista


El primer almuerzo que ofrecerá Oscar Arias como Presidente de la República, tendrá lugar el lunes 8 de mayo a las 2 PM, nada menos que en las instalaciones del Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC ubicado en el CENAC). Los bocadillos vanguardistas serán mini-instalaciones degustables conceptualizadas y ejecutadas por la mejor artista culinaria contemporánea que tiene el país, la chef Isabel Campabadal, madre de Anabelle, la negociadora estrella del TLC. (¿Buena o mala estrella? Eso se los dejo a su criterio).

Laura Bush, Felipe de Borbón, Vicente Fox, Lech Walesa y hasta el mismísimo Hugo Chávez estarán entre los invitados y tendrán la posibilidad de pasearse por La Pila de Melaza (si nadaran aunque sea como perrito sería más divertido) y otros sitios característicos de lo que OAS ya considera su casa presidencial.

La prensa ha anunciado, como parte del catálogo de obras comestibles: empanadas de malanga rellenas de cerdo; canasta de tortilla con ceviche de plátano verde; pechuga de pollo rellena de hongos con salsa de tamarindo, miel y soya; crema fría de zanahorias con especias servida en medio coco; mosaico de espuma de pimientos con confitura de chile dulce; pesto de espinacas adornadas con palitos de pejibaye; arroz con hierbas frescas y macadamia. El postre será trilogía de maracayá, fresas y chocolate en salsa de vainilla y menta. Sin embargo, no creo que esta sobre-exposición del paladar (que de no más imaginarla ya me tiene medio ahogado en saliva) vaya a contar con la curaduría de Ernesto Calvo.

Entretanto, los que pensamos asistir a la marcha pro CENAC a esa hora posiblemente estaremos degustando un copo a dos leches en los alrededores del Estadio Nacional. Eso si no llueve, porque según el Instituto Meteorológico es muy probable que ese día por la tarde haya precipitaciones lluviosas. En vista de ese factor meteorológico y de esa especie de “chassé croissé” que tendrá lugar entre manifestantes y comelones, sugiero que no nos desplacemos y que más bien nos quedemos en los alrededores del CENAC ingiriendo un sánguche (el santo más jamado) mientras esperamos la llegada de las limusinas (adentro del CENAC, sentados en un pretil, no creo… a menos que quieran aderezar sus emparedados con gases lacrimógenos). Esa solución me parece más eficaz, más simbólica y menos cansada.

Pero como si la comilona vanguardista de la “nouvelle cuisine tica” en el MADC no fuera suficiente para una indigestión, el expresidente Pacheco (¿Alguna vez lo fue?) ofrecerá, a partir de las seis de la tarde, una cena en el Teatro Nacional con nuevos platillos “tendencia”. Y a todo esto ¿La factura culinaria –sin contar el guaro- qué porcentaje va a representar dentro del gasto de los cien millones de colones que se calcula costará el traspaso? Es triste, pero eso probablemente nunca lo sabremos aunque todos paguemos y no comamos. Sin embargo, lo que es más triste aún es que muchos de los que seguirán por televisión la coronación... digo traspaso, lo harán comiendo el tipiquísimo plato de babas mientras otros pasan hambres. ¡Mejor apague!

2.5.06

Pobre País

En Costa Rica sólo los ricos han cambiado. Los pobres no. Sigo viendo sus atribulados rostros, sus manos callosas, su piel curtida por soles de trabajo (cuando lo tienen). Sus ropas raídas acaso ahora sean americanas o chinas, pero en los más miserables sigue tan llena de huecos como las calles de este país. Los ricos, en cambio, tienen ahora alucinantes edificios de condominios en las montañas de Escazú, cuentan con ventas de Porches y Ferraris, son propietarios de yates costosísimos, algunos incluso poseen helicóptero privado y hasta helipuerto en sus casas (tengo un vecino así... me pregunto si eso de sobrevolar zonas residenciales a baja altura será legal).

Sí, en Costa Rica sólo los ricos han cambiado. Ahora ya no están obligados a irse a mezclar mucho con el pueblo cuando van de compras, porque cada vez tienen más y más “malls” con tiendas de lujo rebosantes de artículos importados; lo que no significa que porcentualmente haya cada vez más ricos, sino que acaso tal vez tengan más dinero, o que ciertos negocios oscuros fructifican o que la explotación prospera. En cambio los pobres no van mucho por ahí, siguen frecuentando Palí (Pa'limpios dice un amigo), San José centro, la zona del mercado y sitios similares. Cuando se acercan a un mall lo hacen para trabajar como dependientes en una tienda o a soñar con los ojos abiertos una vida que no pueden costearse. Claro está, la mayoría de los que ahí llegan son, en definitiva, de clase media, aunque sea un estrato herido y puesto en entredicho. Algunos de sus miembros desaparecen de forma suicida cuando van a esos lugares con una tarjeta de crédito a endeudarse peligrosamente para aparentar que son ricos, pero al no resistir la prueba de las deudas terminan mal, muy mal... Terminan pobres, y para su mayor desgracia sin la fortaleza del pobre.

Hubo una época en que ricos y pobres se codeaban en aquellos viejos pupitres escolares de madera, cuando sólo existía la educación pública y la formica lavable aún no llegaba para hacer efímeros los graffis donde los pobres le declaraban su amor a la chiquilla o al chiquillo rico, pero donde otros consignaban groserías y sacadas de clavo contra los adinerados, lo que al menos tenía la virtud de permitir cierta forma de comunicación entre clases, primera válvula de escape de la marmita social. Luego vinieron los colegios privados para satisfacer una necesidad latente de distanciamiento, de demarcación, y en ese momento comenzó una separación entre ricos y pobres que solo ha ido en aumento. Ya muy pocos ricos, posiblemente ninguno, acuden a escuelas y colegios públicos. A las universidades estatales todavía llegan, pero son menos cada vez. Argumentan que la educación pública no es buena, pero no toman en cuenta que hablar con el pobre, estudiar y luchar junto a él, escucharlo, oír de sus necesidades y de su mundo, en pocas palabras, relacionarse y solidarizarse con ellos constituye una forma de aprendizaje, tal vez más humana, que toda la que puedan recibir en las aulas de instituciones privadas que se han convertido en grandes ghettos voluntarios. Estas élites, al llegar a posiciones de poder efectivo, no saben cómo administrar la pobreza, desconocen lo que es y por ello no saben luchar contra ella. Se emprenden a la persona del pobre, no a la pobreza... Identifican pobre con criminal olvidando que tal identificación en sí ya es criminal. Esto es particularmente cierto cuando el pobre es el inmigrante que viene en busca de trabajo a nuestro país, tal como lo hacen miles de nicaragüenses que huyen de la miseria apabullante del suyo.

Los barrios residenciales donde viven los ricos también se han convertido en islotes amurallados por decisión propia. Camino a Guachipelín hay uno que para mí se lleva el primer premio: Solo con lo que costó el alto y grueso muro que lo rodea me imagino que se pudieron haber construido ¿Cuántas? ¿Unas 20 viviendas populares? ¿50? Cada vez hay más muros de separación de ese tipo y por tal vía nos convertimos irremediablemente en un pobre país. País compartimentado, país amurallado, país esquizofrénico, país paranoico, país agrietado, país escindido, país segmentado, donde no es ni siquiera el rico el que reina, sino el miedo y la indiferencia más que la violencia. Donde las ventas de vallas, rejas, alambre navaja, intercomunicadores, cámaras de seguridad, blindajes diversos y de armas y alarmas está en franca expansión, pero donde la armonía, la paz social y la solidaridad están en caída libre.

Sí, en Costa Rica los ricos han cambiado, porque son más ricos y están más solos y aislados. Los pobres siguen igual porque es difícil ser más pobre, pero sí puede haber más pobreza. Pobre país.

1.5.06

Crónica Maternal Sobre un Brigadista

Los invito a visitar un blog hermano de éste, donde he publicado un texto largo llamado "Crónica Maternal sobre un Brigadista". Espero que disfruten la lectura.

http://derramesdetinta.blogspot.com/2007/07/crnica-maternal-sobre-un-brigadista.html