27.3.07

Post Nº 100: De las aplicaciones de "La vida es bella"

Había pensado celebrar el post número 100 de este blog con una fiesta de tres días y juegos pirotécnicos, no porque sea un gran blog ni mucho menos, sino porque no sé como he llegado hasta aquí. Tuve mi crisis bloguicida en algún momento pero fue domesticada y a pesar de todo sigo posteando (aunque la tentación aniquiladora sigue siempre en "border line"... o tal vez mejor "harakiri line") . Sin embargo, en vez de un orgiástico post, un asunto delicado y de actualidad me lleva a escribir un mensaje que me hubiera querido ahorrar, pero que se impone para aclarar algunas cosas.

Resulta que han llegado hasta mis oídos rumores de gente que se ha visto muy dolida por mi post "Tanda de terror en el Variedades". Lo primero que hice al escuchar eso fue abrirlo y releerlo para ver qué podía ser tan ofensivo en él. ¿Será que hablé demasiado de formatos de proyección? No, eso no puede ser. ¿Entonces? Claro, tiene que ser lo del crimen, los ríos magenta y la imagen dantesca. ¿Pero que acaso no se entendió que aquel post fue escrito para sublimar de una forma que se quería jocosa una experiencia traumática? (entiéndase bien: "traumática" aquí es una palabra sumamente exagerada). Tal vez lo que pasa es que yo tengo un humor muy particular, dudoso, sospechoso... y no todo el mundo me lo entiende. Jethro fue el único que confesó haberse reído y lo hizo casi disculpándose, pero Jethro también es sospechoso... como de otro planeta. Nooo... si era para reír abiertamente... para que me acompañaran riendo y me evitaran así llorar (gracias Jethro por la catarsis). Pero si no se entendió entonces disculpen... discúlpenme el humor de bicho raro e incómodo. Siempre me acuerdo que durante una conferencia de prensa que ofreció Roberto Benigni cuando se estrenó "La Vida es Bella", algún periodista lo increpó por hacer una comedia de un asunto tan serio como lo fue el holocausto... perdón... el Holocausto. El histrión italiano explicó entonces el caso de un sonámbulo que sueña tal vez pesadillas mientras camina dormido y curiosamente se ríe. Alguien entonces viene a despertarlo de un garrotazo y a reclamarle por sus risas. Entonces el soñador se ve obligado a disculparse de sus pesadillas ambulantes. Enseguida Benigni les decía a los periodistas en tono inocente, casi como un niño, y con gestos italianísimos: oigan señores... discúlpenme por soñar como soñé.

Ma che cazzo! (dedillos estirados y hechos un puño). Me veo entonces obligado a puntualizar... a explicar pesadamente que en ningún momento yo estoy abogando por que rueden cabezas y estoy claro en que la Muestra tiene enormes problemas financieros. Reconozco los esfuerzos porque todo haya sido hecho en las mejores condiciones posibles, reconozco las limitaciones técnicas, reconozco los desvelos, las preocupaciones, el stress, el bajonazo de defensas por esa causa, la gripe, la moqueadera, el hueco presupuestario en gasto de kleenex, etc, etc. Reconozco también que aquella noche ví rojo (o más precisamente magenta) y alguien por ahí que estimo mucho se sintió personalmente atacado cuando le hice un reclamo pasado de tono al calor del momento. ¡Reconozco todo! El "serial killer" del Variedades se arrepiente... Pueden ponerlo de titular en la Extra en magenta profundo. Mis disculpas a todos, principes y principesas, por ese exabrupto del espíritu y escribir como escribí en este blog "soñatorio". Pero por favor, me permito sugerirles, que en vez de refugiarse en sus susceptibilidades mal heridas sepan reconocer que ustedes antes la pifiaron en algunos asuntos que pudieron evitarse... no con más recursos, sino con un mínimo de cuidado técnico (me refiero a lo del formato). Ofrezcan al menos una disculpa (cosa que no han hecho, acaso por problemas financieros) y la vida seguirá siendo bella para tutti quanti.

Y ahora que tal vez podamos pasar a la melcocha y a la extrema ternura... a deleitarnos como niños con Kiwi:

20.3.07

Noah y su "tributo"

Algunos tal vez han visto en YouTube ese video de Noah, un muchacho de ojos grandes y tristes que tiene 6 años de estarse fotografiando a sí mismo cada día. Tal vez por la música y la expresión de Noah, el video deja un sabor muy extraño, como el de la nostalgia del paso del tiempo. Sin duda el trabajo es magnífico y al día de hoy más de 5 millones de personas lo han visto y ha sido muy imitado y parodiado. Si usted no lo ha visto puede verlo aquí:

Ahora que lo vió quizas también quiera ver el "tributo" que alguien por ahí le rinde... es corto así que tenga paciencia y aguante hasta el final.

Calaferte (en el día de la francofonía)

N'obéissez pas,
N'obéissez pas,
N'obéissez pas,
Vous n'avez de supérieurs nulle part,
L'obéissance est une maladie
Vous ne devez l'obéissance à
Personne - qu'à la vie.


Louis Calaferte

(En mi humilde traducción sería más o menos así:

No obedezcan
No obedezcan
No obedezcan
Ustedes no tienen superiores en ninguna parte
La obediencia es una enfermedad
Ustedes no le deben obediencia a nadie,
nada más que a la vida.)

19.3.07

Receta médica

La transcribo tal como está (hoy) nada menos que en la página de entrada del sitio web de la Caja Costarricense del Seguro Social:

El sexo es saludable

Las relaciones de pareja cariñosas y la actividad sexual frecuente favorecen la salud debido a la actividad hormonal. Durante los juegos sexuales preliminares, aumenta la secreción de oxitocina la cual influye en la formación de sentimientos profundos y poderosos.

En la unión sexual, se liberan endorfinas las cuales causan una sensación de bienestar. Durante el orgasmo, se libera prolactina que es antiestrés y serotonina que produce una sensación de felicidad completa.

Durante los ratos de dulce compañía, también secretamos más estrógenos y progesterona, sustancias que fortalecen los huesos y músculos, protegen el corazón y tonifican la circulación.

¡Albricias! Definitivamente ahora tenemos la prueba irrefutable de que nuestras autoridades médicas nos desean mucha felicidad y salud y nos orientan en cómo alcanzar esa plenitud (aunque no pusieran dibujitos del kamasutra). ¿Cuántas enfermedades del cuerpo y el espíritu, costosísimas todas, no derivaran de un pueblo reprimido, sexualmente frustrado o insatisfecho? Posiblemente ésta sea la nueva y grandiosa estrategia gubernamental, inspirada por nuestro premio Nobel de la Paz enamoradizo (recuerden: "peace and love"... "make love, not war") para solventar el déficit crónico de la Caja y una aplicación óptima e integral de la más sabia medicina universal.

16.3.07

Una frase de Arias sobre el agro

Según la cita que hace la Nación de ayer de una reacción de nuestro presidente Oscar Arias Sánchez a la directiva o recomendación de la Contraloría General de la República pidiendo el cierre del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), él habría dicho: "El IDA no está cumpliendo su fin, el mundo ha cambiado con respecto a 50 años atrás, hoy lo que determina el grado de bienestar de un individuo son los conocimientos, no la tierra".

Esa frase a mí me parece sumamente delicada... llena de implicaciones. ¿Qué quizo decir exáctamente? ¿Que la tierra no tiene valor? No, para nada. Sino él mismo no andaría comprando terrenos a terceros que los adquirieron precisamente del IDA de forma presuntamente irregular. ¿Que los trabajos agrarios deben abandonarse sin más? Esto sería una afrenta a la dignidad y esfuerzos de nuestros campesinos y una traición a nuestra historia agrícola. "Shame on you Mister Arias" si eso fue lo que quiso decir. Y si el conocimiento puro fuera tan importante ¿Porqué aquí entonces comienzan a verse taxistas diplomados que lo son porque no pueden encontrar trabajo en aquello para lo cual estudiaron, así como pordioseros universitarios que no escogieron serlo? Fenómeno que encontramos en países más "desarrollados" que precisamente han ido descuidando su agro.

Siendo Arias, por decirlo así, un puro producto de la oligarquía cafetalera de nuestro país, la frase es no sólo misteriosa, sino ante todo despectiva si consideramos además que la dice un graduado de Essex.

En realidad habría que decir que la posesión de la tierra, en sí, nunca aseguró el bienestar de ningún pueblo, sino la calidad de ésta, la forma en que se distribuye, el trabajo que se ejerce sobre ella y el grado de conocimientos y de inversión que se aplican a su explotación. Si esto último es lo que quiso decir nuestro presidente, entonces sí estoy de acuerdo con él. Pero solo parcialmente, ya que si el IDA, a pesar de todos sus defectos y de los constantes abusos de algunos de sus funcionarios, tiene el noble fin de distribuir parcelas a los campesinos que carecen de ellas, no considero muy afortunado un razonamiento tan ambiguo para reaccionar públicamente a la petición de la Contraloría. Si otro artículo de la Nación explica que muchas de las parcelas distribuidas no han sido explotadas convenientemente porque no fueron acompañadas de una capacitación adecuada, entonces la frase de nuestro presidente más bien debió haber ido en el sentido de que algo se debía hacer reformar el IDA y para que los campesinos desarrollaran sus conocimientos y destrezas agrícolas. ¿No está acaso el mandatario suficientemente bien informado?

Opino que se debe pensar más bien en una reestructuración y reorientación del IDA para que cumpla mejor sus fines y no en su cierre definitivo. Hay cierta esperanza, ya que el Consejo de Gobierno, al parecer, va a proponer convertir el IDA en una "institución que impulse el desarrollo rural".

Hans Hoogerbrugge

Hans Hoogerbrugge no es el personaje que vemos a la izquierda, sino su creador holandés. Sin embargo, tras la apariencia anodina de este dibujo se esconde una serie de animaciones dignas del mejor teatro del absurdo.

Recomiendo ir con tiempo y curiosidad al sitio que las aloja: http://nails.hoogerbrugge.com/

15.3.07

Fantasmagoría (1908, por Emile Cohl)

Este corto es considerado el primer dibujo animado de la historia del cine.

Y no se pierdan al fantástico pájaro lira:
http://www.youtube.com/watch?v=VjE0Kdfos4Y

13.3.07

Alegoría (a petición.. jaja)

Qué ironía: Se ve mejor en YouTube con todo y sus malas compresiones que lo que se vió en la Muestra de Cine y Video, a pesar de sus sofisticados proyectores... posiblemente demasiado sofisticados para los técnicos.

11.3.07

Tanda de terror en el Variedades

Advertencia: Este le podría resultar un post todavía más aburrido y soporífero que los que habitualmente rinden honor al nombre de este blog. En él abordo una serie de explicaciones técnicas sobre formatos de video, así que si usted, estimado lector o lectora, es alérgico a ello, le recomiendo simple y llanamente saltárselo. Pero si a pesar de todo desea conocer un ejemplo más de lo folclórico que pueden resultar las cosas en este país, entonces siga adelante con la lectura, porque ese es el lugar donde desemboca todo: el magma de nuestra idiosincracia... nuestro alfa y omega.

Inspirado por la práctica del Zen, yo por lo general trato de cultivar la paciencia y la tolerancia, pero ayer debo admitir que se me derrumbó como un castillo de naipes durante las proyecciones de la Muestra cuando me puse ansioso y luego fúrico... incluso se me despertaron oscuros instintos criminales. Y no lo digo por el grado de calidad de los trabajos que fueron presentados, sino por las condiciones mismas de proyección.

Actualmente hay dos grandes formatos concernientes a la relación de aspecto de la imagen en la producción de videos. El más tradicional es el llamado 4:3 que presenta una imagen rectangular pero no muy alejada de la forma cuadrada, y el segundo es el llamado 16:9 que corresponde a lo que comúnmente se conoce como pantalla ancha, formato que se ha venido usando con mayor frecuencia a medida que se popularizan las pantallas de plasma y LCD de formato largo. Un trabajo hecho en 16:9 pero proyectado en 4:3 se verá deformado con una imagen estirada en el sentido vertical. Un personaje gordo, por ejemplo, se verá más delgado y más alto. Por el contrario, un trabajo hecho en 4:3 y proyectado en 16:9 se verá estirado en el sentido horizontal y los personajes lucirán más gruesos y achatados. Por ello el formato de producción y el de proyección siempre deben coincidir.

“Alegoría”, el trabajo que yo presenté a la Muestra y que defino como “una alegoría de la dolarización de nuestra economía”, lo hice únicamente a partir de de dos imágenes que se combinan de múltiples formas mediante una serie de animaciones bidimensionales: la de un antiguo billete de 5 colones y la de un billete de 1 dólar. Siendo que los billetes tienen una forma alargada que se corresponde bastante con la de una pantalla ancha, me pareció que el formato de producción que calzaba mejor con ellos y con lo que yo quería hacer de ellos era el formato 16:9, y por eso mi video no solo fue realizado en ese formato sino que también debe ser proyectado con esa relación de aspecto. Para evitar malentendidos, tanto el cassette en el que entregué la obra como su cajita tenían por lo menos tres indicaciones de cuál era el formato de proyección correcto e incluso venían acompañados de una nota para el proyeccionista, a quien únicamente le basta apretar un par de botones en el proyector para pasar de un formato 4:3 a un formato 16:9.

Lo que nunca me imaginé pero descubrí en el momento de entregar la copia es que los organizadores de la Muestra habían decidido, dizque para simplificar la proyección y evitar problemas, poner todos los trabajos en un DVD. ¡Genial! Solo que eso no solo nivela por lo bajo la calidad de los trabajos al tener que comprimir la imagen para conformarla con la definición própia de un DVD (un verdadero atentado para la gente que trabajó en formatos de mayor calidad, incluso en película cinematográfica), sino que también acarrea otra serie de problemas técnicos que deben ser resueltos con mucho cuidado si se desea evitar un circo de espejos deformantes donde los gordos aparezcan como flacos y viceversa.

Por ello lo primero que se debió haber hecho fue haber advertido a los realizadores y productores que entregaran su material con la relación de aspecto definitiva. Se debió haber dicho, “señores y señoras, sepan que haremos un DVD parejo para todo el mundo, cuya relación de aspecto será 4:3, así que si su trabajo está en 16:9 procure entregar el material en ese formato y no piense que el proyeccionista va a estar apretando botoncitos durante la proyección”. Pero no se hizo. Nadie advirtió nada y yo ingenuamente llegué a pensar que se haría lo que para mí habría sido más lógico... que se proyectarían las obras con la mejor calidad posible y que el proyeccionista haría bien el trabajo para el cual se le paga, es decir, para poner y sacar cintas de casetteras y proyectores... para apretar los botoncitos correctos cuando tenga que apretarlos. Por ello entregué mi trabajo como lo entregué... en 4:3 con indicación de ser proyectado en 16:9. En este punto se preguntarán: “¿Pero no acaba de decir que los formatos de producción y de proyección deben coincidir?” Sí, lo dije... pero el asunto es un poquitín más complejo todavía. Resulta que en realidad hay dos modos de entregar el trabajo en 16:9: el primero y preferible es entregarlo en 4:3 pero con una imagen estirada en el sentido de la altura (a la vertical), cosa que como dije antes, corrige el proyeccionista apretando un par de botoncitos que calibran el proyector en 16:9. Y la segunda forma es entregarlo en 16:9 aparente, mediante un estiramiento de la imagen en el sentido horizontal hecha desde la postproducción, lo que automáticamente crea unas bandas negras horizontales en la parte alta y baja de la pantalla conocidas como “letterbox”, es decir, se le da la relación de aspecto definitiva desde antes de la proyección. Por eso aunque el proyeccionista deje su proyector en 4:3 la imagen será vista correctamente si lleva “letterbox”. Pero esta última solución no es la más adecuada porque se pierde alrededor de un tercio en superficie de proyección, siendo entonces preferible la primera opción.

Cuando supe cómo sería la jugada comencé a preocuparme y comencé a hacer llamadas intempestivas al Centro de Cine para tratar de lograr que me mostraran el DVD de proyección y poder verificar que la persona que lo había hecho había entendido que mi trabajo estaba en un 16:9 no aparente (es decir, un 4:3 con imagen estirada a lo alto) y que entonces le tocaría a él ponerle el “letterbox”. Creo que en el transcurso de la semana hice como cuatro llamadas hasta que saqué una cita para la verificación, cita que finalmente resultó fallida porque el DVD no estuvo listo sino hasta ayer a última hora. Sin embargo, a la entrada del cine uno de los técnicos del Centro de Cine me juró y rejuró que habían entendido mis inquietudes y que el trabajo estaba en el formato correcto. Es más, me dijo que si no se proyectaba de la forma que yo quería tendría derecho a asesinarlo.

Traquilizado por aquellas palabras apologéticas del crimen, tan comunes en el Variedades, yo me senté a disfrutar de las proyecciones de la noche. Pero rápidamete comencé a alarmarme de nuevo. Al primer trabajo (un documental sobre los derechos de la mujer) le estaba ocurriendo una situación inversa a la que yo temía para el mío: habiendo sido hecho en 4:3, estaba siendo proyectado en 16:9... las mujeres que ahí aparecían se veían gordas y achatadas. Como nadie reclamó me dije que seguramente el director prefería verlas con esa contextura. Una vez finalizada la proyección de ese primer trabajo todo volvió a la normalidad y en pocos minutos el excelente documental sobre el TLC “Costa Rica Sociedad Anónima”, del talentosísimo y “Mooriano” Pablo Ortega, comezó a ser proyectado en 16:9 como debía ser. Solo que de pronto comencé a sentir que el tiempo se estiraba y se estiraba, se hacía chicloso... comencé a sentir que los 64 minutos que supuestamente duraba “Costa Rica S.A.” (según el programa), se me hacían una eternidad... se convertían en al menos dos horas. Algunas gentes posiblemente comenzaron a sentir lo mismo porque empezaron a salirse de la proyección. Pero yo atribuí mi sensación a cierto nerviosismo debido al hecho de que mi trabajo sería proyectado inmediatamente después.

Súbitamente ocurrió algo extraño e imprevisto: comenzamos a ver el trabajo de Pablo en color magenta profundo. Al constatar aquello mi preocupación creció de un zopetón. Dos razones podían explicar el evento: por un lado, que un mal presagio nos estaba diciendo que se iba a derramar sangre en Costa Rica por el bendito TLC, y por otro que uno de los tres haces de proyección cuya combinación de intensidades forman los colores correctos en la pantalla no estaba funcionando. Yo opté por esta última interpretación técnica y me levanté a hablar con el proyeccionista para indicarle el problema (claro, lo admito, no lo hice tanto por el trabajo de Pablo, sino preocupado por las condiciones en que sería visto el mío posteriormente). De camino me encontré con un responsable del Variedades a quien le expliqué el problema y él se encargó rápidamente de llamar a la cabina de proyección para advertir del mismo. Pero los minutos pasaron y pasaron y nada se arreglaba. La pelirroja Anabel González lo parecía aún más con aquellas tonalidades magenta que la convertían en un ícono pop digno de Andy Warhol. Yo me olvidé del problema del 16:9 y comencé a preocuparme seriamente por este nuevo e inesperado problema. Salí otra vez, traté de subir yo mismo a la cabina de proyección pero no encontré el camino. Más bien me topé con Pablo en los corredores y me dijo que qué se le iba a ser... que de todas formas su película terminaría de ser proyectada en unos veinte minutos. Vaya, la justicia universal existe, si yo no me había preocupado de su trabajo, visiblemente a él poco le importaba el mío. Vale, el Talión está legal.

Luego me encontré con uno de los jurados de la Muestra quien estaba en la entrada tomando el aire... entonces pensé ¿Pero cómo? ¿No está viendo la película? ¿No es jurado acaso? ¿No se le pagó su venida desde el extranjero? Seguramente me leyó el pensamiento y me explicó que él ya las había visto... “a bueno”, le dije. Pero idiota yo... ¿Cómo no se me ocurrió preguntarle si había visto la mía en 16:9? Aunque claro, bien mirado es más imbécil todavía esta última pregunta, porque él qué se va a estar acordando de una miniatura que dura 2´49.

Regresé a mi asiento y casi al instante el problema fue corregido. Bush volvía a su tono rosadito y Anabel volvía a ser mortal. Sin embargo el paraíso no duró mucho: no solo la imagen se vió de nuevo cargada de horribles magentas, sino que el DVD comenzó a pegarse. Mi inquietud llegó a su paroxismo. ¿Sería que finalmente aquello sí representaba el mal presagio de que en Costa Rica se derramaría sangre por culpa del TLC? ¿De que frenaríamos de ese modo nuestro desarrollo?

Caray... ¿Qué hacer?. Eso me preguntaba cuando súbitamente la pantalla pasó a negro y la gente comenzó a aplaudir fuertemente. ¿Qué? ¿Así de abrupto termina el trabajo de Pablo? ¿Y los créditos? Otra vez alguién parece haberme leído el pensamiento, porque una señora sentada en la fila de atrás nos dice casi al oído: "Faltó lo más bonito y emocionante del documental: el final". Y saca entonces un DVD y me lo tiende. “Yo soy la mamá de Pablo y aquí está el documental por si quiere verlo completo en su casa”. “Ah, mucho gusto, qué gran hijo tiene usted y muchas gracias por el DVD... claro que lo veré completo en casa” le dije casi con un nudo en la garganta porque seguía mi trabajo. Y ella que me contesta. "Qué raro... fíjese que pusieron la versión larga de la película de Pablo y no la de 64 minutos". En ese momento entendí de qué estaba hecha la chiclosidad del tiempo.

Enseguida sentí un alivio cuando vi que empezaron a aparecer los menús del proyector en la pantalla, lo que indicaba que al fin, después de casi media hora, el proyeccionista se daba por aludido. El cursor de selección iba y venía frenéticamente. El técnico abría y cerraba menús... hacía finalmente su trabajo de apretar botones, hasta que alguien gritó a todo galillo... “Si no sabe mejor no batée”. No pude aguantarme la carcajada y lo que me quedaba de nervia se diluyó en ella.

La proyección se inicia de nuevo y ya me espero a ver mi trabajo como debe ser cuando zaz... aparece en la pantalla el cineasta Víctor Ramirez dando un testimonio y explicando no sé qué... no le entendí nada de tan magenta que me sonaban sus palabras. “No es posible” me dije agarrándome mis cuatro pelos. Termina el corto de la Veritas y yo grito desesperado desde mi asiento que el color sigue mal. En eso empieza por fín mi trabajo y aparece no solo en la más profundas de las tonalidades magenta, sino que también en formato 4:3. Entonces tuve una fugaz percepción de la verdad, tuve una terrible iluminación apocalíptica: aquel color no representaba la sangre de los caidos en la lucha por el TLC, sino que era el mal presagio de la hemoglobina que sería derramada nuevamente en el Variedades por el perdón de todos aquellos pecados. Ya no solo la sangre del proyeccionista salpicaría los afiches de la entrada, sino que la sangre de todos los organizadores de la Muestra correría por parejo, confundida en un solo y espeso río magenta fluyendo por los pasillos del viejo cine... cayendo en cascadas ensordecedoras desde la cabina de proyección sobre las cabezas del público... y yo sería el artífice de aquella escena dantesca... yo sería el nuevo... el único... el original “serial killer” del Variedades.

Pero aquella oscura tentación criminal no pasó a más... un impulso civilizador, humano, compasivo la domeñó (por lo visto de algo me sirve el Zen) y solo grité que aquel no era el formato... que aquel no era el color y me levanté de mi asiento como un pirata dispuesto a tomar posesión de la cabina de proyección. Pero no había llegado a la venta de palomitas cuando mi trabajo terminaba y era aplaudido... ¿Aplaudido? ¿Aquel esperpento bermellón era aplaudido? No, algo anda mal... definitivamente algo anda mal con los técnicos... y con el público. Tanta pifia de unos y tanta generosidad de los otros era inconcebible. No quería saber nada de nada, ni de esta Muestra, ni de las próximas, ni del público ni de las películas... así que regresé a mi asiento y le dije a mis acompañantes que por favor nos fuéramos ya. En tres segundos estuvimos en el carro y solo tenía una idea en mente para bajarme las emociones... ir a tomarme, cuanto antes, un copón de vino bien magenta para olvidar de urgencia aquella noche terrorífica de mi debut en la Muestra... y pensar que inscribir mi video en esa tanda me costó 10 mil pesos.

10.3.07

Algunas consideraciones sobre la Muestra

No soy crítico de cine ni pretendo serlo, pero me gustaría comentar, a modo de crónica, algunos aspectos y obras presentadas en la Muestra hasta el momento y que han llamado mi atención por diversos motivos. No seré sistemático ni objetivo en esta labor, sino que más bien iré al ritmo de lo que vayan dictado mis impresiones y seguramente con la parcialidad propia de ellas.

De todo lo que he visto hasta hoy, la película que me ha gustado es el corto de ficción “Temporal”, realizado por Paz Fábrega, de quien desconozco completamente su trayectoria, pero que con esta obra se posiciona para mí como una directora nacional importante a la que en lo sucesivo le seguiré la pista. Hay en su película una madurez y una sobriedad de la mirada que no son nada habituales en nuestro medio y que solo encontramos en cinematografías más desarrolladas. Sin ningún efectismo, pero con gran sensibilidad, la realizadora nos introduce en la vida de una adolescente de una tranquila zona rural que ve como su mundo se va disgregando poco a poco ante la partida de un novio y el embarazo y casamiento de su mejor amiga, quien también desea abandonar un pueblo que no le ofrece supuestamente nada. En medio de esa situación, tan adversa como un temporal, la protagonista (no retuve el nombre de la actriz pero es una chica muy prometedora y no me extrañaría que se llevara el premio a la mejor actuación femenina), trata de resistir haciéndole ver a su amiga que es un engaño el pensar que en la ciudad va a encontrar una vida necesariamente mejor. “Temporal” es, al menos en esta parte argumental, una especie de anti o pre “Eulalia”.

“Temporal” es además una de esas películas donde el tono dado por la dirección y la actuación se combinan armónicamente y llegan a sonar afinadas, justas, de ahí su impacto y la emoción que nos producen. No es que haya grandes momentos dramáticos, sino que todo nos es develado en cortas viñetas que invariablemente realzan algún detalle del decorado, de la mirada o de la acción gracias a un encuadre siempre placentero y no por estable menos ágil, sin caer jamás en la ingenuidad de muchos realizadores debutantes que creen que inclinando sistemáticamente el horizonte en el encuadre o filmando todo con cámara al hombro obtienen el dinamismo y la fuerza de los que carecen sus argumentos. Esta es una película que sin lugar a dudas nos entrega un pedacito de nuestra imagen nacional reflejado en un espejo pulido con gran esmero. Hace bien salir del tono urbano que se le ha querido dar últimamente a muchas ficciones y volver la mirada al mundo rural desde un punto de vista contemporáneo, respetuoso y fino.

Por lo demás su fotografía me pareció muy acertada, así como la edición y el sonido, con cortos momentos musicales muy bien escogidos que nunca se vuelven invasivos ni enfáticos y que por eso mismo sustentan muy bien la emoción delicada que destila la imagen. El único aspecto que me pareció un poco deficiente fue el final, al que le faltó, en mi opinión, más fuerza. Pero a pesar de ello, “Temporal” es para mí una de las mejores películas de ficción (sino la mejor), que se haya realizado en nuestro país, incluyendo los largometrajes.

De los documentales presentados en la Muestra destacan para mi dos: “Los Recicladores de Río Azul” de Felipe Calvo y “Horizonte Cero” de Antonio Yglesias. El primero es un documental valiente y comprometido por lo que implica para su director el seguir las peripecias diarias de un grupo de “buzos” en el basurero de Río Azul. En un estilo “a lo Frederick Wiseman” muy de mi agrado, es decir sin narración off y dejando a las imágenes la palabra, Calvo filma a estos hombres, mujeres y niños en su terrible labor cotidiana, pero también en sus momentos de recogimiento familiar en sus humildes viviendas, o en su lucha legal contra el cierre anunciado de dicho botadero para pasarlo a manos privadas, razón por la cual difícilmente podrían continuar con una actividad que a pesar de todo defienden con ahinco. Pero más allá de una mirada lacrimógena e hipócritamente compasiva sobre ellos, me quedó el sabor de la dignidad y profunda humanidad de esta gente, así como la obsesiva huella de algunas imágenes (por ejemplo el cerdo muerto que llega un camión a tirar en el botadero y que rueda entre las bolsas de basura). Únicamente lamento que al trabajo le faltara un poquito más de tijera y que la calidad técnica de la imagen no sea la óptima, ya que muchas veces noté una sobreexposición o colorimetría francamente feas.

Todo lo que le falta al documental de Calvo en este último aspecto técnico, lo tiene el de Antonio Yglesias, cuya fotografía me pareció a menudo realmente hermosa, sobre todo en los planos medios y cortos, no así en los largos debido a la falta de definición de la imagen, pero esa es una deficiencia inherente al mundo del video con cierto rango de cámaras y de proyecciones (cosa que no ocurre en el mundo del cine donde la perfección de las ópticas y de las proyecciones evita ese problema). En todo caso la fotografía es muy apropiada para un documental que trata de un tema cercano al que aborda la ficción de Fábrega, es decir, la falta de oportunidades para los pobladores de zonas rurales, especialmente para los niños y adolescentes. Antonio es un gran veterano de nuestra cinematografía y toda su experiencia, sensibilidad e inteligencia las pone al servicio de este documental tan emotivo y cuestionador. Hace uno o dos años él había presentado en la Muestra un documental muy delicado sobre niños con discapacidad mental y en esa ocasión no se le premió, cosa que me pareció injusta. Esperemos que esta vez no se vaya con las manos vacías.

Hermosísimo, principalemente por sus imágenes submarinas, es “El tesoro de la Isla”, un documental ambientalista de Elda Brizuela sobre la Isla del Coco. Elda es también una veterana productora y en este documental, encargado por la Fundación de Amigos de la Isla del Coco, logra hacer un impactante llamado conservacionista a favor de esa isla y de sus recursos marinos.

De las videocreaciones me han gustado las dos presentadas por Ana Martén: “Changó” y “Planeta”. De esta última oí un comentario muy displicente a mis espaldas durante la proyección, pero creo que el gringo que lo profirió definitivamente no fue capaz de apreciar “la ricura” visual y sonora de esas creaciones abstractas realizadas a partir de imágenes de la naturaleza muy trabajadas en postproducción y acompañadas de una hermosa banda sonora hecha para la ocasión (según entendí). El deleite con obras de carácter abstracto en la creación audiovisual requiere de una cultura artística que no es fácil de adquirir. El problema se ve agravado por la poca o nula educación que en materia audiovisual se da en escuelas, colegios y universidades. Otra videocreación sobresaliente es “Espejismos” de Jürgen Ureña, ganador de la Muestra pasada en la categoría de ficción con su corto “De sol a sol”. Esta vez Jürgen nos ofrece una creación muy distinta sobre el tema de nuestra identidad nacional, pero siempre caracterizada por su sobriedad e inteligencia habituales.

Del videoclip “Se busca” de Oscar Cruz sobre una canción de Tito Oses, me pareció elaboradísima su parte gráfica, cosa que opaca bastante la prestación del cantautor. Eso puede ser una ventaja o un defecto según el punto de vista desde el que se mire y el aprecio que le tengamos a la música de Oses. En todo caso es el videoclip que más me ha gustado hasta ahora.

X15 no es solo el nombre de un avión mítico, sino también un código de policía para referirse a los abusos sexuales contra menores. Ese es también el nombre del spot de bien social de Esteban Ramírez, realizador de “Caribe”, que busca advertir sobre los riesgos legales en que incurren los abusadores. El spot juega con la idea de encadenamiento en su ambibalencia sexual y legal y para mí esto es lo mejor que tiene. Otra buena idea, pero que no entiendo porqué no fue en lo absoluto aplaudida (al menos la noche inaugural), es la del spot “Globo” de Mario Cardona, que a través de una animación 3D muy bien hecha (hiperealista, tanto que ya no sé si es real o no) trata de crear conciencia sobre el buen uso que debemos darle al agua.

Aunque caiga mal y se me acuse de ser juez y parte porque yo mismo estoy participando en la categoría de animación, sí quiero decir un par de cosas que me parecen flagrantes: primero la preeminencia de la animación 3D (solamente yo estoy participando con una animación 2D) y segundo la falta de búsqueda de universos más personales. Yo saludo el enorme trabajo de los animadores en 3D y reconozco su gran talento, pero quisiera que se aventuraran por sendas que no parezcan trazadas por los animadores hollywoodenses y de TV Cartoon o por los escritores del manual de 3D studio Max. Aún así, mi animación preferida es "Burópolis", un corto de Osvaldo Sequeira sobre los aspectos nefastos de la burocracia nacional, con personajes muy simpáticos salidos de nuestro propio entorno cultural. Para mí éste es el gran favorito para el premio en animación, incluso sobre otra obra del mismo Sequeira, “Las esferas del tiempo”, que si bien es cien veces más elaborada como animación, tiene grandes problemas de guión que la lastran completamente. No es un azar si mucha gente se salió durante la proyección, cosa que no puede ser atribuida al solo hecho de que estuviera al final de un extenso programa.

La escuela de cine y video de la Veritas, copatrocinadora de la Muestra, ha presentado durante las proyecciones una serie de clips testimoniales que recogen la experiencia y opiniones de algunos realizadores consagrados en nuestro medio. Aunque no están dentro de la competencia, sí quisiera decir que me han gustado, como también me gustó el spot de la Muestra, una animación en 2D hecha por JBQ (creo). De los testimonios el que más me ha impactado es el de Rodrigo Soto, quien señala cómo el hacer una película solo vale la pena si nos hace descubrir algo, ya sea sobre la realidad exterior que abordamos de un modo u otro, o bien sobre nosotros mismos. Creo que lo mismo se puede decir del hecho de ver una obra audiovisual. Esta Muestra dichosamente ha presentado varias obras que cumplen con esa función reveladora. Lástima que salvo el primer día, el público no haya sido muy abundante.

Bueno, pero dejaré para más tarde la valoración de otros trabajos (evidentemente no he considerado los de hoy), la premiación y algunas consideraciones sobre la Muestra en general desde el punto de vista organizativo y técnico.

8.3.07

Felicidades a su parte femenina

No sé si algunas personas se lo van a tomar mal y me van a acusar de machista, pero el caso es que yo hoy, día internacional de la mujer, no quiero felicitar a ninguna por el simple y aleatorio hecho de haber nacido mujer. El año pasado sí lo hice pero no esta vez. Este año más bien quisiera saludar algo más integral e importante, quisiera saludar y felicitar a la feminidad ahí donde se encuentre: en las mujeres claro está (con mayor o menor intensidad), pero también en las mil formas de la naturaleza, en la tierra, en la mar, en la luna... y también, a menudo oculta, vilipendiada y reprimida, en el alma de los hombres.

7.3.07

La Muestra y Ojo de Agua

Hoy da inicio nuestro "Cannes sur Chepe", nuestra Berlinale tercermundista, nuestra pequeñísima y modestísima Mostra. Hoy nos pondremos nuestras mejores galas y subiremos las gradas... del Variedades. Pero no me malentiendan, no estoy siendo corrosivo. Tanto para mí tanto como para casi toda la gente de cine y video es una ocasión bastante especial para presentar al público los trabajos del año y en esa medida me parece que la actividad tiene sentido. Por esa razón encuentro lamentable que un periódico como "La Nación" no dedicara hoy (y tampoco ayer) ni media palabra a anunciar el evento ni a presentar el programa. Ojalá lo hagan mañana. Pero no me extrañaría si no lo hacen del todo puesto que he notado que en años anteriores los críticos de ese diario se han mostrado completamente indiferentes y mudos con respecto a lo que se produce localmente y se muestra en el festival. ¿Qué será que son tan atentos al fasto hollywoodense pero son incapaces de considerar las obras nacionales, a menudo realizadas con grandes limitaciones y mucho esfuerzo?

Yo este año presenté cuatro trabajos a la etapa de preselección: un documentalito, dos animaciones y un spot de bien social para la Fundación Omar Dengo. Para mi pesar solo una animación cortita (2'49) llamada "Alegoría" fue escogida y está programada para el próximo sábado en la noche (con repetición el domingo en la tarde). Bueno, no me quejo, algo es algo y agradezco que se me haya tenido en cuenta. Pero para subsanar de algún modo la invisibilidad de la animación que no fue seleccionada, he decidido ponerla acá (el documentalito desde hace meses era semi-visible en muy baja resolución aquí y el spot pasó por tele varias veces). Esta animación paria se llama "Ojo de Agua" y su sinópsis la planteo más o menos así: "En un punto desértico del tiempo y el espacio una extraña criatura acuática agoniza".

Nota de actualización del 8 de marzo: Dichósamente hoy la Nación sí habla de la Muestra, cosa que me parece excelente... aunque claro, el artículo es corto... nada comparado al suplemento que dedica a la Expomóvil. Ojalá algún crítico se animara también a hacer un balance diario o al menos global.