It's not working
Uno de los blogs más singulares y terribles que he tenido la ocasión de visitar es el llamado “dead man eating weblog”, dedicado a dar cuenta de las últimas comidas de los condenados a muerte en Estados Unidos. El él además se pueden leer detalles sobre los delitos cometidos por los sentenciados, así como estadísticas sobre ejecuciones e incluso las últimas palabras pronunciadas por los desafortunados prisioneros.
La entrada del 3 de mayo corresponde a la de Joseph Clark, doble asesino confeso de 57 años de edad, ejecutado en el Estado de Ohio. Ahí se puede leer que el 2 de mayo él ingirió: camarones, un bistec, alitas de pollo, papas tostadas, arrollados con mantequilla, pastel de cereza y una bebida ligera.
No se consigna nada sobre sus últimas palabras, pero seguramente no hubo necesidad de publicarlas en el blog ya que la prensa se encargó de difundirlas: “It’s not working, it’s not working” (no está funcionando) repitió el hombre al darse cuenta que la inyección de barbitúricos que debía dormirlo antes de la inyección letal no estaba haciendo efecto pues su vena, seguramente fragilizada por la edad, se había reventado y el químico se estaba derramando. De no haber pronunciado esas palabras tal vez se hubieran apuntado las que originalmente había dicho luego de pedir perdón a las familias de sus víctimas: “hoy mi vida está siendo arrebatada por causa de las drogas, si usted vive por la espada, usted muere por la espada”.
El hecho de que la vena de Clark haya colapsado significó que la inyección letal comenzó a hacer efecto sin que él se hubiera dormido lo que, suponemos, le provocó terribles sufrimientos ya que las inyecciones letales en Estados Unidos están siendo cuestionadas como método de ejecución en razón del dolor indebido que causan. Con Joseph Clark los problemas con las inyecciones en realidad comenzaron antes, porque los técnicos pasaron 90 minutos tratando de encontrar, en su brazo, el sitio adecuado para colocarle las agujas. Al comenzar el hombre a quejarse de que el método no funcionaba los oficiales cerraron la cortinilla para que los testigos no miraran y los técnicos vinieron a colocarle una nueva inyección en el otro brazo. No se dice cuánto tiempo duraron haciendo eso, sólo se explica que después volvieron a abrir la cortinilla para que los testigos terminaran de verlo morir.
Joseph Clark fue el prisionero número 21 en ser ejecutado en el Estado de Ohio desde la instauración de la pena de muerte en 1999 y el número 1021 en todos los Estados Unidos desde el año 1976, año en el que recomenzaron las ejecuciones. El hecho de que tal cantidad de gente muera por la pena capital y que en pleno siglo 21 esta goce de excelente salud en la primera potencia planetaria, no deja de ser curiosamente significativo y me lleva a pensar que las últimas palabras de Joseph Clark tienen también el insospechado sentido de que algo anda muy mal en esa sociedad... it’s not working.
Nota adicional:
Con respecto al tema del "distanciamiento moral" de los encargados de ejecuciones en las prisiones se puede ver el siguiente artículo:
Y aquí un poema mío dedicado a este hombre.
El hombre de la foto fue Joseph Clark
3 comentarios:
It´s not working. No !!!!!!!!!!
La Pena de Muerte es una Aberración.
Evidentemente es una aberración, de ahí que lo que he dicho en el texto es que esa sociedad que se dice desarrollada no está funcionando.
No funciona...sigo pensando lo mismo.
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