Devolver el silencio
Es como si tanta palabra intrascendente tratando de salvarse del olvido al que otros y yo mismo las habíamos condenado hubiera terminado por enfermarme. Es como si la palabra trascendente de otros me hubiera escrito la receta de la cura. Y ésta, como suele ocurrir con las indigestiones, la estoy alcanzando gracias a un gran vómito. No una amalgama de alimentos ingeridos y jugos gástricos, sino una devolución del silencio.
“Volver al silencio” podría ser un hermoso refrán para una campaña política. Pero también lo es “devolver el silencio”. En un tiempo de absoluta vulgaridad que se manifiesta de las formas más diversas e insidiosas, esa hoja de ruta me parece la única digna de ser seguida, en todo caso es la senda que me conviene personalmente. Por ello, estimado lector o lectora, está usted leyendo mis últimas palabras en este blog ya que he decidido volver al silencio, como se vuelve a la tierra a cultivar frutos.
El blog quedará como un puente hacia otros sitios que hasta el momento he frecuentado así como hacia mis otros dos blogs que seguirán funcionando a ritmo pausado: Cosas de Jota y Tinta y Luz. Sin embargo, este último será dedicado en lo sucesivo únicamente a la fotografía, será en estricto sentido un fotoblog. La imagen es muda y pienso que, contrariamente al conocido refrán, no es que ella tenga la capacidad de decir más que mil palabras. No, no dice una sola… Es puro silencio, un silencio que no es ni mejor ni peor que cualquier charanga, pero que, al igual que la muerte, no emite ni medio decibel.
Gracias a los que se acercaron, gracias a los que me leyeron, gracias a los que comentaron o me enlazaron, gracias en especial a Julia que me alentó en esto del blogueo… Perdón a los que se durmieron y no soñaron. Ciclos del Sueño termina aquí porque algún día hay que despertar.
“Volver al silencio” podría ser un hermoso refrán para una campaña política. Pero también lo es “devolver el silencio”. En un tiempo de absoluta vulgaridad que se manifiesta de las formas más diversas e insidiosas, esa hoja de ruta me parece la única digna de ser seguida, en todo caso es la senda que me conviene personalmente. Por ello, estimado lector o lectora, está usted leyendo mis últimas palabras en este blog ya que he decidido volver al silencio, como se vuelve a la tierra a cultivar frutos.
El blog quedará como un puente hacia otros sitios que hasta el momento he frecuentado así como hacia mis otros dos blogs que seguirán funcionando a ritmo pausado: Cosas de Jota y Tinta y Luz. Sin embargo, este último será dedicado en lo sucesivo únicamente a la fotografía, será en estricto sentido un fotoblog. La imagen es muda y pienso que, contrariamente al conocido refrán, no es que ella tenga la capacidad de decir más que mil palabras. No, no dice una sola… Es puro silencio, un silencio que no es ni mejor ni peor que cualquier charanga, pero que, al igual que la muerte, no emite ni medio decibel.
Gracias a los que se acercaron, gracias a los que me leyeron, gracias a los que comentaron o me enlazaron, gracias en especial a Julia que me alentó en esto del blogueo… Perdón a los que se durmieron y no soñaron. Ciclos del Sueño termina aquí porque algún día hay que despertar.