11.10.07

Historias mínimas del referendo

Perdimos por 500 choferes

En mi familia mi madre iba con el NO. El día del referendo ella puso a disposición de la causa a Marcos, un muchacho que le ayuda con los quehaceres domésticos. Marcos se llevó el carro y se puso a jalar gente en la zona de los Hatillos. Durante el transcurso del día Marcos hizo innumerables viajes, le puso dos veces gasolina al carro y logró movilizar en total a unas cien personas que posiblemente de otro modo no hubieran ido a votar. No sé a ustedes, pero a mí eso me parece extraordinario. Además, pienso lo siguiente: Si tan solo hubiéramos tenido unos 500 choferes más como Marcos que hubieran cumplido una labor semejante, tal vez habríamos cubierto la brecha de los 50.000 mil votos por los que perdimos.

La dama de alcurnia

Cierta dama de alcurnia llegó a votar a una de las escuelitas donde Marcos había llegado a dejar gente. La señora, de avanzada edad, se hacía transportar por un chofer uniformado con quepis y chaleco que conducía un moderno y lujoso 4X4. Luego de emitir su voto, la señora se devolvió adonde la esperaba su chofer y le dijo: “Ahora me va a dejar a la casa y luego se regresa aquí a transportar gente como lo está haciendo ese muchacho” (se refería a Marcos). El 4X4 se alejó y se podía ver que atrás llevaba una calcomanía del NO. Más tarde, Marcos volvió a ver al chofer de la dama. Para entonces él ya se había quitado el quepis y el chaleco y se había arremangado la camisa. Muchos votantes iban felices en el carrazo que él manejaba.

Los últimos serán los primeros

Al finalizar el día Marcos estaba exhausto. Sus últimos pasajeros fueron dos muchachos que él llevó a votar solamente quince minutos antes de que cerraran las urnas. Cuando Marcos les preguntó por qué iban tan tarde, ellos le respondieron que ese día les había tocado trabajar, y que su patrón, uno del SI, no había querido dejarlos salir antes.

Joyas preciosas

El joyero de Inés iba con el NO. Anteayer ella fue a verlo y él le contó que había guardado en la caja fuerte, junto con sus joyas, los pines de la campaña. “De aquí a cinco años los sacaré de nuevo”, le dijo con orgullo y un misterioso fulgor en la mirada.

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(Yo también ya los guardé cuidadosamente).

10 comentarios:

Silvia Piranesi dijo...

y las camisetas también. Ema tiene la suya.

mi papá pasó todo el día jalando gente....

Eugenio García dijo...

Claro Silvia, las camisetas también. ¡Que no se nos destiñan los corazones! Porque la cosa solo comienza.

Julia Ardón dijo...

Ay Eugenio, qué raro...mirá, yo no he llorado desde el domingo, pero esta anécdota del joyero me puso a llorar tanto...
es que una no sabe por dónde le suena la flauta...

qué cosa...

Jorge Albán dijo...

Lindas historias... que ademas desmitifican aquellos de ricos-contra-pobres que tanto gusta a algunos y en CR no se cumple pues si se llega a implementar el TLC todos menos los ultraricos nos jodemos parejo...

Pues yo pasé mi domingo de fiscal móvil en Cartagos Norte de Upala:

http://ayerestabaaqui.blogspot.com

Sabían que hemos logrado atrasar el TLC cuatro años, y que el limite para que se aplique vence en cuatro meses mas?

Un último empujoncito trabando las leyes de implementacion del TLC nos procuraria un tratado de nueva generacion, que si bien dista mucho de ser perfecto, respeta las leyes laborales locales (vieron que Atlas ya se vendio a MABE ??), limita el impacto al medio ambiente y no arruinaria la Caja del Seguro al permitir el uso de genericos... asi que por favor no guarden esos pines, que por valiosos que vayan a ser en 5 años son mucho más valiosos ahora en sus pechos, para explicarle esto a la gente !!

Anónimo dijo...

Lindo post. Pues ni modo. A seguir luchando.

Saludazo Quimera...!

Unknown dijo...

Yo también lo guardé en la gaveta de los recuerdos (literalmente) y la cerré... En la espera de que llegue el momento de volverla a abrir...

Eugenio García dijo...

Gracias por sus diversos comentarios.

Yo guardé todos mis pines (compré varios) menos uno: el que tiene un NO muy colorido y lleno de gente. Ese lo ando en mi bolso listo para ser sacado en cualquier momento... al primer toque de flauta...

Por último, corregí una especie de lapsus matemático: había escrito "50 choferes" en la primera anécdota, cuando en realidad son 500... igual es poco.

Saludos.

Melissa Hernández dijo...

Bellas historias, por ser tan cotidianas, por que demuestran el corazón de este pueblo, el corazón de aquellos que votamos NO, ese tipo de cosas fueron las que nos dieron fuerzas a todos ese día, yo iba a trabajar de fiscal, paro tuve problemas por que no aparecí en ninguna lista al final, asi q me decique a dirigir a los guías aqui donde vivo, en San Rafael de Heredia, fue tan alentador, niños de 10, 11 o 12 años ayudando de 6 de la mañana a 6 de la tarde, terminaron agotados, pero pusieron tanta vida y energía a la jornada que nos dieron razones a todos para seguir adelante.

FRENTE AMPLIO dijo...

De acuerdo. Con un poquito más de transporte se pudo haber ganado este referéndum. Me correspondió trabajar en el Brenes Mesén de Hatillo todo el día. Había momentos en que teníamos en fila 10-12 personas esperando transporte. Además de los compas que asignó el Comité a este centro (3, incluyendo mi cuñado y mi sobrino en el mío) y de los que llegaban de otras escuelas del distrito, parábamos a cuanto automóvil se identificará con el NO. Aún así no podíamos satisfacer a toda la gente.

Rodolfo Ulloa

Anónimo dijo...

Es cierto eso del joyero de guardar los signos externos!
Yo tengo bien guardadita mis camisetas que dicen: "Rolando Araya Presidente", y hasta reliquias como "Rodrigo Carazo, presidente" (Aunque esa cada vez que la enseño me la quieren quemar)
Y por supuesto!.... "Volvamos a la Tierra"