7.7.07

Invitación

Como algunos saben, además de este blog mantengo otros dos: "Tinta y Luz", dedicado a mis pecadillos literarios y fotográficos y "Cosas de Jota", dedicado a rescatar recuerdos y cosas de un modo u otro relacionadas con mi abuelo, Don Joaquín García Monge. Este último blog lo tenía injustificadamente abandonado desde noviembre del año pasado, pero hoy he vuelto a postear de nuevo en él (esta vez presento "La locura campesina", un ameno texto de mi padre publicado en la páginas del Repertorio Americano en 1941). Lo digo por si les interesa y quieren darse la vueltita por ambos. Están invitados.

9 comentarios:

Aguila Diurna dijo...

Te me antojas como un guardián del conocimiento, coleccionar y clasificar son virtudes de las ferreas voluntades.
Pero tu las transmites y compartes, esas cualidades solo las encuentro en los amigos.
Muchas gracias por la invitación.

Phiblógsopho dijo...

Ahí estaremos. Saludos.

Tartaruga dijo...

Que bueno!!!!!!Abrazo!

Eugenio García dijo...

Gracias por tus palabras Matilde, la amistad vale más que el oro.

Y muchas gracias a ustedes también Jethro y Tarta por el interés.

Aguila Diurna dijo...

Aclaremos conceptos: mente = ego = no ser = miedo. Polaridad de: amor = no mente = Ser. Juntos forman: Unión = Todo = Absoluto.
Estas palabras locas que se me escapan parezco la torre de Babel!
Gracias por tus comentarios, tu constancia y lo de la Vitti me encanto!
Un abrazo.

Aguila Diurna dijo...

Hablamos de lo mismo Quimera, las palabras se me enredan como algas. Lo importante es darse cuenta, todo lo demás es irrelevante.
Un abrazo.

Eugenio García dijo...

Siempre se dijo que el mar de los sargazos era innavegable. Abrazo quimérico.

Aguila Diurna dijo...

De los sarazos...
Dicen que en el proceso de comunicación utilizamos solo un 7% en el mensaje transmitido con las palabras, el 33% depende de lo que expresa nuestro tono de voz y el 60% restante se trata de la comunicación no verbal (gestos, postura dle cuerpo, de las manos, etc) A pesar de la limitación del medio hacemos el intento, y deja sus bellos frutos. No crees?

Eugenio García dijo...

Hacemos lo que podemos. Aunque en mi caso no prentendo tan bellos los frutos. Son lo que son.