25.7.07

Escollos

¿Y si la pregunta no estuviera planteada correctamente? Si no fuera ¿Está usted a favor del TLC? y en su lugar nos preguntaran: ¿Está usted en desacuerdo con el TLC? En ese caso el SI sería negativo y el NO positivo. Entonces no pesaría sobre la respuesta esa especie de carga valorativa que tiende a hacer hermoso decir SI y horrendo decir NO. Algunos objetarán que es volver simplemente la tortilla, pero lo interesante es que eso podría delatar una ventaja dada al SI desde el inicio. ¿Por qué se escoge un modo de plantear la pregunta y no el otro?

En el fondo es demasiado absurdo preguntar de cualquiera de estos modos, porque la complejidad de lo que está en juego hace ridícula la respuesta. Estamos en un barco a la deriva que va directo hacia los escollos y nos vienen a preguntar, a nosotros los pasajeros, cómo hay que maniobrar. ¿Finalmente qué sabemos de velámenes, motores y nudos marineros? Nada o poco. Más que una salida democrática lo que revela el referendo es un terrible vacío de poder… En realidad a este navío se le quebró el timón hace años y desde entonces, para colmo, no hay dignos capitanes. Ponernos ahora en su lugar no nos garantiza para nada evitarnos un destino de buque fantasma.

2 comentarios:

Silvia Piranesi dijo...

Completamente deacuerdo con el primer párrafo.

Y No con respecto al segundo. :)

Saludos!

Julia Ardón dijo...

Quizá es hora de pensar cómo se conforma esa "capitanía"...porque quizá debería ser más colectiva, consensuada, conversada, participativa...y no tan digamos "monárquica", porque obviamente así no sirve.
Si de algo ha servido todo este pereque es para despertarnos y para ponernos preguntarnos cosas acerca de la sociedad en la que vivimos y cómo se organiza.