10.10.09

Un premio nobel de la esperanza

Tal vez habría que inventar un premio nobel de la esperanza, porque si alguien ha sabido inspirar ese sentimiento es Obama. Claro que está muy ligado a la paz, y por eso se le atribuye con justicia, creo yo, el premio del mismo nombre. Pero en realidad si comparamos el caudal de esperanza con el caudal efectivo de paz que viene con Obama, el primero se siente mucho más fuerte. Pero a la larga la esperanza, de mantenerse, redunda en más paz y esta esta en más esperanza, iniciando así un círculo virtuoso muy necesario.

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