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24.12.09

3D

Que una película esté en 3D no quiere decir que sea profunda.

13.11.09

Ataque de pánico

¿Será ésta el arma escondida de los ticos que impedirá a los uruguayos ir al mundial? Dudo que nuestro país, con todo y la planta de Intel como una isla en tierra, sea capaz de algo semejante... que además solo costó $300, según dicen.

Habrá que confiar en que las fuerzas extraterrestres nos saquen del apuro, o al menos en que le pasen este corto a la sele en alguna charla de motivación... que los muchachos se ilusionen pensando que ésto refleja el estado de ánimo del contrincante:

5.11.09

Walking Life

Si alguien la ve por ahí que me diga que tal está, y si está buena que me diga dónde se consigue:

14.10.09

Milagro en tanda de 7


Tal vez suene feo decirlo y seguramente a más de uno le voy a caer mal o le voy a resultar patético con este post (si es que llegan a leerlo), pero ayer tuve una buena idea de la medida de mi soledad. ¿Y cómo hice para medir eso? Bueno, fue involuntario, sencillamente fui al cine a ver la que considero una de las películas más fascinantes de TODA la historia de cine (lo mismo puedo decir si uso como contexto La Historia del arte): Me refiero a Andrei Rubliov, mítica cinta del director ruso Andrei Tarkovski. Antes de continuar debo dejarlo claro: a Tarkovski yo lo AMO (ver aquí las entradas en este blog que se refieren a él). He tenido la suerte de haber visto todas sus películas varias veces (y no en DVD sino en salas), y también he leído y releído ese evangelio cinematográfico que escribió llamado “Esculpir en el tiempo”, que más que un libro sobre el cine es un libro sobre la profundidad de la vida y el verdadero arte. Lo digo sin ambages, para mí Tarkovski es el más grande director de todos los tiempos, el más excelso poeta del cine y uno de los tres grandes maestros de mi vida junto con Buda y Jesús. ¿Exagero descaradamente? No. Ríanse o llámenme loco o subnormal… acaso verborreico ditirámbico. Poco me importa. Cuando yo me hago una idea la experiencia artística más elevada, es decir de una forma de espiritualidad integral que se encarna a través del goce estético, no pienso en Miguel Ángel o en Da Vinci, pienso en Tarkovski. Él es el exigente tamiz con que separo el grano de la paja en el arte.

¡Alto!... Yo empecé hablando de la medida de mi soledad, no de mi devoción por el cineasta ruso. ¿Cómo se relacionan ambas cosas? Sencillamente porque ayer que fui al cine a ver esa obra maestra ¡Yo fui la única persona en la sala! ¡Era tanda de 7 y no había nadie más! Yo estaba a solas con el más grande, como si de una audiencia privada se tratase. Fue algo inédito para mí… ¡Una inesperada epifanía!

¿Qué se hace en esos casos? No se otros, yo me planto frente a la pantalla como quien se hinca ante un altar… Con actitud de elevar una solemne plegaria. Pero no cierro mis ojos, sino que los abro lo más que puedo, lo mismo que mis oídos, para no dejar escapar la más ínfima partícula del misterio y de la belleza única que transmiten las imágenes y los sonidos. Luego, naturalmente, me dejo ir a una catarsis aprovechando al máximo la soledad y la concentración. Y como en toda buena catarsis "me ilumino" en alguna medida, descubro cosas inéditas e inauditas, veo la cinta de otro modo y me veo yo de otro modo, a pesar de que ni ella ni mi yo me sean completamente desconocidos.

Al surgir de esos insondables mares, al volver a tierra luego de un paseo sideral que tuvo lugar en mi mente y en mi corazón, no puedo dejar de preguntarme: ¿Cómo es que nadie más vino a ver ésta maravilla inefable? ¿Dónde están los estudiantes de cine? ¿Dónde los amantes de las artes? No había absolutamente nadie. Solo la cinta y yo… ella desfilando con su traqueteo de maquinaria imperfecta y su blanco y negro como un milagro de tres horas y yo: espectador embelesado y singular… Fui el único testigo ayer en tanda de 7, nadie más la vio ni la oyó. ¡No es justo! Qué desperdicio de función y de espacio. ¡Qué gran error! ¿No habían allí acaso unas cien butacas desocupadas? Ayer, a esa hora al menos, fui el único elegido de la gracia, el ungido. ¡Qué tristeza! ¡Qué soledad más grande!

8.6.09

Los Baltus en el Circo


Les Baltus au cirque - Benoit Poelvoorde
by hiphopmomo

No es estrictamente necesario saber francés para captar el sentido de este corto. Cualquier similitud con lo que nos sucede en política y en otros ámbitos es mera coincidencia.

22.5.09

Monica ancora e sempre


No recuerdo un afiche del Festival de Cannes más hermoso y cargado de glamour que el afiche de éste año. La fotografía está sacada de La Avventura (obra maestra de Michelangelo Antonioni) y me resulta una imagen con una atmósfera tan misteriosa y obsesionante como la que envuelve ciertas pinturas de Hopper, especialmente aquellas que representan mujeres mirando a través de ventanas. La que en el afiche nos da la espalda es la actriz Monica Vitti.

13.5.09

17.11.08

Algo en pantalla

Hace un tiempo había anunciado por acá una participación mía en unos cortos. Pues bien, yo andaba medio despistado y hasta el fin de semana pasado me enteré que uno de ellos estuvo en la última Muestra de Cine y Vídeo Costarricense (a la que no asistí). El corto pasó sin pena ni gloria, pero aún es visible en el sitio de la Muestra.

18.6.08

Invitación


Mi trabajo se limitó a hacer la fotografía y la cámara en tres de los cortos (dos ficciones y un documental) que mañana jueves 19 a las nueve de la noche se presentarán en el cine Variedades, pero aún así quiero invitarlos a que se acerquen y los vean. La entrada es gratuita. Además, se proyectarán varias animaciones realizadas con la técnica de "stop motion". En definitiva ésta es una bonita ocasión para hacer una visita nocturna a nuestra desolada capital y recrearse viendo producciones nacionales de jóvenes cineastas que inician su recorrido.

10.1.08

Maestro

Lo vi el otro día en Cinemax y me encantó. Hoy me lo encontré en Youtube. Con ustedes... Maestro:

7.1.08

GOD-ART: Tout va bien




...Y casi todo sigue bien. Merci Monsieur Godard.

15.10.07

Mujeres

En su blog Julia nos ha hecho descubrir un maravilloso video sobre mujeres en el arte. Luego supe que había también uno muy similar, pero sobre mujeres en el cine:

18.9.07

Powaqqatsi


En lengua hopi “powaqqatsi” es una entidad o una forma de vida que consume la energías vitales de otras formas de vida para poder perpetuar la suya (powak=brujo y quatsi=vida).

Powaqqatsi es también el nombre de un fantástico documental de arte y ensayo (si es que se le puede llamar así) realizado por Godfrey Reggio, cuya biografía es muy interesante. Si bien la película es ya vieja (es de 1988 y forma parte de una trilogía), la problemática que la sostiene es más actual que nunca: el impacto del llamado desarrollo globalizador sobre las culturas ancestrales, pero sin juzgarlo, más bien simplemente constatando el efecto transformador.

Con una fotografía realmente riquísima, una música hipnótica firmada por Philipp Glass y una edición cuidadísima, esta película es un glorioso himno a la diversidad humana. No esperen oir aquí a ningún narrador explicándonos nada o ver ningún texto que diga lo que debemos o no entender o interpretar (aparte del que explica el nombre del film y que he reproducido arriba). Más bien déjense llevar por la magia del caleidoscopio visual de rostros, culturas y paisajes que presentan las imágenes y maravíllense de la riqueza y diversidad propia de la especie humana y de su entorno. Les garantizo que después de verla con espíritu abierto y curioso, sentirán la majestuosidad y misterio del universo llenarlos desde lo más íntimo de su ser con ímpetu alucinante. Las conclusiones vendrán después.

La película la alquilé en Videocentro Plaza Atlantis. Altamente recomendada y urgente si es que no la han visto y yo no esté descubriendo el agua tibia para ustedes. He aquí el trailer:

31.7.07

Fin de la aventura para Michelangelo

Y la Parca siempre tenaz y no contenta de haberse llevado al gran Bergman, ayer mismo siguió guadañando la vida de otro gigante del cine: Michelangelo Antonioni. La casualidad es extrema teniendo en cuenta que estos dos hombres se admiraban mutuamente.

Curiosamente hace unos días publiqué algo sobre Monica Vitti, quien fuera compañera y musa del maestro italiano y lo citaba a él al inicio del texto. Lejos estaba yo de imaginar que tan rápidamente tendría que evocar nuevamente su nombre para lamentar su pérdida.

A Antonioni tuve la suerte de verlo una vez en el año 93. El ya estaba mayor y se desplazaba en silla de ruedas luego de haber sufrido un derrame cerebral que también le impedía hablar, pero aún así de vez en cuando realizaba alguna película que siempre era esperada como un gran evento, aunque solo fuera un corto. En ese tiempo yo vivía en París y cuando vi que la sala del museo del Louvre invitaba a la première parisina de "Noto, Mandorli, Vulcano, Stromboli, Carnevale" (documental de once minutos), marqué en rojo la fecha en el calendario y esperé. La actividad prometía ser más especial aún porque contaría con la presencia del realizador. Antonioni, sumamente discreto, se ubicó en la parte de atrás de la sala durante la proyección de su bella película. Al final hubo una ovación que él agradeció silenciosamente conmovido y luego se retiró en compañía de su última esposa Enrica Fico. Eso fue todo. Algo tan corto como la vida humana en la marea del tiempo. Dichosamente queda su extraordinaria filmografía, pero claro, para alguien como yo que siguió de cerca su vida artística y aprendió a valorarlo a través de sus obras, enterarse de su muerte es bien triste.

Con la partida de Bergman y de Antonioni ayer lunes, ya veo cual era el fondo de los malos presentimientos que tuve el fin de semana durante mis delirios.

30.7.07

Jaque y Mate para el Gran Maestro

"El séptimo sello" (1957)

Por intermedio de William Venegas, autor del blog cineteatrocr, me entero de la muerte del cineasta Ingmar Bergman. Esto me ha dejado consternado porque gracias a él aprendí a amar el cine. Un primer contacto con su obra a través de la película “El Séptimo Sello” me abrió los ojos a la magnificencia del arte cinematográfico. Esto ocurrió siendo yo muy joven. Luego tuve la suerte de ir a Francia a estudiar cine y allá pude ver casi todas las películas que él realizara, desde “Llueve sobre nuestro amor” (1946) hasta “Sarabanda” (2004). Es decir, prácticamente medio siglo de vigencia y propuestas excelsas. Arte puro, y del más exigente en la mayor parte de los casos (aunque él dijera que aquello no valía tanto). Pero ésta fue apenas la parte más conocida de su labor artística. No hay que olvidar que Bergman fue también un gran director de teatro. Por lo demás, entre sus escritos sobre cine destacan dos libros inolvidables: “Linterna Mágica” e “Imágenes”. Creo que fue en uno de ellos (no ubico en cuál) donde le leí algo que dijo con respecto a la dirección de actores y que se me quedó muy grabado: “consiste en guiarlos (a los actores) con la palabra justa en el momento justo”. Fácil de decir pero difícilísimo de lograr. Sin embargo con cada película él demostraba el enorme don que tenía no sólo para escribir guiones y construir imágenes, sino también para dirigir a sus actores.

Noticias así realmente entristecen y dejan en el corazón como un vacío cuando uno ha aprendido a apreciar y a respetar tanto a un hombre a través de su obra.

Esto me ha hecho recordar que hace menos de un año publiqué una entrada en este blog con motivo de la partida de quien fuera el gran artífice de la luz de parte importante de la filmografía de Bergman, me refiero a Sven Nykvist. Hoy me gustaría imaginarlos a ambos reunidos en alguna parte tramando nuevas películas que pongan en jaque las certezas de Dios.

8.7.07

La Vitti

Ha una bella nuca, pottrebe fare dal cinema"
Michelangelo Antonioni

Ver a una leyenda del cine, no en película ni en foto, sino ahí delante tuyo, puede resultar excitante y en algunos casos hasta divertido. Así fue como yo vi a la Vitti, la musa del maestro Antonioni, el Miguel Ángel del séptimo arte: Una mujer alta corriendo por los pasillos de un palacio y un enjambre de fotógrafos persiguiéndola. En ese momento no supe quien era, solo observé una cabellera rubia flameando por la velocidad del cuerpo que la impulsaba y una tormenta de flashs reverberando en sus rizos. Mi curiosidad se despertó y me fui detrás de los paparazzis, pero sin cámara.

Un día de estos mientras repasaba ese magnífico film llamado El Eclipse (1962), protagonizado por la inmortal Monica Vitti y por un Alain Delon casi adolescente, rememoré esa escena. Me trasporté al año 90, destino: "La Côte d'Azur". Recordé el mediterráneo obsesivamente azul frente al hotel Majestic de Cannes y su brisa salobre me acarició de nuevo el rostro mientras caminaba por las ásperas arenas de la playa adyacente al “Palais des Festivals”, la misma playa donde tanta starlette se hizo fotografiar inútilmente ansiando ser descubierta por algún afamado director. ¿Cuántas otras no se habrán entregado ahí mismo a algún productor proxeneta?

Pero la Vitti no era cualquier starlette. Hace tiempo había dejado de llamarse Maria Luisa Ceciarelli y ahora disfrutaba de la gloria. Ella era “La Avventura”, “Il Deserto Rosso” y por supuesto también era “L’Eclisse”, ella era el ingrediente clave de la mejor cosecha antonionesca. Su talento luego serviría a Vadim, a Buñuel, a Losey, a Monicelli, a Scuola y a una larga lista de directores que no acabaría de nombrar y que sin duda hubieran agradecido el ojo avizor del gran maestro italiano cuando descubrió que su hermosa nuca estaba destinada al cine. Por mi parte, cuántas veces no habré visto “La Avventura” y admirado la belleza enigmática de esta mujer, su rostro alargado, su boca inefable y sus ojos de gacela reflexiva. Pero una cosa es el lente de la cámara de Antonioni y otra la mirada humana, una cosa son los veinte años con maquillaje y otra la cincuentena sin misericordia. Por eso yo no había reconocido a la Vitti mientras huía de los fotógrafos. Cuando finalmente la horda furiosa la arrinconó en un ángulo obtuso del Palacio de los Festivales y yo me abrí paso entre los bárbaros del flash para observar mejor aquella presa acribillada a punta de obturadores, me maravillé al ver que se trataba de ella, de la Vitti. Mucho más vieja claro, pero siempre una mujer exquisita y radiante. Delante de mis ojos, apenas a un par de metros, ella desplegaba su sonrisa cautivadora y yo respondía con una ráfaga de metralla neuronal con la intención de disecarla para siempre en mi memoria.

Después lo supe, la Vitti había ido al Festival de Cannes ese año para presentar una película dirigida por ella: “Scandalo Segreto”. Creo que me peleé con alguien para obtener entradas pero en realidad fue inútil, la Vitti estaba hecha para enamorar las cámaras, no para dirigirlas.

Tarde en la noche, pasada la ensoñación, fui a devolver la copia que había alquilado de El Eclipse. En la estantería del videoclub otras películas protagonizadas por la Vitti exhibían sus fotos en la carátula como para atraer mejor a improbables clientes. Yo pensé en ella, en el maldito alzheimer que la roe. Pensé en el fugaz instante en el que habíamos coincidido en tiempo y espacio para respirar acaso algunas moléculas del mismo aire. Fue en una vida ya eclipsada para ambos.

26.4.07

Truman Capote versus Truman Capote

Solo Hollywood puede permitirse rodar dos películas con prácticamente la misma línea argumental el mismo año. Tal el caso de las películas Capote e Infamous, que tratan de la vida del aclamado escritor Truman Capote y más específicamente del fuerte capítulo que representó en su existencia la escritura de A sangre Fría, esa inolvidable novela sobre un asesinato múltiple en Kansas que él investiga de primera mano.

Ambas películas fueron rodadas a sólo un par de meses de diferencia. Capote fue producida por United Artists con un presupuesto de 7 millones de dólares, bajo la dirección de Bennett Miller y con el actor Philip Seymour Hoffman en el papel del escritor, caracterización que le valió un Oscar. Por su parte, Infamous fue producida por Warner Independent y dirigida por Douglas McGrath. En ella el papel del novelista fue confiado al inglés Toby Jones, un actor mucho menos conocido que Seymour Hoffman, pero no menos talentoso. El presupuesto de esta segunda película ascendió a 13 millones de dólares. A pesar de que suena a mucho dinero, ambos son presupuestos relativamente bajos para lo que se suele invertir en Hollywood, aunque suficientes para hacer películas muy cuidadas desde el punto de vista técnico y artístico.

A pesar de haber sido comenzada después y de que su actor principal no es muy conocido, Infamous saca partido de su presupuesto más holgado para poder ofrecer varios roles secundarios a renombrados actores tales como Sandra Bullock, Jeff Daniels, Peter Bogdanovich (en realidad más reconocido como director), Isabella Rossellini y Sigourney Weaver. A pesar de esta ventaja en el reparto, la película tuvo que estrenarse con aproximadamente un año de retraso para evitar la competencia directa de Capote.

Claro, cuando yo ví que Infamous estaba en el videoclub, no sabía nada de esto y no comencé a saberlo hasta que me senté a verla y pude experimentar una extraña sensación de déjà vu que se apoderaba de mí. Como yo había alquilado Capote el año pasado, llegué incluso a creer que la había sacado de nuevo, pero con otro nombre. Y es que hay frases y escenas que son muy similares en ambas películas. Sin embargo, hay también fuertes diferencias de enfoque que resultan muy interesantes y que le dejan a uno dos visiones diversas del novelista: Capote en general es más fría y lenta y uno siente un cierto cinismo manipulador en el bizarro escritor. En Infamous él aparece como un personaje siempre excéntrico pero a la vez más cálido y humorista. Eso hace que la película sea doblemente chispeante y ágil. No sé cuál de las dos visiones sea la más cercana a la figura histórica de Capote, pero resulta enriquecedor compararlas y sería un excelente ejercicio para estudiantes de cine en particular.

Infamous tal vez resulte más osada en la medida en que avanza la tesis de que el escritor se enredó sentimentalmente con Perry Smith, uno de los asesinos. Por ello tal vez resulte también más emotiva, al plantearnos una relación amorosa que no puede más que acabar mal. Aunque por otro lado la emoción de Capote puede ser más existencial y compleja, en la medida en que retrata mejor los conflictos internos del personaje y deja ver mejor la trampa que él mismo se forjó y de la cual nunca se recuperó.

Coincidencia? Oportunismo? Espionaje industrial? No sé qué pueda explicar que estas dos películas tan similares hayan sido hechas casi al mismo tiempo, lo que sé es que las dos me han gustado mucho. Pero creo que la actuación de Toby Jones en Infamous puede resultar aún más memorable que la de Philip Seymour en Capote, tal vez porque los diálogos son mejores también. Sea como sea, recomiendo alquilar las dos cintas al mismo tiempo y brindarse cualquier noche de estas un mini ciclo personal Truman Capote, si es que no lo han hecho ya.

16.4.07

El 101: Comentario en forma de post

Este es un comentario a los comentarios del post anterior (el Nº 100), pero dado lo extenso que se me hizo y para poder matar dos pájaros de un solo tiro y complacer a las estimadas voces que pidieron el 101, pues acá les va con el desorden con que me salió (qué vago yo ¿no?: )):

Me desconecté por dos semanas y de pronto me aparecen todos estos buenos comentarios. Se les agradece muchísimo.

Es cierto, como dice Julia, que el presupuesto de la Muestra fue muy exiguo y que más bien con él se hicieron milagros. A pesar del poco cacao el chocolate no estuvo tan mal. No salió con la deliciosa espesura del de la churrería española de la avenida central, pero era potable. Lástima que lo dejaran enfriar. Un poquito más de cuidado, al menos agitarlo para crearle espumita si es que no había calor en el fogón, siento que era posible. No es mucho pedir ¿O sí? Claro, yo sé: También fue cosa de una tanda y “salí premiado” (pero no con la claqueta... ni lo esperaba, créanme). Mala suerte la mía. Tal vez fue un merecido mal karma... o uno bueno... qué se yo. Nada ni nadie es perfecto, pero el asunto no es ese. Mi reclamo se circunscribe al hecho de que si yo me preocupé tanto de que las cosas se hicieran como consideré que debían ser hechas, me enojé porque precisamente se hicieron al revés. Venturosa o desgraciadamente tengo mucho olfato o intuición y usualmente veo venir los problemas. Por eso quise redoblar esfuerzos para prevenirlos y de ahí también la frustración que sentí al ver que no sirvió de nada. En fin, es cosa pasada y ya no quiero hablar más de eso, únicamente quisiera decir al respecto que personalmente no le guardo rencor a nadie. Si me lo quieren guardar a mí por lo que escribí o dije pues allá cada cual con los venenos que se toma. Es triste, pero solo me queda enviarles buenas vibras para que no se intoxiquen.

Con respecto al apoyo estatal al cine discrepo respetuosamente de lo que dice el amigo Jethro. Desde mi punto de vista, interesar al Estado para poder desarrollar nuestra cinematografía es imprescindible. En general en ningún país del mundo, salvo en Estados Unidos (y por razones muy propias de ese país), se hacen películas de forma sostenida sin el apoyo estatal. Y es que los diferentes Estados han entendido el enorme potencial del cine como arte, como vector de comunicación, como industria, como creador de identidad, como espejo, etc. Claro, siempre hay quien quiera desmantelar eso y lo han logrado muchas veces. En Alemania se hizo en gran medida, también en Italia y en otros países europeos. Solo Francia ha resistido por el momento, pero ahí la línea Maginot cinematográfica está a punto de caer. La arremetida neoliberal es fuerte y si gana la derecha por tercera vez consecutiva en las elecciones que se avecinan (como presagian las encuestas), en los próximos años se erosionarán aún más muchas conquistas que vienen desde la época de la nouvelle vague, e incluso antes, y el cine francés de autor finalmente colapsará.

Lo que posiblemente sucede en ciertos paises europeos y otros lugares como Brasil y Argentina es que los criterios y los recursos son más amplios. Eso permite que haya tanto “marginales” como también “cineastas de la corte”. Pero repito, la situación está cambiando. Aunque los recursos sean cada vez mayores, se distribuyen de forma cada vez más dispareja, se crea una brecha entre un cine con muchos recursos y otro muy pobre... por ello muchos de los cineastas marginales finalmente desaparecerán y vendrá una época de gran uniformidad de los patrones estéticos... de “cine-pensamiento único”... es más, ya se ve, ya se siente en muchas producciones llamadas “europeas”. Y no es que los marginales hagan necesariamente arte y los otros solo porquerías, o que no funcionen los vasos comunicantes entre ambos géneros y los que un día son marginales mañana sean consagrados y viceversa. No, las cosas son mucho más complejas, me refiero únicamente al hecho de que se necesita democratizar el fenómeno cinematográfico, necesitamos pluralidad, porque ella es cimiento indispensable para un arte vivo, aunque claro está no es condición suficiente. En latinoamérica el fenómeno de la uniformidad se comienza a expresar como una “españolización” (y que conste, no tengo nada contra los españoles... ya hablé bien del chocolate de la churrería). Si ponen cuidado en mucha producciones recientes, argentinas principalmente, el guionista siempre se las arregla para que haya un personaje español en las cintas o algún asunto que tenga que ver con lo ibérico. Eso permite vender en España. Es una táctica... un truco mercantil para ampliar los financiamientos y los mercados, pero que muchas veces es completamente innecesario desde el punto de vista estríctamente cinematográfico y penaliza producciones que quieran pasarse de él por algún motivo.

Así, de una forma general, cierto tipo de cine-arte decaerá... y en su lugar tratará de privilegiarse el cine-entretenimiento, que no es necesariamente malo, pero sin duda empobrece la oferta cinematográfica si solo eso existe. Por todo ello para mí la pregunta no es tanto cuántas películas se hacen sin apoyo estatal, sino cuántas se dejan de hacer sin él. ¿Cuánta genialidad no estará guardada en los cajones de escritorio de quien sabe cuántos autores?

Obviamente en nuestro país se pueden hacer muchas cosas buenas sin apoyo estatal: videoartes, cortos, documentales, algún seriado... ¿Pero largometrajes de ficción en 35 mm o al menos cinematografía digital de alto vuelo? Eso es costosísimo por más barata que sea la película... Muy pocos tienen los recursos o los “conectes” para asumir tan riesgosa empresa. Así que no creo que en cine se pueda decir que se necesiten muy pocos medios materiales, aunque claro está: sin las buenas ideas estamos también perdidos. De ahí que nuestras producciones de años recientes se puedan contar con los dedos de las manos.

Finalmente somos una repúbliquita, ya no bananera, sino de folletín turístico donde, eso sí, los viajeros del orbe vienen a comer "banana split” a la sombra de una palmera. Digo, esa es la imagen que nos quieren vender y donde se olvida todo el resto de lo que somos o podríamos ser, incluidas nuestras crecientes miserias. Tal vez por eso dar otra imagen no sea una prioridad estatal y más bien se vea con recelo a quienes tratan de hacerlo. De ahí que se tema a películas que aborden, por ejemplo, las implicaciones del TLC o que hablen de problemas sociales muy serios, y se declaran de “interés cultural” las que tratan temas más ligeros (y que nadie me malentienda, porque con ello no quiero para nada decir que sea mala la película o injustificada la declaratoria). Ya desde los años 70, cuando aquí hubo verdaderamente una producción sostenida de cine documental, el más cuestionador e incisivo, algunas producciones fueron censuradas. Hablando desde mi experiencia puedo decir que un documental que hice a principios de los 90, llamado “Marea Alta”, y que trata precisamente de los problemas que afrontaba la zona de Montezuma y Cóbano por la llegada masiva de turistas, fue visto con malos ojos por gente del ICT. Aunque bueno, también fue visto del mismo modo por algunos colegas dados los pecadillos estéticos de principiante en los que sin duda incurrí, pero que a mi entender no desmerecen para nada el fondo del video. No es que en mi caso hubiera abierta censura, pero sí indiferencia y esa en el fondo es tal vez otra forma de censurar mucho más torcida.

Cuando hablamos de apoyo estatal ¿De qué hablamos finalmente? Yo lo que entiendo es que idealmente el Estado promueve una legislación moderna para crear un fondo de producción audiovisual, de que hay incentivos a esa producción, de que se tienen la voluntad de imponer a las televisoras que aporten en ese proceso (visto que pagan sumas ridículas –unos pocos miles de colones- por el uso del espectro de frecuencias que pertenece a la nación y con las cuales se hacen millonarios), hablo de que hay una política de coproducciones con otros países y que se establecen canales de distribución, hablo de que se dota al Centro de Cine de los recursos necesarios para ejercer dignamente su labor, hablo de que se concibe al cine como arte, pero también como industria generadora de empleo, de divisas y de imagen. Hablo seguramente paja. Otro ciclo de sueños fallidos.

Y en ese fracaso los autodenominados cineastas de este país tenemos gran parte de la culpa, porque hay que admitir que como gremio somos un caso paté-tico y sin duda nos merecemos la mala situación que tenemos. Somos mediocres incorregibles y hasta que no cambiemos seguiremos en lo mismo. Vean un ejemplo: en los años ochenta fui coredactor de un proyecto de ley de cine que quedó archivado en la gaveta de algún burócrata y hace tres años volví a ser coredactor de otro proyecto por encargo de la asociación de realizadores y productores y desde entonces ese proyecto anda dando tumbos por ahí. ¿Es por ser un mal proyecto? Mi respuesta categórica es NO. Con orgullo puedo decir que el proyecto es muy valioso y así fue reconocido por muchos (al menos de la boca para afuera). Lo que pasa es que casi nadie quiere asumir la tarea de defender lo que ahí se plantea porque en el fondo casi nadie tiene una visión del desarrollo que debería alcanzar nuestra cinematografía a largo plazo. Nos falta fe en nuestro potencial, también nos falta cohesión y voluntad para dar saltos cualitativos de envergadura... con decirles que muchos ni siquiera querían pagar la modesta cuota anual de la asociación. Y para ser honesto yo terminé también por no hacerlo porque me cansé de la abulia, me cansé de participar en esas empresas que aunque útiles a todos nadie quiere defender porque no tiene tiempo, o porque primero está la "operación frijoles" cotidiana, etc, etc... y así me volví como el resto, lo admito. ¡Viva nuestra idiosincracia! Si alguien me lo viene a cobrar está en todo su derecho, pero que por favor no se olvide de ver antes quién firmó, no uno, sino dos proyectos de ley que pretendían sentar las bases de una industria en nuestro país.

Bueno ya se me hizo larguísimo y medio ególatra este comentario y todavía faltó mucho por decir. Trataré de seguir después. Aunque pucha... ¡Nadie dijo nada de Kiwi! Es imperdonable.

27.3.07

Post Nº 100: De las aplicaciones de "La vida es bella"

Había pensado celebrar el post número 100 de este blog con una fiesta de tres días y juegos pirotécnicos, no porque sea un gran blog ni mucho menos, sino porque no sé como he llegado hasta aquí. Tuve mi crisis bloguicida en algún momento pero fue domesticada y a pesar de todo sigo posteando (aunque la tentación aniquiladora sigue siempre en "border line"... o tal vez mejor "harakiri line") . Sin embargo, en vez de un orgiástico post, un asunto delicado y de actualidad me lleva a escribir un mensaje que me hubiera querido ahorrar, pero que se impone para aclarar algunas cosas.

Resulta que han llegado hasta mis oídos rumores de gente que se ha visto muy dolida por mi post "Tanda de terror en el Variedades". Lo primero que hice al escuchar eso fue abrirlo y releerlo para ver qué podía ser tan ofensivo en él. ¿Será que hablé demasiado de formatos de proyección? No, eso no puede ser. ¿Entonces? Claro, tiene que ser lo del crimen, los ríos magenta y la imagen dantesca. ¿Pero que acaso no se entendió que aquel post fue escrito para sublimar de una forma que se quería jocosa una experiencia traumática? (entiéndase bien: "traumática" aquí es una palabra sumamente exagerada). Tal vez lo que pasa es que yo tengo un humor muy particular, dudoso, sospechoso... y no todo el mundo me lo entiende. Jethro fue el único que confesó haberse reído y lo hizo casi disculpándose, pero Jethro también es sospechoso... como de otro planeta. Nooo... si era para reír abiertamente... para que me acompañaran riendo y me evitaran así llorar (gracias Jethro por la catarsis). Pero si no se entendió entonces disculpen... discúlpenme el humor de bicho raro e incómodo. Siempre me acuerdo que durante una conferencia de prensa que ofreció Roberto Benigni cuando se estrenó "La Vida es Bella", algún periodista lo increpó por hacer una comedia de un asunto tan serio como lo fue el holocausto... perdón... el Holocausto. El histrión italiano explicó entonces el caso de un sonámbulo que sueña tal vez pesadillas mientras camina dormido y curiosamente se ríe. Alguien entonces viene a despertarlo de un garrotazo y a reclamarle por sus risas. Entonces el soñador se ve obligado a disculparse de sus pesadillas ambulantes. Enseguida Benigni les decía a los periodistas en tono inocente, casi como un niño, y con gestos italianísimos: oigan señores... discúlpenme por soñar como soñé.

Ma che cazzo! (dedillos estirados y hechos un puño). Me veo entonces obligado a puntualizar... a explicar pesadamente que en ningún momento yo estoy abogando por que rueden cabezas y estoy claro en que la Muestra tiene enormes problemas financieros. Reconozco los esfuerzos porque todo haya sido hecho en las mejores condiciones posibles, reconozco las limitaciones técnicas, reconozco los desvelos, las preocupaciones, el stress, el bajonazo de defensas por esa causa, la gripe, la moqueadera, el hueco presupuestario en gasto de kleenex, etc, etc. Reconozco también que aquella noche ví rojo (o más precisamente magenta) y alguien por ahí que estimo mucho se sintió personalmente atacado cuando le hice un reclamo pasado de tono al calor del momento. ¡Reconozco todo! El "serial killer" del Variedades se arrepiente... Pueden ponerlo de titular en la Extra en magenta profundo. Mis disculpas a todos, principes y principesas, por ese exabrupto del espíritu y escribir como escribí en este blog "soñatorio". Pero por favor, me permito sugerirles, que en vez de refugiarse en sus susceptibilidades mal heridas sepan reconocer que ustedes antes la pifiaron en algunos asuntos que pudieron evitarse... no con más recursos, sino con un mínimo de cuidado técnico (me refiero a lo del formato). Ofrezcan al menos una disculpa (cosa que no han hecho, acaso por problemas financieros) y la vida seguirá siendo bella para tutti quanti.

Y ahora que tal vez podamos pasar a la melcocha y a la extrema ternura... a deleitarnos como niños con Kiwi:

15.3.07

Fantasmagoría (1908, por Emile Cohl)

Este corto es considerado el primer dibujo animado de la historia del cine.

Y no se pierdan al fantástico pájaro lira:
http://www.youtube.com/watch?v=VjE0Kdfos4Y