14.11.08

La mentira a cielo abierto

Hoy me sorprendió ver en la televisión un anuncio, muy profesional (no como éste), que presenta la manifestación de las personas que están a favor de la apertura de la mina Crucitas. En mi concepto se trata básicamente de una publicidad engañosa que busca promover la idea de que no hay otra forma de desarrollo para esa zona y que termina (igual que el otro) con estas palabras, a modo de estribillo publicitario: "Entre cielo y tierra no hay nada oculto... Crucitas, la verdad a cielo abierto". Vaya, qué talento publicitario, ya me imagino al creativo que parió esa idea exultando orgullosamente al dar con ella. Hasta lo visualizo acariciando la idea de que ganará un Pregonero de Bronce o algo por el estilo.

Seamos serios, por un lado hay muchísimo oculto o semioculto. Y por otro, de pasar ese proyecto, "la verdad a cielo abierto" la conoceremos en todos sus detalles hasta dentro de una década. Pero si de algo vale la experiencia de otros países en esa materia, entonces podemos suponer que esa verdad la leeremos en el triste rostro de la tierra arrasada, de los ríos contaminados y de poblaciones empobrecidas que perdieron diez años al no haber buscado oportunamente formas alternativas de desarrollo más amigables con el ambiente y con ellos mismos.

¿Y qué será del creativo para entonces? Ah, ese tendrá a su haber varios Pregoneros (lástima, no serán de oro sacado de la mina), colocados cuidadosamente en el puesto de honor de su lujosa sala, exactamente sobre la pantalla de televisión hiper-hi-tech que tantas de sus ingeniosas ideas habrá difundido.

(Ojalá... ojalá me traiciones bolita de cristal).

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