27.7.06

En defensa del pueblo palestino

Trascribo aquí íntegra (en todas las aplicaciones de la palabra) la carta que han suscrito y publicado en diferentes medios y en días recientes cuatro grandes intelectuales de nuestro tiempo (dos de ellos premios nobel de literatura... y por lo visto mucho más consecuentes con la paz que nuestro propio nobel, el presidente Arias). Es necesario comenzar a decir las cosas como son y estos señores lo están haciendo.

John Berger, Noam Chomsky, Harold Pinter y José Saramago

"El último capítulo del conflicto entre Israel y Palestina comenzó cuando las tropas israelíes cogieron a dos civiles, un médico y su hermano, en Gaza. Un incidente escasamente contado, excepto en la prensa turca. Al día siguiente, los palestinos cogieron prisionero a un soldado israelí -y propusieron negociar un intercambio con prisioneros tomados por los israelíes: hay aproximadamente 10.000 en cárceles israelíes.

Que este secuestro sea considerado un ultraje, mientras que la ocupación militar ilegal de Cisjordania y la apropiación sistemática de sus recursos naturales -principalmente, el agua- por las Fuerzas de Defensa (!) israelíes sea considerado como un hecho lamentable pero real, es típico del doble baremo que emplea repetidamente Occidente en cuanto a lo que acontece a los palestinos en los territorios que les fueron asignados por acuerdos internacionales durante los últimos 70 años.

Hoy un ultraje se sucede a otro; misiles improvisados se cruzan con otros sofisticados. Estos últimos, generalmente encuentran su objetivo situado donde los pobres viven desheredados y abarrotados, esperando lo que en un tiempo se llamó Justicia. Los dos tipos de misiles desgarran cuerpos horriblemente, ¿cómo pueden los jefes militares olvidar esto por un solo momento?

Cada provocación y contra-provocación es contestada y aireada. Pero las discusiones subsiguientes, las acusaciones y las promesas, todas ellas, sirven como una perturbación para distraer la atención mundial de una larga práctica militar, económica y geográfica cuya intención política es nada menos que la liquidación de la nación palestina.

Hay que decir esto alto y claro ya que esta práctica, declarada a medias y a medias encubierta, avanza rápidamente estos días, y, en nuestra opinión, hay que resistirse y reconocerlo constantemente y en todo momento".

2 comentarios:

Julia Ardón dijo...

Hay que creer en la paz, hoy más que nunca...puta, pero qué difícil!

Eugenio García dijo...

Creemos en la paz, pero también creemos en la verdad porque sin ésta no hay justicia y la paz sin justicia no es verdadera paz.