16.7.06

La catarsis de Zidane

Hace días quería escribir algo sobre Zidane porque no me puedo borrar de la cabeza la suya arremetiendo contra Materazzi. Sin embargo, después de haber estado por tercera semana consecutiva editando un video un promedio de once horas por día, la verdad me resulta poco atractivo sentarme en la compu a escribir ya sean mails o cosas para este blog, bitácora que dicho sea de paso nunca despegó y más bien ha sufrido una notable baja en su índice de frecuentación (de por sí ya raquítico). Supongo que este lugar no resulta atractivo para quienes buscan postmodernismo y que deben ser la mayoría de los lectores de blogs.

Pero ese otro tema que algún día abordaré con más detalle. Hoy solo quiero hablar sobre Zidane para ofrecer mi interpretación interesada y autoconsoladora de su gesto:

Sabiendo que Francia perdería frente al gran Buffon si llegaban a tiros desde el punto de penal, Zisou aprovechó la magnífica ocasión que le ofreció Materazzi y se autosacrificó para poner en segundo plano y fuera de foco la inminente derrota de los galos. De ese modo su tragedia personal opacaba el triste destino de "les bleus". Por ello no nos dolió tanto que perdiera Francia, como que Zizou saliera en las deplorables condiciones de todos conocidas. De paso él se aseguró la inmortalidad, pero no la inmortalidad del santo deportista al estilo del ciclista Armstrong o del tenista Borg, sino una inmortalidad de tipo trágico y de un gusto muy mediterráneo, no tanto algerino como griego. Solo un grande entre los grandes podría haber introducido ese punto de giro en el guión de su vida y de una copa del mundo. Zidane es por tanto el genio incontestable del fútbol de todos los tiempos y un héroe mayor del mundo globalizado contemporáneo. Pero aquí debo corregirme: no es héroe con minúscula sino con mayúscula… lo aclaro para distanciar aún más mi adjetivo del calificativo de “antihéroe” que algunos le endilgan. Algo le hacía falta a su figura de hombre demasiado bueno y ese algo se lo agregó del modo conocido. Fue volviendo del Olimpo donde se le había querido pensionar y aterrizando de nuevo entre los mortales del modo más espectacular e inesperado, que Zidane será por siempre recordado. Por ello ahora mi admiración hacia su genio y figura es total.

Enfin, esa es mi catártica interpretación de lo ocurrido el domingo pasado, para quitarme el amargo sabor de la derrota sufrida por Zidane en particular y por los franceses general... Lo que también se podría interpretar como una cabezonada mía producida por exceso de trabajo.

1 comentario:

Julia Ardón dijo...

Sobre Zidane, subi al pez una interessante versión de Galeano sobre el tema que a mi me dejó, igual que a otro lector: pensando...y que claro está: ya ha generado comentarios.

Sobre la "popularidad" del blog.
No te apresurés. Es cosa de tiempo, paciencia...y no creás: algo de publicidad hay que hacer...yo vivo mandando e-mails: lean esto que puse, estos son los nuevos temas...etc, etc..para que se asomen, al menos los conocidos, las amigas y la gente curiosa.

Espero no te agüevés y tengás paciencia...al año verás grandes cambios...falta mucho para entonces.

Cariños