Viajes y Flores
Por esas carambolas del destino a veces uno termina de la noche a la mañana en algún sitio insospechado, pues así me ha sucedido a mí con la cuestión de la fotografía. Por tener esa afición y haberla dado a conocer un poco a través de mi sitio Tintaluz, terminé invitado a participar en una exposición colectiva de fotografía organizada por La Casa Azul de Heredia en el marco del mes de la fotografía. El asunto fue todavía más inesperado porque por motivos de fuerza mayor uno de los participantes originales no pudo colgar su trabajo y se me invitó, justo el día anterior a la inauguración (que fue ayer), para llenar el espacio vacante. Dichosamente tenía varios trabajos ampliados y enmarcados y pude cumplir a tiempo y sin mucho problema con el reto. Se trata en total de once obras y si bien en su mayoría son trabajos que he presentado en la pequeña ventana que es Tintaluz, creo que se aprecian mucho mejor sobre papel, enmarcados… ¡y colgados!
De este modo inesperado se concretó pues lo que es mi primera exposición formal. Lamento un poco no haber contado con más tiempo para organizar el eje temático de la exposición y para haber preparado otros trabajos que me hubiera gustado que estuvieran ahí, pero aún así estoy contento con la oportunidad y le agradezco de todo corazón a La Casa Azul y muy particularmente a su director Carlos Vargas por haber pensado en mí. Solo me resta ahora rebotar la invitación hacia ustedes para que se acerquen a La Casa Azul a mirar esta exposición que es colectiva, pero que en la parte que me concierne se denomina “Viajes y Flores”.
La muestra estará colgada hasta el 18 de octubre, y para quienes no conocen La Casa Azul les cuento que se trata de un ameno y activo espacio cultural que está ubicado 150 metros al norte y 25 al este de la explanada de la Universidad Nacional en Heredia. Señas obvias y menos obvias: se trata de una casa de color azul, de dos pisos y bastante antigua.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario