Eso de las esferas...se las trae....pronto se va a descubrir qué son...y se las trae... Todo es redondo, Eugenio, pero intuyo que esas esferas son más importantes de lo que creemos.
En mi mitología personal son lo más importante de este país. Simbólicamente son como el núcleo entorno al cual todo se forma. El átomo, la semilla de un sentido de pertenencia a algo. La otra bola es un falso ídolo.
Pero quizá no es casualidad que tanta gente se mueva alrededor de aquella bola...quizá es una reminiscencia de aquello, quien quita... y bueno, la moda de las siliconas también...y lo de los hombres "boludos" y bueno, la bola sigue siendo la bola, pero la más linda es la tierra, grande, redonda y hermosa, flotando en lo oscuro.
Fotógrafo, realizador audiovisual, guionista y productor. He aquí una forma convencional de presentarme. Pero como al menos una tercera parte de mi vida la dedico a dormir y otro tanto a tratar de soñar con lucidez, se puede decir que básicamete soy un soñador. Subsidiariamente también soy un sobreviviente de las aulas de la facultad de derecho, profesión que nunca ejercí, tal vez por rebeldía, aunque ella me ha servido para entender muchas cosas y defenderme de otras.
6 comentarios:
Eso de las esferas...se las trae....pronto se va a descubrir qué son...y se las trae...
Todo es redondo, Eugenio, pero intuyo que esas esferas son más importantes de lo que creemos.
En mi mitología personal son lo más importante de este país. Simbólicamente son como el núcleo entorno al cual todo se forma. El átomo, la semilla de un sentido de pertenencia a algo. La otra bola es un falso ídolo.
Pero quizá no es casualidad que tanta gente se mueva alrededor de aquella bola...quizá es una reminiscencia de aquello, quien quita...
y bueno, la moda de las siliconas también...y lo de los hombres "boludos" y bueno, la bola sigue siendo la bola, pero la más linda es la tierra, grande, redonda y hermosa, flotando en lo oscuro.
Sí, mejor no nos hagamos bolas y que vivan las bolas allí donde estén, donde se lleven o donde se pateén.
Es que eran tiempos en los que éramos un pueblo de pelotudos...
Jaja, para no perder la tradición seguimos siendo pelotudos, pero ahora en el peor sentido de la palabra... jaja
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