14.6.06

De mi cuaderno de notas

"La fe traicionada conduce al cinismo"

Pero ahora que lo pienso... ¿Se podrá traicionar la verdadera fe? No hablo de la religiosa, sino de la fe en algo, en alguien... Fe en algún valor, en un ideal. Tal vez la fe sea un misterioso objeto espiritual que solo se define como tal si es inexpugnable, a prueba de toda eventualidad...Idéntica a la que ha animado a los más grandes personajes de la humanidad. ¿Cómo se obtiene una fe de ese tipo? ¿Se cultiva o sencillamente se nace con ella? Y si se cultiva ¿Cuáles son los mecanismos más adecuados para hacerlo? ¿Dónde están las semillas? ¿Se puede enseñar a alguien a tener fe? ¿Se puede transmitir? ¿Es contagiosa?

4 comentarios:

Eugenio García dijo...

Muy de acuerdo con vos Emilia. Pero pienso que si dejamos de creer en el sistema es porque nos faltan ejemplos de entrega, compromiso y responsabilidad, y como consecuencia el cinismo nos va ganando y entre más nos gane menos vemos las cosas buenas, porque el cinismo es otra forma de ceguera. Metemos todo en el mismo saco y decimos que en el país no hay nada que valga, o que todo esta podrido, o que todos son corruptos. Aplicamos la aplanadora del despecho y de ella nadie, ni nada se salva. Y como hasta el "yo" mismo corre peligro, entonces cavamos una trinchera aún más profunda para protegerlo y terminamos aislándonos completamente, inmovilizados en nuestra propia trampa que es casi una tumba. Incapaces de reaccionar, de salir a dar la lucha y el ejemplo. Aburridos y heridos en el fondo de ese hueco nos dedicamos entonces a la crítica fácil, a reírnos de toda iniciativa, a complacernos en una forma de mediocridad derrotista. Otros si siquiera intentan resguardarse, o más bien piensan que la mejor estrategia es mimetizarse con su entorno y terminan cayendo en el mismo vacío, en la misma apatía, cuando no en los mismos crímenes.

Sentirse parte de algo más allá del cáncer que nos roe es una gran clave. Reconocerlo así requiere un gran trabajo espiritual de introspección, pero viviendo en un ambiente que multiplica las distracciones en todos los sentidos, la tarea se complica en la misma medida.

Eugenio García dijo...
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Eugenio García dijo...

Retendré esa frase Emilia... no se puede tallar sobre madera podrida... me gusta. Sobre eso del conservadurismo hay muchísima tela que cortar... espero con el filo del tiempo ir abordando de un modo u otro esas temáticas.

Eugenio García dijo...

¡Que bueno que lo aclarás! La usaré entonces con cuidado, no vaya a ser que me eche a TV Globo encima y me demanden. Aunque esa sería una acción absurda puesto que en mi no encontrarán una billetera llena de plata.