13.12.08

Licantropismos


Todavía no me salen pelos inquietantes, ni me crecen pezuñas que hagan juego con afilados colmillos, pero creo que tengo algo de licántropo. Desde hace años vengo notado que en los días de luna llena mi carácter se transforma. Me vuelvo susceptible, siento desazón y me enojo con facilidad. De ahí que en esos días prefiera aislarme como lobo estepario, para evitar posibles roces con otra gente. Sin embargo ayer no tuve ese cuidado, lo cual es doblemente chambón de mi parte, porque no supe sino hasta tarde, que el disco lunar visible ahorita mismo por la ventana, es el más grande del año. El resultado es que algunos sufrieron con mi mal carácter, especialmente unos contratistas que no hicieron bien un trabajo y se llevaron “semerenda puteada”. Sin insultos ni gritos, pero fuerte. Pienso que tengo razones objetivas de sobra para estar insatisfecho con ellos, pero debí haber mantenido la calma.

Luego me dolió bastante la cabeza y debí tomarme un té tranquilo -o algo más eficaz- que me ayudara a dormir. Pero no lo hice y por eso desde la una de la madrugada ando despierto. Ahora son las cinco. Afuera el claro de luna tiene a la ciudad sumergida en un impresionante mar de palidez azulada. Entretanto yo espero a que salga el sol reteniendo un aullido en el gaznate.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajjaj...¿ diay? Eugenio...te va a venir la regla o estás con arrebatos pre-menopausicos como yo...
jajajja

Nada malo que los hombres comiencen a desarrollar su lado femenino..pero para aplacar esos "calores" te aconsejo ver "Mamma Mía" o ponerte a tejer o bordar o preparar queques de navidad para todos los vecinos y la familia.


Un abrazo.
Bienvenido al club de la gente "inquieta" con la luna llena.

jajajjaj

Anónimo dijo...

Ah....ya en serio...
preguntale a Inés cómo está ella.
Las situaciones hormonales se "pasan" por los fluidos del cuerpo...la saliva, los besos, etc...

por eso a algunos hombres cuando tienen a la esposa embarzada les dan achaques.

No es algo desconocido.

Eugenio García dijo...

Jeje, ¿vos sos loba?

Esto mio ¿Será la andropausia? ¿Será mi lado femenino? Puede ser, puede ser. Pero yo me voy más por la inquietante teoría licantrópica. La razón es que estas lunadas mías ya las había notado desde hace años, justo el día de luna llena, cuando estaba solo y en la cumbre de mi juventud dorada.

Con respecto al tráfico hormonal lo raro es que Inés andaba ayer de una calma absoluta. Ni siquiera se enojó con la chambonada que nos hiceron.

Tenés razón, voy a pedirle que me enseñe a tejer. Esta mañana mientras yo dormía mi desvelo comenzó un sweter que le está quedando lindo lindo.

Silvia Piranesi dijo...

rompecabezas? hacer collages o cuadernos? fumar un cigarro? decorar la pared con los afiches viejos, o las fotos, o las postales de degas? qué estará soñando inés? un vino? musiquita matiz como diana krall o madeleine peyroux? qué se yo jajaja

Eugenio García dijo...

jeje Silvia... no... ¡bloguear a la luz de luna!