Lecturas cruzadas
Paciencia, ya estamos casi a una semana del referendo y el 8 de octubre, gane quien gane, esperamos que haya aceptación de la parte perdedora y que el nivel de estas aguas “telecinas” por fin bajará para beneficio de nuestros alvéolos pulmonares, de nuestros sufridos corazones y de nuestras intoxicadas neuronas.
Por lo pronto noto, en ambas bandos, esfuerzos desesperados por conquistar los votos de los que aún no se han decidido y de revertir, tal vez, algunas decisiones tomadas en un sentido y otro por los votantes. Pero como suele ocurrir con los actos desesperados, también se tornan fallidos.
Ejemplo de ello podría ser el asunto de los congresistas gringos opuestos al TLC… definitivamente una mala idea del NO. ¿Para qué traerlos? Verdaderamente eso no tiene sentido porque nos construyó un flamante techo de vidrio. Así, ¿Con qué autoridad criticar ahora que La Nación, conocido por su posición a favor del SI, utilice en su edición de hoy casi una página entera –y de las primeras- para continuar poniendo en ejecución la campaña del miedo a través de lo que parece una noticia, pero que en realidad es “la tulevieja” en traje de cocktail. Me refiero al texto donde explican que los ministros de tres países centroamericanos de visita en el país (ni siquiera dicen qué andaban haciendo por aquí, solo que fueron invitados por el COMEX), alabaron las virtudes del TLC y advirtieron que de ganar el NO, “Centroamérica está dispuesta a negociar un TLC con UE sin Costa Rica” (tal el titular de la publicidad, que no noticia, insisto). En otras circunstancias esta situación hubiera dado pié a una jugosa denuncia por injerencia extranjera… pero no después de lo de los congresistas gringos. ¡Perdemos preciosos puntos ganados con el asunto del memo!
Ahora paso a señalar un aspecto diferente que noté cruzando información aparecida siempre en la edición de hoy de La Nación. En primera página aparece un titular: “Incertidumbre sobre beneficios de la ICC”… leo la información y me instruyo sobre la carta donde Nancy Pelossi (presidenta del congreso gringo) y el senador Harry Reid (líder de la mayoría senatorial) niegan que la ICC dependa del resultado del referendo, posición no sostenida por “miembros del Poder Ejecutivo estadounidense” (en realidad solo se cita al congresista republicano Jim McCrery y al subrepresentante comercial John Veroneau). Luego el artículo alude a palabras de nuestro embajador en Washington, Tomás Dueñas, quien “insistió en que nadie puede asegurarle al país que mantendrá su acceso al mercado estadounidense aún cuando rechace el TLC” (la negrita es mía). ¡Qué extraña redacción! Supongo que el periodista que retomó sus palabras quiso decir al final “en caso de que rechace el TLC”, pero terminó diciendo otra cosa que no tiene mucho sentido… a menos de que haya habido lapsus y haya querido decir “aún cuando APRUEBE el TLC”. ¿Cómo así? Pues sencillo, cinco páginas más adelante, al pié de la página, aparece una publicidad del SI donde se dice “Si quisiera Costa Rica puede salirse del TLC” y enseguida cita el artículo 22.7 del TLC donde se expresa: “Cualquier parte podrá denunciar este tratado notificando por escrito su denuncia al depositario”. Es decir, si Costa Rica puede salirse unilateralmente también lo puede hacer Estados Unidos. En conclusión, lo que dice Tomás Dueñas es muy cierto: nada nos garantiza el eterno acceso al mercado gringo... ni la ICC ni el TLC.
Por último, otra noticia nos informa que el TSE reprochó al NO hacer uso de símbolos religiosos en uno de sus anuncios, en especial uno donde aparece un Corazón de Jesús. Está legal… nada tenía que estar haciendo ese corazón ahí. Pero debería haber igualdad de trato entre creyentes y no creyentes… entre católicos y "ateos comunistas"… por eso debería ser igualmente reprochable el uso de una imagen de Lenin en uno de los anuncios del SI.
Por lo pronto noto, en ambas bandos, esfuerzos desesperados por conquistar los votos de los que aún no se han decidido y de revertir, tal vez, algunas decisiones tomadas en un sentido y otro por los votantes. Pero como suele ocurrir con los actos desesperados, también se tornan fallidos.
Ejemplo de ello podría ser el asunto de los congresistas gringos opuestos al TLC… definitivamente una mala idea del NO. ¿Para qué traerlos? Verdaderamente eso no tiene sentido porque nos construyó un flamante techo de vidrio. Así, ¿Con qué autoridad criticar ahora que La Nación, conocido por su posición a favor del SI, utilice en su edición de hoy casi una página entera –y de las primeras- para continuar poniendo en ejecución la campaña del miedo a través de lo que parece una noticia, pero que en realidad es “la tulevieja” en traje de cocktail. Me refiero al texto donde explican que los ministros de tres países centroamericanos de visita en el país (ni siquiera dicen qué andaban haciendo por aquí, solo que fueron invitados por el COMEX), alabaron las virtudes del TLC y advirtieron que de ganar el NO, “Centroamérica está dispuesta a negociar un TLC con UE sin Costa Rica” (tal el titular de la publicidad, que no noticia, insisto). En otras circunstancias esta situación hubiera dado pié a una jugosa denuncia por injerencia extranjera… pero no después de lo de los congresistas gringos. ¡Perdemos preciosos puntos ganados con el asunto del memo!
Ahora paso a señalar un aspecto diferente que noté cruzando información aparecida siempre en la edición de hoy de La Nación. En primera página aparece un titular: “Incertidumbre sobre beneficios de la ICC”… leo la información y me instruyo sobre la carta donde Nancy Pelossi (presidenta del congreso gringo) y el senador Harry Reid (líder de la mayoría senatorial) niegan que la ICC dependa del resultado del referendo, posición no sostenida por “miembros del Poder Ejecutivo estadounidense” (en realidad solo se cita al congresista republicano Jim McCrery y al subrepresentante comercial John Veroneau). Luego el artículo alude a palabras de nuestro embajador en Washington, Tomás Dueñas, quien “insistió en que nadie puede asegurarle al país que mantendrá su acceso al mercado estadounidense aún cuando rechace el TLC” (la negrita es mía). ¡Qué extraña redacción! Supongo que el periodista que retomó sus palabras quiso decir al final “en caso de que rechace el TLC”, pero terminó diciendo otra cosa que no tiene mucho sentido… a menos de que haya habido lapsus y haya querido decir “aún cuando APRUEBE el TLC”. ¿Cómo así? Pues sencillo, cinco páginas más adelante, al pié de la página, aparece una publicidad del SI donde se dice “Si quisiera Costa Rica puede salirse del TLC” y enseguida cita el artículo 22.7 del TLC donde se expresa: “Cualquier parte podrá denunciar este tratado notificando por escrito su denuncia al depositario”. Es decir, si Costa Rica puede salirse unilateralmente también lo puede hacer Estados Unidos. En conclusión, lo que dice Tomás Dueñas es muy cierto: nada nos garantiza el eterno acceso al mercado gringo... ni la ICC ni el TLC.
Por último, otra noticia nos informa que el TSE reprochó al NO hacer uso de símbolos religiosos en uno de sus anuncios, en especial uno donde aparece un Corazón de Jesús. Está legal… nada tenía que estar haciendo ese corazón ahí. Pero debería haber igualdad de trato entre creyentes y no creyentes… entre católicos y "ateos comunistas"… por eso debería ser igualmente reprochable el uso de una imagen de Lenin en uno de los anuncios del SI.
1 comentario:
Que despelote Quime!!! jajaja Esta bueno tu texto!
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